05 febrero 2019

¿Cómo son los nuevos modelos de prestación de servicios jurídicos?

Eugenia Navarro Por Eugenia Navarro
@eugenianavarros

El modelo tradicional de firma de abogados es uno de los modelos de servicios profesionales que ha perdurado durante los años y que ha mantenido ese carácter artesanal de maestro–aprendiz. Este modelo, desde luego, sigue siendo válido, pero han llegado al sector nuevos modelos y formas diferentes de prestar servicios jurídicos que han supuesto una disrupción en el sector y que compiten con las firmas tradicionales en determinados segmentos del mercado. Los clientes que han buscado abogados tradicionalmente en función de la especialidad técnica, empiezan a entender que diferentes modelos prestan diferentes tipos de servicios. La segmentación deja de ser por área de práctica y el cliente valora la especialidad sectorial y en especial el tipo de trabajo que requieren. Cada trabajo puede tener una parte estandarizable y otra parte de valor añadido y no necesariamente requieren el mismo tipo de proveedor. Este tipo de segmentación genera un mercado diferente con diferentes jugadores que no compiten por la misma tipología de trabajo. Esto implica diferentes rentabilidades de negocio, diferentes tipos de talento, diferentes inversiones en tecnología y sobre todo cubren diferentes necesidades de clientes.

 

 

Así pues, la segmentación que realizan los clientes reconformará el sector legal dependiendo del nivel de sofisticación del trabajo a realizar.

Las firmas de abogados con el modelo piramidal tradicional seguirán existiendo siempre que mantengan su rentabilidad y eso lo lograrán siendo capaces de realizar el trabajo complejo y singular. Para ello, deberán ser capaces de captar el mejor talento y formarlo, pero su espacio en el sector quedará más acotado ya que con la tecnología parte del trabajo legal se puede estandarizar.  Ser socio en una firma de abogados es y será cada vez más difícil y quedará ligado a la capacidad de generar negocio de una determinada rentabilidad.

En las asesorías jurídicas de las empresas encontramos el mejor talento especializado en el sector de negocio en el que operan, auténticos directivos conocedores de la realidad de sus empresas. Mucho de su trabajo se internalizará dejando para las firmas las operaciones singulares o aquellas que necesiten un especialista, pero también aquellas que sean estandarizables. Los asuntos se abordan como proyectos con diferentes tipos de proveedores en función de cómo sea la tipología de trabajo. La flexibilización de la fuerza de trabajo, la especialización, el coste y el enfoque al proceso para obtener eficiencias marcarán la selección de proveedores de servicios jurídicos.

No se podrá competir sin establecer una estrategia de posicionamiento en el mercado. Las reglas del juego serán claras y la comunicación jugará un papel vital en el posicionamiento de marca.

¿Qué es un ABS o un ALSP?

Un ABS es un Alternative Business Service y un ALSP es un Alternative Legal Service Provider. Son empresas de prestación de servicios jurídicos que no tienen ni la forma jurídica ni utilizan el modelo tradicional de las firmas y que sobre todo se focalizan en tipos de trabajo que requieran estandarización de procesos, revisión de gran cantidad de documentos, gestión de propiedad intelectual, e- Discovery… Pero lo que es interesante es que muchos de estos modelos disponen de lo que denominan un “talent platform” y que son capaces de proveer de abogados a las empresas o incluso a las propias firmas en puntas de trabajo. El hecho de que se llamen modelos alternativos es porque no quieren ni pretenden ser firmas de abogados. Su modelo está creado en ser capaces de proveer servicios jurídicos de manera más barata y efectiva de lo que han hecho las firmas tradicionales hasta ahora. La presión a la baja de los honorarios en el mercado y la necesidad de eficiencia son las que han impulsado la generación de estos nuevos modelos. Pero creo que también es necesario mencionar que las firmas han generado mucha frustración en el sector legal, la promesa de ser socios no es valida para todos los jóvenes y a veces las carreras han sido duras y competitivas. La creación de estas plataformas de talento nos ha hecho ver a todos que existe talento no alineado en una misma firma y que la cultura colaborativa y el trabajo por proyectos de manera flexible es un modelo diferente y que funciona para determinados tipos de servicios jurídicos.

Estos modelos liberan a las asesorías jurídicas del trabajo recurrente y de gran volumen para que puedan centrarse en trabajos de valor añadido y eso contribuye a la mejor percepción del servicio de la propia asesoría en su empresa, donde también hay que justificar el propio tamaño y la relación entre el trabajo que se internaliza y el que se externaliza.

Las firmas de abogados siempre tendrán su nicho de trabajo en el trabajo especializado y de valor añadido, siempre que sean capaces de atraer y formar al mejor talento y para ello deberán poder seguir manteniendo altas rentabilidades. Ese tipo de firmas siempre tendrán su hueco en el mercado, si cumplen con estas premisas. En este caso el reconocimiento como especialistas del mercado es clave.

Los ALSP funcionan como autenticas empresas, sus organizaciones son planas y en algunos países tienen su propia regulación. En algunos modelos no tienen abogados colegiados y hay trabajo que hacen lo que se denominan para-legales, profesionales que no son abogados pero que prestan servicios legales a mucho mejor coste.

¿Existen en España modelos alternativos de prestación de servicios jurídicos?

Tímidamente aparecen nuevos modelos, pero siguen estando formados por abogados. La clave de estos modelos, por una parte, es el uso de la tecnología en los procesos, y por otra, y creo que a día de hoy es lo que más los identifica en nuestro país, el uso de plataformas flexibles de talento. ¿Qué quiere decir? La capacidad de trabajo en una asesoría es estable, siempre es la misma, no obstante, no es así en las diferentes necesidades a las que da servicio en sus empresas, ya que aparecen constantes puntas de trabajo y estos modelos son capaces de dar respuesta y se adaptan con una fuerza de trabajo flexible. Estas plataformas cuentan con abogados de diferentes años de experiencia y con diferentes trayectorias y trabajan por proyectos. Sin lugar a dudas es una “uberización” de servicios jurídicos, pero ¿qué quiere decir eso? Pues que son modelos estratégicamente creados para limar los momentos “dolorosos” en la prestación de servicios. Decididamente el precio y la falta de predictibilidad el sector han llevado a modelos en los que el precio es una certeza.

¿Estos modelos son una amenaza para las firmas de abogados?

El entorno que nos espera es cambiante y ambiguo, estamos en un mercado en el que los modelos de negocio cambian y evolucionan constantemente, y el sector legal no puede escapar a este cambio. La aparición de una competencia cada vez más feroz forzará a una optimización en la gestión y a tener al cliente en el centro de decisiones estratégicas. Las firmas que no se preparen para competir y a intuir hacia donde van las necesidades del cliente, no sobrevivirán, pero esto no es exclusivo del sector legal, ocurrirá en todos los sectores. El mercado avanza rápido y la tecnología también. No hacer nada, no tomar acciones puede ser un error grave en estos momentos.

¿Por qué es tan importante innovar?

Ya sé que la palabra innovación parece que sea una coletilla que añadir para parecer interesante, pero en la innovación reside la clave de la competitividad. Las firmas y los nuevos modelos convivirán en el mercado, ambos tendrán su segmento y su tipología de trabajo, pero la guerra de la diferenciación vendrá dada por la prestación de un mejor servicio, de reinventar lo que siempre se ha hecho para añadir valor. La evolución del sector nos llevará a ver nuevas formas de prestar servicios jurídicos y todas compitiendo a su nivel y eso revertirá en mejores servicios.

Por Eugenia Navarro
TWITTER: @eugenianavarros
EMAIL: enavarro@tamaprojects.com
WEB: www.tamaprojects.com

Comparte: