13 diciembre 2018

¿Qué significa la marca para un despacho de abogados?

David Muro Por David Muro
TWITTER @Davidmurof

La marca de un despacho es mucho más que un nombre y un logo bonito. Si hablamos de marca, hemos de hablar de un conjunto de valores y atributos que identifiquen un servicio legal, una forma personal de trabajar que evoque un sentimiento e impacto positivo en el mercado.

El objetivo de una marca es llegar al público al que se dirige, y para ello hay que crearla, por supuesto y, lo más difícil, ir construyéndola y consolidándola poco a poco.

La marca de un despacho ha de construirse en base a una historia que contar, ha de reflejar fielmente el tipo de despacho que hay detrás, su estructura, la forma de trabajar de sus profesionales, sus objetivos, valores y, lo más importante, un estilo propio de hacer las cosas.

Será ese estilo propio y personal el que nos lleve a diferenciarnos de la competencia, y para ello es necesario ser muy conscientes de la necesidad de trabajar la marca a través de una serie de acciones de marketing y comunicación de una forma continuada en el tiempo.

Sin ánimo de generalizar, lo que está claro es que un nutrido número de despachos se ha limitado a construir el nombre a partir  de los apellidos del socio o socios fundadores, decisión totalmente válida siempre y cuando responda a un objetivo definido. Hemos de intentar que el nombre del despacho quede en la retina de mi público objetivo, sea memorable, corto, directo y, en la medida de lo posible, se adapte a los nuevos tiempos, respondiendo al tipo de cliente al que me quiero dirigir, teniendo en cuenta variables como el ámbito geográfico al que voy a orientar mis servicios, si el cliente potencial es persona física o empresa o las materias de especialización, por nombrar algunas.

Es altamente recomendable que el nombre vaya acompañado de un logo que transmita todos los mensajes que hemos de haber seleccionado tras un análisis previo y una estrategia definida, respondiendo a las variables anteriormente mencionadas. Hemos de ser capaces de construir una identidad visual corporativa que vaya en consonancia con nuestra forma de ser, de trabajar, de sentir la profesión.

Recuerda que un logo puede determinar en gran medida la primera impresión que alguien se lleve de nuestro despacho, y hemos de asegurarnos de causar buenísima impresión. No hace falta que el logo se asocie a la profesión, es decir, que juguemos con una maza de un juez, la justicia ciega, libros o togas… de hecho, si lo que buscamos es la diferenciación, no es muy aconsejable.

A partir de aquí, hay que pensar en los colores, que no sólo irán en el logo, si no que serán parte fundamental de la identidad visual, y han de estar presentes en todo el material corporativo que se utilice, desde tarjetas de visita, cuadernos, firmas de mail, carpetas y, como no, que sean los colores que predominen en la página web.

La tipografía a utilizar en el nombre es también parte vital de la marca. No por hablar de un despacho de abogados hemos de tener que utilizar tipos muy clásicas, ni mucho menos. Lo más importante es que vaya en consonancia con el tipo de despacho que somos.

Hemos de tener muy en cuenta el símbolo con el que vamos a representar gráficamente la marca, es decir, un icono que represente la marca, sin utilizar cualquier letra o palabra.

Se trata de buscar un símbolo que identifique fácilmente la marca, que sea liviano y fácil de adaptar en los materiales. Quizá podemos utilizar ese símbolo en el material corporativo, sin tener que adaptar el logo entero. El objetivo es que el cliente asocie rápidamente ese símbolo al despacho, y para ello hemos de hacer que esté muy presente. Uno de los mejores ejemplos lo podemos encontrar en un símbolo de una manzana mordida… sin mencionar la marca es posible que ya sepas que me estoy refiriendo a Apple.

Al trabajo de diseño de la marca, le ha de acompañar forzosamente una unidad de estilo y que todos los componentes de un despacho sepan cómo poder utilizar la marca, el material, las plantillas de presupuestos, etc. Para ello es muy importante transmitir continuamente la necesidad de conseguir esa unidad de criterio al Equipo, y aquí la comunicación interna entra en juego.

La web, las redes sociales, los videos corporativos, el Christmas de navidad, los detalles corporativos, las instalaciones y un sinfín de herramientas están a nuestra disposición para poder transmitir nuestra marca y hacérsela llegar a nuestro público objetivo.

Pero recuerda… la marca ha de contar algo, ha de transmitir mensajes y tiene que llegar al destinario produciendo un sentimiento. No es fácil ni inmediato, requiere constancia y disciplina, pero si se trabaja bien será un gran aliado de tu despacho.

David Muro
www.davidmuro.es 
TWITTER: @Davidmurof
Director en DM Consultores

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