16 febrero 2017

Dirige tu carrera profesional

Alberto MataPor Alberto Mata
TWITTER @Matwin83

Es difícil, por no decir casi imposible, determinar cuáles son los factores que influyen en el desarrollo profesional de un abogado. Sin lugar a dudas, formación y experiencia, son dos de los pilares donde la mayoría de los abogados se apoyan para crecer, tanto dentro de sus organizaciones como en el mercado de servicios jurídicos.

En este sentido, un abogado se pasa toda su vida estudiando, actualizando sus conocimientos y poniéndose al día de las novedades legislativas. Además, debido a la experiencia continuada en una materia específica, los abogados tienden a especializarse y a olvidarse de otras ramas del derecho. Por lo tanto, el perfil con el que nos encontramos a lo largo de los años es el de profesionales muy técnicos, altamente cualificados y con mucha experiencia en un determinado ámbito legal.

Pero… ¿Asegura dicha formación y experiencia una gran carrera profesional? ¿Cuál es la capacidad de respuesta de los abogados ante las nuevas necesidades de sus clientes? ¿Tienen en mente los abogados las tendencias del mercado a la hora de dirigir su carrera?

Con carácter general, podríamos decir que formación y experiencia –aunque siguen siendo factores imprescindibles para un abogado– no son las características diferenciadoras que hoy en día tienen un mayor impacto para lograr carreras profesionales de éxito.

Por un lado, los abogados tienen que tener actitudes y aptitudes comerciales que les diferencien frente a sus compañeros y les acerquen hacía nuevos clientes.  Por otro, según el reciente estudio Report on the State of the Legal Market 2017 –elaborado por The Center for the Study of the Legal Profession del Georgetown University Law Center y el Thomson Reuters Legal Executive Institute-, el mercado de los servicios jurídicos cambiará de manera radical en los próximos años ya que la productividad por abogado ha disminuido de manera radical en los últimos diez años, y parece que los sistemas de facturación “por hora” tienen sus días contados.

A todo esto hay que sumar el papel que jugarán de las nuevas tecnologías en el mercado de servicios legales. En la actualidad son vistas como herramientas para gestionar despachos, sin embargo la tendencia global es que el conocimiento legal esté a mano del cliente a través de plataformas on line y/o de aplicaciones de dispositivos móviles, de manera que el asesoramiento legal sea directo e inmediato.

Por último, y como respuesta a la necesidad de talento legal especializado en el día de muchas empresas, el mercado legal de abogados in-house se ha multiplicado, lo que implica que dichas empresas tienen internamente el conocimiento legal necesario para realizar sus actividades, y que la contratación de abogados externos queda limitada para aquellas operaciones de verdadero valor añadido y/o riesgo legal.

Teniendo en cuenta lo anterior, se puede afirmar que no hay en la actualidad ni habrá en el futuro un camino claro –ni pre-establecido como existía hace una década– para desarrollar una carrera profesional de éxito en el sector legal. Cada abogado, de manera individual, tiene que ser capaz de dirigir su carrera en la dirección y en los tiempos que marca el mercado, de una manera flexible pero inmediata y siempre de la mano de las nuevas tecnologías. De lo contrario, la falta de decisión o el miedo a dar cambios y/o saltos profesionales puede derivar a un estancamiento profesional del que sea difícil salir.

Alberto Mata

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