23 febrero 2017

Innovación de base tecnológica en el sector legal. Machine Learning

Eva BruchPor Eva Bruch
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La segunda ola tecnológica

Atrás quedaron los tiempos en que los despachos se afanaban por comprar ordenadores o incorporar el correo electrónico en su día a día. Sin embargo estas tecnologías cambiaron por completo la forma de trabajar de los abogados y desde aquel entonces, no habíamos asistido a una revolución tecnológica similar. Pero el Word que venía con el paquete de Microsoft Office y el correo electrónico tenían unos usos y funciones muy concretas y entendibles para todos, sus ventajas eran muy evidentes. La diferencia con las nuevas tecnologías que irrumpen ahora en el sector es que sirven de base para un sinfín de usos, casi tantos como la mente del abogado pueda imaginar. Por eso ahora hablamos de innovación de base tecnológica.

Ahora es el momento de subirse a esta nueva ola tecnológica. Una ola que llega con preaviso, pero que lo hace a mayor velocidad que la primera.

Machine learning e innovación tecnológica

Se ha hablado mucho sobre Watson de IBM y su derivada para el sector jurídico, Ross Intelligent, pero su tecnología tardará aún cierto tiempo en llegar a los despachos de forma masiva y muy probablemente lo haga a través de los grandes operadores del sector como Thomson Reuters. Se habla algo menos de otras empresas con tecnologías que también utilizan el aprendizaje automático o machine learning, tecnologías que en cambio sí están siendo utilizadas ya por despachos y asesorías jurídicas de empresa.

Uno de estos despachos es Taylor Wessing. Este despacho decidió aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar varios aspectos del servicio a sus clientes cuando el Gobierno británico dictó una normativa que obliga a las empresas a crear y mantener un registro sobre la titularidad última de las acciones y participaciones a los efectos de determinar situaciones de poder y/o control. En caso de darse tales situaciones, y según los casos fijados por la propia ley, las empresas incurrían en determinadas obligaciones informativas y registrales.

Esta es la típica situación en que todos los despachos de abogados se afanan a emitir una circular informativa a sus empresas cliente sobre tal novedad, informando de los supuestos en los que la empresa incurre en la obligación de informar y crear el correspondiente registro y finaliza con el mensaje de que el despacho está especializado en este tipo de asuntos y puede asesorar al cliente ampliando la información facilitada.

El despacho Taylor Wessing decidió hacer algo distinto y, mediante la tecnología de Neota Logic desarrolló una aplicación, accesible por todos sus clientes desde cualquier tipo de dispositivo, para realizar un primer asesoramiento personalizado a sus clientes sobre esta normativa.

  1. La aplicación plantea al cliente un total de 10 preguntas estructuradas a través de un árbol de decisión lógico, es decir, en base a la respuesta de un cliente en la pregunta número 1, el sistema formula una nueva pregunta, que será distinta cada vez en función de la respuesta anterior.
  2. El cliente conocerá si su empresa queda afectada por la nueva normativa y en los casos en que así sea, la aplicación le informa de los pasos que debe dar para cumplirla y genera un presupuesto para su ejecución por parte del despacho.

Un despacho tiene la obligación de asesorar a sus clientes sobre nuevas normas que les puedan afectar. Adicionalmente identificará a los que queden afectados por ellas y les ofrecerá asesoramiento para que puedan adaptarse. La aplicación creada por Neota Logic para Wessing lo facilita de manera automática y fue creada en menos de un mes.

Taylor Wessing no es el único despacho que ha aprovechado las ventajas de las nuevas tecnologías, antes que él lo hizo por ejemplo Foley &  Lardner para crear una aplicación, la Foley Global Risk Solutions, cuyo objetivo era permitir que las empresas que operaban en mercados internacionales pudieran comprobar su grado de cumplimiento de la normativa anti-corrupción. Un servicio de pago que funciona de forma totalmente automatizada mediante la tecnología del aprendizaje automático de manera que cada empresa puede obtener un informe de cumplimiento adaptado a su particular situación.

Podríamos seguir y poner muchos más ejemplos de usos concretos de la tecnología del aprendizaje automático, y otros tantos de otras tecnologías, pero estos dos ya muestran cómo esta segunda ola tecnológica permitirá a los despachos que se sumen a ella obtener ventajas competitivas importantes. Si bien las tecnologías a utilizar van a ser las mismas: automatización de procesos, de documentos, aprendizaje automatizado, procesamiento del lenguaje natural, etc… el cómo y el para qué se utilicen quedan al libre albedrío de los despachos con la única limitación de su propia capacidad para innovar.

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