23 julio 2020

Cuidando la “salida” en momentos de crisis

Jose Luis Perez BenitezPor José Luis Pérez Benítez
TWITTER @jlpbenitez

Se está hablando y escribiendo mucho de cómo está siendo la vuelta a la normalidad en los despachos de abogados, y de qué forma están, unos y otros, enfrentándose a la desescalada e incorporándose de forma paulatina a la nueva normalidad.

Los despachos están afrontando estas primeras semanas de desescalada con el sobreesfuerzo necesario para hacerse cargo de la vuelta a la normalidad judicial y administrativa, y a los nuevos señalamientos, notificaciones, reanudación plazos y exigencias de los clientes.

Unos y otros viven ya el nuevo día a día, haciendo el sobre esfuerzo de abordar, con más o menos teletrabajo, la vuelta acelerada a esta realidad, pero -como siempre- es necesario encontrar el momento de pensar en las cuestiones importantes de la firma, y en los cambios y retos que afrontar a medio y corto plazo. La mayoría de las firmas están realizando esta reflexión, ajustando salarios o bonificaciones, realizando previsiones de cashflow, reduciendo beneficios de socios, y tomando las decisiones necesarias sobre el teletrabajo. Sobre esto último existen ya estudios, publicaciones y algunas comparaciones de cómo se están adaptando los despachos.

Sin embargo existe una parte más olvidada o al menos de la que poco se habla públicamente de las consecuencias de esta crisis, y es la realidad de que algunas firmas están reduciendo su plantilla o tienen previsto que esto pueda ser una necesidad a corto-medio plazo

Y la forma en que una firma, en los momentos de crisis y turbación,  enfoca la salida de algunos profesionales, es donde realmente se puede apreciar la cultura real y los valores y principios de un despacho.

En este sentido, es el momento de “acompañar” y cuidar más que nunca a los abogados que salen de los despachos. Una crisis como la actual requiere ser más cuidadoso, y mantener las promesas realizadas a los profesionales. De tal modo, que algo tan desagradable como es la salida forzada de un profesional, puede reconvertirse en una situación menos traumático y en cierto modo, en un ejemplo del buen hacer de los despachos de abogados como institución.

El “outplacement” legal, es el servicio que se presta a las firmas para acompañar a los profesionales que salen, destinado a que éstos reciban un asesoramiento y formación del mercado jurídico y de sus capacidades para que encuentren las mejores opciones en el mercado acorde a su realidad.

Este asesoramiento, es una forma de acompañar y cuidar a los profesionales que se marchan, ayudándoles a encontrar un lugar para continuar su carrera profesional, y a la vez ayuda a ambas partes.

Se dice, y es cierto, que: “Los programas de outplacement legal aportan un valor añadido a los bufetes y áreas jurídicas que miran de frente la realidad actual. Logran que la salida de las personas que ya no encajan en la estructura corporativa esté acompañada de profesionales con conocimiento específico en el sector de la abogacía, facilitando la difícil tarea de encontrar aquello que se ajuste a sus necesidades tanto profesionales como personales.”

Este es el objetivo principal,  pero a la vez sirve para demostrar los principios y valores de las firmas que ayudan a sus profesionales, también en los momentos complicados de ruptura.

Aunque no sea el tema más agradable y glamouroso para tratar en estos tiempos de post-pandemia, creemos que reflexionar sobre la necesidad de salidas de profesionales, y especialmente la “forma” en la que vamos a enfrentarnos a ese proceso, resulta hoy obligado para aquellos con responsabilidad dentro de los despachos.

En estas cuestiones el “modo” es determinante para que una decisión tan extrema pueda convertirse en un éxito o al menos deje de ser un pequeño trauma, y que a la vez cuide la futura relación de los involucrados y la propia reputación de la firma.

José Luis Pérez Benítez
Socio de BlackSwan
Web: https://blackswanconsultoria.com/
TWITTER: @jlpbenitez

Comparte: