22 junio 2015

Viejas costumbres en la era de las nuevas tecnologías

JoeInSouthernCA bajo licencia Creative Commons Attribution-NoDerivs 2.0 Generic (CC BY-ND 2.0)
JoeInSouthernCA bajo licencia Creative Commons Attribution-NoDerivs 2.0 Generic (CC BY-ND 2.0)

Nos encontramos en la actualidad en un proceso de avance tecnológico como ninguna otra vez se recuerda en los últimos años en el campo de la informática.

Vivimos lo que se conoce como la era de las nuevas tecnologías, aunque muchos estudiosos de la materia aún se cuestionan cuál es el significado real de este concepto tan novedoso.

Algunos autores consideran que el concepto de  nuevas tecnologías o TIC  ( Tecnologías de la Información y la Comunicación) ha supuesto una revolución novedosa respecto al concepto arcaico de internet, tal y como se conocía en el año 1969 , y esta nueva denominación ha sido la clave que ha permitido la gestación del concepto Sociedad de la Información, que no es otra que la sociedad en la que vivimos hoy en día por la importancia y dependencia que tenemos de estas nuevas tecnologías en todos los aspectos de nuestra vida.

En cambio, otros autores consideran que el concepto de nuevas tecnologías o TIC  realmente hace alusión a la evolución del concepto internet aplicado a los avances informáticos que nos rodean (smartphones, tablets, redes sociales…), pero que no deja de ser el cambio meramente lingüístico del concepto internet para englobar las nuevas “aportaciones” dentro del progreso de la informática en las últimas dos décadas, pero sin cambiar su esencia como tal.

Dentro de esta línea argumental, vamos a realizar un análisis desde un punto de vista social y profesional sobre si realmente hacemos un uso adecuado y acorde de las nuevas tecnologías o por el contrario, seguimos “pecando” de realizar los mismos hábitos que se hacían antes de la aparición de las TIC en nuestro entorno.

Es raro encontrar perfiles en redes sociales que no contengan una imagen real de la persona que es propietaria de dicho perfil o datos como la dirección postal o el número de teléfono.

Recuerdo no hace muchos años cuando me decían que nunca le diera a nadie que no fuera de confianza datos relativos a mi persona, como era mi contraseña o dónde vivía o mi número de teléfono, pero estas enseñanzas no parece ser que hayan sido inculcadas a muchos de los usuarios que pululan en las citadas redes sociales y seguimos viendo cómo se cuelgan sin ningún tipo de control todo tipo de datos, sin conocer qué tipo de personas pueden tener acceso a ellos.

Hace unos días, leí una noticia que me dejó perplejo y es que se había creado una campaña mediante la cual se ofrecía Wi-Fi gratis a los usuarios a cambio de compartir su contraseña de VKontakte, una red social muy popular en Rusia.

Ya se pueden imaginar cuál fue el número de personas afectadas por esta campaña de Phishing que vieron como perdieron su cuenta.

Realizando una búsqueda sobre posibles ofertas de empleo, no es extraño encontrar que los requisitos que se piden para un puesto de Consultor TIC o Experto en Nuevas Tecnologías sean los siguientes: Ingeniero Técnico con conocimientos en LOPD.

Esta competencia que se ha creado entre los perfiles Ingeniero Técnico versus Abogado TIC ha supuesto un problema a la hora de encontrar un trabajo para ambos colectivos.

Dicha cuestión ha llevado a la queja de muchos profesionales por un posible intrusismo potenciado por las organizaciones, en tanto en cuanto, estamos en un momento donde las oportunidades laborales son cada vez menores y se está buscando un perfil que rara vez se va a encontrar en una misma persona, como es tener estudios en Derecho y Ingeniería y haberse especializado en materias TIC o relacionadas con Seguridad Informática.

Parece pues que volvemos a la vieja costumbre de querer a un único profesional con conocimientos básicos o medios de dos ramas tan diversas como son el Derecho y la Ingeniería para que ejerza funciones que deberían ser realizadas por dos profesionales especializados que desempeñen cada uno su función dentro de su campo en un ámbito colaborativo que beneficie mutuamente tanto a ambos  profesionales como a los objetivos marcados por la organización.

Con estos dos ejemplos hemos podido comprobar que, a pesar de la introducción de las nuevas tecnologías, seguimos con las mismas costumbres que deberían estar obsoletas y ser renovadas de forma inmediata.

Y la única manera de empezar a introducir nuevas costumbres en las nuevas tecnologías es seguir el consejo que propuso Andy Warhol al expresar Se dice que el tiempo cambia las cosas, pero en realidad es uno el que tiene que cambiarlas.”

Fernando Benítez Rodríguez.

Abogado especialista en Nuevas Tecnologías

@fernandobenitez

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