12 junio 2023

Postureo tecnológico en Redes Sociales: La diferencia entre ser y parecer un experto

Elen IrazabalPor Elen Irazabal

Hoy voy a decir algo que parece obvio, pero no tanto mirando las redes sociales: Leer dos artículos de Inteligencia Artificial no te hace experto en IA. Con las redes sociales, compartir en con un clic un artículo es muy fácil, mucho más que ponerte a crear algo con la información que estás compartiendo. También dar una conferencia que te la has podido preparar con lo que otros han dicho. Pero no hay que confundirse, estos campos de estudio son complejos y necesitan un verdadero compromiso para dominarlos.

Las redes sociales se han convertido en una especie de juego de ilusiones donde cualquiera puede pretender ser un experto en cualquier cosa. Mientras tanto, las voces verdaderamente autorizadas se ven ahogadas en el ruido.

Por otra parte, en el sector jurídico se tiende a pensar que si eres especialista en cierta materia de tecnología lo tienes que ser en todas. Dominar uno no implica automáticamente la comprensión del otro.

Ser experto en Blockchain no te hace ser experto en Inteligencia Artificial, ser experto en Inteligencia Artificial no te hacer ser experto en el Metaverso y ser experto en dos de esas materias no te hace ser experto en la tercera. La tecnología tiene varias vertientes; saber una de ellas no te hace ser experto en el resto. Saber de derecho digital y tener conocimientos de conceptos jurídicos aplicados a herramientas de tecnología no te hace ser experto en la materia de tecnología en su conjunto.

Por tanto, debemos resistirnos a hacer generalizaciones sobre tecnología basándonos únicamente en nuestro conocimiento de una sola área. Un problema legal o ético en el ámbito de la Inteligencia Artificial no se aplica necesariamente a la Blockchain o al Metaverso, y viceversa. Cada uno de estos campos presenta desafíos y necesidades únicas en términos de regulación, cumplimiento y ética.

Por ejemplo, un experto en Inteligencia Artificial, que está familiarizado con el aprendizaje automático, los algoritmos y la ética de la IA, puede carecer del conocimiento profundo necesario para navegar de forma segura en el mundo del Blockchain, con su terminología única, su estructura de red descentralizada y los complicados aspectos legales de los contratos inteligentes.

Además, este malentendido puede llevar a errores graves, ya que las estrategias, políticas y consideraciones éticas y legales pueden variar considerablemente de un campo tecnológico a otro.

Cada uno de estos campos enfrenta sus propios desafíos en términos de regulación, cumplimiento, seguridad y privacidad.

Por supuesto, tener conocimientos legales no equivale a tener competencias técnicas. Entender conceptos como sesgo o transparencia no significa que sepas cómo aplicarlos automáticamente a la Inteligencia Artificial, o que puedas realizar un análisis exhaustivo de los mismos. Incluso, conocer los aspectos técnicos del Metaverso no implica que entiendas Inteligencia Artificial, ni mucho menos que estés preparado para emprender proyectos en la materia. En ocasiones, el término Legaltech o la etiqueta de “experto en tecnología” se utilizan como comodines, dando la impresión de que se domina toda tecnología cuando no es el caso.

Por lo tanto, es crucial para los abogados y otros profesionales del derecho adoptar un enfoque realista y humilde hacia la adquisición de conocimientos en el campo de la tecnología. Debemos reconocer y respetar la amplitud y la profundidad de cada campo, y dedicar tiempo y esfuerzo a aprender de forma continua.

El camino hacia la verdadera pericia se fundamenta en el estudio exhaustivo, la reflexión continua y la disposición para aprender y adaptarse a medida que evoluciona la tecnología. Un enfoque equilibrado y centrado nos permitirá contribuir de manera significativa en nuestras respectivas áreas de especialización y evitar la propagación de desinformación y malentendidos.

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