01 abril 2019

Sí, se puede innovar siendo un despacho pequeño

Alejandro Sánchez del CampoPor Alejandro Sánchez del Campo
TWITTER @replicantelegal

He cometido un error imperdonable. Mejor dicho, dos. El primero es no leer todos los contenidos de este blog de Innovación Legal según se publican. El otro, aún más grave, es ponerme a escribir mi columna trimestral sin verificar antes si los temas que iba a comentar ya se había tratado antes por alguno de mis compañeros de tribuna. El hecho es que tenía pensado escribir sobre la importancia de la experiencia de cliente y la diferenciación pero veo que Jordi Estalella y Mark Cohen ya han abordado ambas cuestiones magistralmente. Toca cambiar de planes y replantear el artículo. Me lo tomo con humor porque la innovación va de eso.

Ya he dicho en alguna ocasión que, en mi opinión, la innovación no depende tanto de la tecnología o el tamaño del despacho sino de la mentalidad de las personas que integran y que lideran el equipo. Sin embargo, ocurre con frecuencia que los ejemplos que se usan para ilustrar cómo se está transformando el sector jurídico son de despachos grandes, anglosajones en su mayor parte.

Lo cierto es que hay muchos abogados y despachos pequeños que están llevando a cabo iniciativas muy interesantes, que no siempre tienen la visibilidad que se merecen así que me gustaría mencionar algunas de ellas, sin pretender por supuesto ser exhaustivo sino simplemente corroborar que es más importante la actitud que los recursos.

  • Empiezo por la más reciente: Secuoya. Lo que arrancó como un grupo de Telegram impulsado por Jorge García Herrero para resolver dudas y compartir conocimiento, se ha transformado en un equipo de más de diez juristas especializados en protección de datos, que se han unido para colaborar (un verbo que a los abogados nos cuesta mucho conjugar) en la difusión de la importancia de la privacidad y que está poniendo en marcha proyectos tan interesantes como la ‘lista viernes’, que evita que recibas spam electoral por medios electrónicos, o el recurso de inconstitucionalidad contra el artículo 58bis de la nueva ley de protección de datos, que acaba de ser admitido a trámite.
  • Alguien que ha entendido muy bien cómo comunicar en redes sociales es David Miranda, socio de Osborne Clarke en Barcelona. Sus hilos de Twitter (@davmiranda) sobre aspectos jurídicos relacionados con venture capital y temas mercantiles en general, son una maravilla.
  • Innova Abogados (el nombre ya es una declaración de intenciones) son un grupo abogados de Burgos que previamente ejercían cada uno por su cuenta y decidieron unir fuerzas y crear un despacho que ofreciera un servicio legal integral a empresas y particulares. Hasta aquí nada muy novedoso. Lo relevante es que desde el primer minuto tuvieron claro que la experiencia de cliente era esencial y lo llevan a la práctica a la perfección, a partir del momento en el que un cliente actual o potencial entra por la puerta o contacta con ellos.
  • Decía Kafka que un abogado es una persona que escribe un documento de 10,000 palabras y lo llama un resumen. Más allá de la broma, es verdad que muchas veces nos cuesta sintetizar y, sobre todo, comunicar de una forma comprensible para los destinatarios de nuestros servicios. Los términos y condiciones aplicables a los servicios de internet son el ejemplo más evidente pero tenemos muchos otros: hojas de encargo de los despachos, expedientes administrativos, sentencias judiciales, contratos, etc. Por eso estoy convencido de que el legal design ha llegado para quedarse. Y en esa nueva disciplina hay dos maestros: Jorge Morell y Bárbara Román. Su guía legal para Youtubers es genial. En lugar de hacer un informe largo y farragoso sobre todas las cuestiones legales que plantea el uso de la plataforma, prepararon un post con varios videos de Youtube en los que entrevistan a Youtubers sobre cuestiones jurídicas. El resultado es un “entregable” en un formato distinto del clásico Word, que llega mucho más fácilmente a sus potenciales clientes porque les habla en su idioma y usa sus mismos códigos de comunicación.
  • Hablamos mucho de la necesidad de reinvención profesional para poder hacer frente a todos los cambios que estamos viviendo. Un ejemplo de ello es Alex Gómez de la Cruz (@agomezdelacruz). Empezó su carrera profesional como abogado experto en fiscal pero la función jurídica se le ha quedado pequeña y se ha lanzado a crear varias startups y diversas iniciativas relacionadas con el mundo blockchain. Actualmente es uno de los mayores expertos en la materia en España.

Los ejemplos anteriores son un simple botón de muestra que ilustra que están ocurriendo muchas cosas y que, con ingenio y pasión, se pueden conseguir resultados espectaculares y, sobre todo, diferenciación, porque cada es más claro que o eres diferente o eres barato.

Hace unos días escuchaba a mi amigo Óscar Casado contar que Zaryn Dentzel, uno de los creadores de Tuenti, usaba frecuentemente la siguiente frase: “tengo un plan, se llama hacer cosas”. Creo que un buen consejo. Probar cosas nuevas hasta que esa conducta se convierta en hábito. A veces acertaremos y otras aprenderemos.

Última cosa: el 9 de mayo estaré en Valladolid en el XII Congreso Nacional de la Abogacía, evento en el que se tratarán muchas de las cuestiones que abordamos en este blog de Innovación. Si alguno estáis interesados en tomar un café para intercambiar ideas, proponer temas para artículos o simplemente desvirtualizarnos, enviadme por favor un mensaje a través de LinkedIn y nos vemos allí.

Alejandro Sánchez del Campo
Of Counsel de Garrigues en el área de Startups and open innovation
Twitter: @replicantelegal
Web: http://replicantelegal.com/

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