07 diciembre 2016

Discapacidad, una cuestión de Derechos Humanos

El 3 de diciembre se celebró, como cada año desde 1992, el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Un colectivo –la “minoría más amplia del mundo”, en palabras de la ONU- que engloba a los más de mil millones de personas –el 15% de la población mundial- que sufre algún tipo de discapacidad. De ellos, casi cien millones son niños que, además, tienen cuatro veces más posibilidades de ser víctimas de algún tipo de violencia. En nuestro país viven aproximadamente cuatro millones de personas con discapacidad.

En el ámbito jurídico, la discapacidad es una materia de alto contenido social  y tiene una trascendental importancia para la abogacía. El 3 de mayo de 2008, con la entrada en vigor de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, este tema se convirtió en una cuestión de Derechos Humanos. Pero una vez reconocido un derecho, hay que garantizarlo y, para ello, la labor y el compromiso de los profesionales de la abogacía son fundamentales.

Con el objetivo de mejorar la justicia y hacerla más accesible para las personas con discapacidad, desde la Abogacía Española hemos establecido convenios específicos con asociaciones e instituciones que trabajan en este ámbito. En 2004 firmamos un convenio marco con el CERMI y la Fundación ONCE, con el que se ponía en marcha la cooperación institucional entre las tres partes firmantes. Y con la ONCE hemos colaborado en torno al Día de la Justicia Gratuita, el 12 de julio: los cupones que esta organización vende para el sorteo que se celebra en esa fecha están dedicados a la Justicia Gratuita, dejando constancia de la sensibilización de los abogados con la discapacidad, la justicia y la libertad.

Respecto a los procesos judiciales, además de la necesaria adecuación de los procedimientos para que el acceso de las personas con discapacidad a la justicia sea efectivo, es asimismo muy importante la existencia de operadores jurídicos concienciados. En este sentido, es importante la labor del Aula de Derechos Humanos de la Fundación Abogacía Española dirigida a abogados y abogadas para mejorar la atención a personas con discapacidad intelectual que se enfrentan a un procedimiento judicial, organizada en colaboración con Plena Inclusión, la Fundación ONCE y CERMI. Un proyecto cuyos principales objetivos son que los profesionales de la Abogacía conozcan los aspectos clave de la Convención Internacional sobre los Derechos de las personas con discapacidad y la principal normativa de referencia, y dotarlos de conocimientos sobre qué es una discapacidad intelectual así como herramientas prácticas que les permitan garantizar a las personas con discapacidad el ejercicio efectivo del derecho de acceso a la justicia.

También los Colegios de Abogados, en el ámbito de sus competencias, actúan para facilitar el acceso de las personas con discapacidad a la justicia. Un ejemplo es la creación, por parte del Colegio de Abogados de Madrid, de un Turno de Oficio específico para víctimas con discapacidad intelectual o enfermedad mental que han sido objeto de abuso o maltrato. O la creación de una Sección de Derecho de la Discapacidad en el Colegio de Abogados de Valencia, que se centra en los distintos operadores jurídicos que giran en torno a los derechos de las personas con discapacidad y dependencia. También este Colegio firmó un convenio con COCEMFE de la Comunidad Valenciana para prestar el servicio de mediación –una forma eficaz y pacífica de solucionar conflictos- a personas con discapacidad, con la finalidad de que puedan gestionar conflictos en el ámbito familiar, en las relaciones sociales o en otros campos.

Todos estos son pasos en el camino que hemos de recorrer para que se cumplan los principios de igualdad y no discriminación de todos los ciudadanos, un trabajo en el que todas las iniciativas y aportaciones son bienvenidas, porque todas suman. Y en este “todos los ciudadanos”, no podemos olvidar a los abogados y abogadas con discapacidad. Debemos sensibilizarnos sobre su situación, las barreras que tienen que superar y procurar soluciones para que puedan ejercer su labor en igualdad de condiciones que el resto de compañeros.

Para que se cumpla el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que garantiza la libertad e igualdad en derechos de todos los seres humanos, debemos trabajar a diario. En materias como la discapacidad vamos por el buen camino, pero no debemos ni queremos bajar la guardia.

 

Comparte: