13 octubre 2017

Necesitamos veterinarios forenses

Lourdes Cano García. Abogada. Miembro de la Comisión de Protección Animal y Medioambiental del Colegio de Abogados de Córdoba

Cuando hace ya casi un año celebramos la I Jornada Jurídica sobre Protección Animal y Medioambiental en el Colegio de Abogados de Córdoba, se puso de manifiesto por Dª Mª Eugenia Bautista, Fiscal Delegada de Medio Ambiente de la Fiscalía de Córdoba, la necesidad de contar con un cuerpo de veterinarios forenses para obtener  pruebas incriminatorias suficientes en los procedimientos por delitos contra los animales. Esta necesidad también fue referida como clave para una eficaz persecución de dichos delitos por el Teniente Jefe de la Sección del SEPRONA de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba.

Resulta frustrante cómo, a pesar de los loables cambios legislativos y de sensibilidad social respecto al maltrato de que son objeto, en muchas ocasiones no resulta posible conseguir sentencias condenatorias por falta de una prueba pericial imparcial y contundente que confirme la relación causal y las consecuencias del daño sufrido por uno o varios animales.

Importancia probatoria de la pericial veterinaria

Es muy significativo cómo en supuestos en los que existe prueba suficiente respecto de la autoría del delito, son determinantes e imprescindibles para una conclusión condenatoria, la intervención de un perito veterinario. Cito algunos ejemplos:

Obviamente el perro pudo haber muerto por causa natural derivada o no de una dolencia previa pero tal posibilidad quedó completamente rechazada por el único veterinario que tuvo acceso a su cadáver y que concluyó que ésta fue intencional, conclusión que viene corroborada por la documental fotográfica en la que se aprecia que el cuello del animal aparece fuertemente presionado por una soga.”

Al punto que los peritos veterinarios coincidieron en que las múltiples fracturas de costillas con desplazamiento de algunas de ellas tuvieron que ser de una gran intensidad, siendo imposible que se produjeran como consecuencia de una caída desde la altura de una cama.”

Lo declarado por dichos testigos, a juicio de la sala está plenamente corroborado a la vista del contenido de los dos informes veterinarios obrantes a los folios 11 y siguientes de la causa y debidamente expuestos en el plenario por su autor D. Darío , pudiendo concluirse de dichas pruebas que ambos animales, que estaban sanos cuando fueron adoptados, cuando fueron rescatados por la protectora se encontraban gravemente enfermos, habida cuenta la falta de cuidados básicos por parte de los acusados encargados de su custodia.”

 Contenido de la pericial veterinaria

Cuando se produce una lesión de un animal, se suscitan una serie de cuestiones que implican la necesidad de recoger el mayor número posible de datos que permitan una reconstrucción lo más exacta posible de los hechos para permitir su análisis por parte de la autoridad judicial y que básicamente se centran sobre:

-¿Cuándo ocurrió?

-¿Cómo ocurrió?

-¿Qué la produjo?

-¿Qué consecuencias tuvo?

-Circunstancias concurrentes, etc.

-¿Quién o quienes pudieron producirlas?

– Características y situación de la víctima.

El papel del veterinario resulta esencial desde la primera asistencia, pasando por el control del proceso hasta la emisión del informe de alta. La reconstrucción de los hechos y de las circunstancias que rodean a unas lesiones exige la recogida de la información clínica relevante con precisión y nunca olvidando aquellos detalles que pueden tener un importancia escasa desde el punto de vista clínico asistencial, pero que resultan fundamentales desde la perspectiva pericial.

El tema es muy amplio, pues existen otras vertientes como la cuantificación económica del daño sufrido por el animal. No solamente deberán cuantificarse los gastos veterinarios para su sanación, sino también el beneficio que un animal muerto o dañado deja de procurar a su dueño y por supuesto, el daño moral que causa al mismo la pérdida o sufrimiento de su animal de compañía.

El tema es extenso y recomiendo muy vivamente a mis compañeros que lean el Discurso del Excmo. Sr. D. Aurelio Luna Maldonado en el Acto de Toma de Posesión como Académico de Honor de la Academia de Veterinaria de la Región de Murcia, de donde he obtenido información y que me ha impresionado por su completo contenido pero sobre todo por la inmensa humanidad y sensibilidad que destila hacia los animales (http://www.avrm.es/wp-content/uploads/2016/12/LIBRO-MALTRATO-ANIMAL-PARA-WEB.pdf).

Un cuerpo de Veterinarios Forenses al servicio de la Justicia

Como medio esencial para la efectividad de la importante reforma legislativa del 2015, resulta necesaria la creación de un cuerpo de Veterinarios Forenses al servicio de la Administración de Justicia, adscrito orgánicamente al Ministerio de Justicia y que de este Ministerio, o de las Comunidades Autónomas transferidas en materia de Justicia, ejerzan sus funciones con plena independencia y bajo criterios estrictamente científicos. En definitiva, similar al cuerpo de Médicos Forenses, que supondría además una interesante opción para la profesión veterinaria, desde mi punto de vista, injustamente tratada desde el punto de vista de la Administración.

Desde hace meses, en la Comisión de Protección Animal y Medioambiental del Colegio de Abogados de Córdoba a la que pertenezco, estamos trabajando en este objetivo. Contamos con la plena disposición y entusiasmo de la Fiscalía de Córdoba, del Juez Decano de Córdoba, del Colegio de Veterinarios y de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, cuyos representantes están volcados en este proyecto.

También será necesario presentar esta propuesta a la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía, para que en un principio se pueda crear un listado de peritos titulados veterinarios (a elaborar por el Colegio de Veterinarios) adscritos a la jurisdicción penal con retribución a cargo de la Administración, así como la intervención del departamento de Veterinaria Legal y Forense de la Facultad de Veterinaria.

En definitiva y desde mi punto de vista, quizá debamos preocuparnos, antes de clamar por el aumento de las penas, de que se procuren los medios necesarios para la efectividad de la normativa que pena el maltrato animal que ya tenemos, siendo imprescindible disponer de peritos veterinarios que es la cuestión que nos ocupa, así como organizar programas de reeducación del condenado como pena complementaria, la acusación individualizada de los delitos por víctima… de manera que, además de hacer más efectivas las normas que sancionan, se genere una conciencia que evite la comisión y reincidencia de éstos delitos.

Comparte: