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01 febrero 2022
Por Óscar León
TWITTER @oscarleon_abog
El informe oral, conclusiones o alegato constituye una de las fases del proceso más cuestionada por abogados y jueces; múltiples son las razones que se han ofrecido para criticar su valor o, dicho de otro modo, su eficacia. Ojo, esto no significa que exista una corriente mayoritaria que censure la validez del informe oral, pero, que se encuentre cuestionado por muchos operadores jurídicos queda fuera de toda duda.
Sin pretensión de exhaustividad, a continuación recogemos una relación de algunas de las críticas que el informe oral ha recibido por jueces y abogados:
Lo que opinan algunos jueces
Lo que opinan algunos abogados
Si observamos las impresiones o quejas más habituales, encontraremos tres perspectivas: una primera, basada en la falta de creencia del juez en la eficacia del informe, porque este no aporta nada (postura que se asocia a la percepción del abogado de que el juez mantiene dicho criterio); una segunda, en la que el juez no extrae beneficio alguno del informe oral pues no recibe la información que necesita del abogado; y una tercera, en la que la conducta del juez se aparta de las normas de atención exigibles durante la exposición del informe oral.
No obstante, a pesar de la existencia de dichas razones (que contribuyen al descrédito del informe oral), en mi opinión, es un trámite procesal de enorme importancia, ya que, sin olvidar que normativamente constituye un acto preceptivo (y si es así, por algo será), durante el mismo, los abogados (generalmente por última vez en el proceso) valoran las pruebas practicadas y plantean sus argumentaciones jurídicas a la vista de dicha valoración, proceder éste que se antoja más que necesario para fundamentar de hecho y de derecho la pretensión de cada parte, con el fin de que el juez se ilustre para adoptar una u otra tesis. Es decir, con este trámite contradictorio, se facilitan al Juez los datos esenciales de la problemática del pleito, fáctica y jurídica, alcanzando con mayor facilidad la comprensión que le llevará a la resolución del caso.
Pero es que, con independencia de la finalidad de persuadir y convencer al juez para que adopte la tesis defendida, lo cierto es que el alegato (especialmente si cuenta con una adecuada preparación) dispone de una serie de beneficios adicionales que no podemos olvidar, y que refuerzan la idea de su importancia:
Partiendo por tanto de su importancia en el proceso y de los beneficios adicionales que podemos alcanzar con una buena preparación, los abogados hemos de empeñarnos en valorarlo adecuadamente, y extraer del mismo todas sus ventajas.
Es cierto que los jueces están saturados de pleitos y escuchar cada día numerosos informes orales, pesando además sobre ellos una enorme carga de trabajo, lo que los hace probablemente poco proclives a escuchar con la necesaria atención un informe oral en el que no concurran elementos como la brevedad, concisión, orden, claridad, valoración de la prueba y ordenada argumentación, etc. Sin embargo, de concurrir los mismos, estoy convencido de que el informe oral será de extraordinario valor para el juez al llamar su atención e interés y, en consecuencia, será igualmente una herramienta eficaz para el abogado.
Significar que siempre encontraremos jueces y a abogados que no valoran el informe oral, pero ello no debe impedir que sigamos construyendo y exponiendo informes orales que hagan que el juez cambie la opinión alcanzada durante la fase probatoria, o que ayuden a confirmarla.
Concluyo, a modo de curiosidad, con los resultados de una encuesta que hice en Twitter hacer un año sobre la importancia del informe oral:
¿Crees que el informe oral del abogado puede influir en la decisión final del juez?
Óscar León
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