Blog de Comunicación y Marketing Jurídicos
29 julio 2025
En los últimos meses, hemos sido testigos de una serie de movimientos estratégicos que están marcando un punto de inflexión en el modelo tradicional de alianzas entre firmas locales y multinacionales del sector legal. Desde la desvinculación de importantes despachos latinoamericanos de sus anteriores aliados globales hasta el surgimiento de nuevas integraciones con presencia española, como la entrada de Pérez-Llorca en México o la incorporación de Sánchez Devanny a Garrigues, el mapa legal internacional está en plena reconfiguración.
Uno de los casos más recientes fue el del Estudio Echecopar, que anunció el fin de su relación exclusiva con Baker McKenzie en Perú, retomando su independencia tras más de una década de alianza. La decisión coincidió con su 75 aniversario y vino acompañada de una renovación de marca e identidad institucional.
Un año antes, la firma colombiana Martínez Quintero Mendoza González Laguado & De La Rosa, que había operado bajo la marca DLA Piper durante varios años, también optó por continuar como firma independiente, marcando un hito significativo en la región andina.
Un debate necesario: ¿qué aporta realmente una alianza internacional?
Durante un reciente encuentro que organizamos vía Zoom en el que contamos con Pedro A. Freyre, presidente de la Práctica Internacional de Akerman, firma con sede principal en Miami, abordamos precisamente esta cuestión: la creciente revisión -y en ocasiones ruptura- de alianzas entre firmas locales y multinacionales del sector legal.
¿Qué está llevando a muchas firmas a replantearse su lugar dentro de estas estructuras?
Desde nuestra experiencia como consultores especializados en el sector legal, identificamos cuatro factores clave:
• Desalineación estratégica y cultural: lo que inicialmente parecía una oportunidad de crecimiento, se convierte con el tiempo en un obstáculo a la hora de tomar decisiones ágiles y adaptadas al mercado local.
• Restricciones operativas y conflictos de interés: muchas veces, los acuerdos de exclusividad limitan la captación de clientes clave o la expansión de áreas estratégicas.
• Baja transferencia de negocio real: no siempre las promesas de flujo internacional se materializan. En algunos casos, la firma local termina aportando más de lo que recibe.
• Madurez y consolidación del talento local: cuando una firma ya tiene reconocimiento, cartera y equipo, la necesidad de depender de una marca internacional pierde sentido. El deseo de construir una identidad propia y controlar la narrativa estratégica se impone.
El reto: construir nuevos modelos de colaboración
Todo esto nos lleva a una pregunta de fondo que cada vez más despachos se hacen:
¿Cómo construir modelos de colaboración internacional más flexibles, simétricos y sostenibles?
Quizá el futuro no pase tanto por integraciones formales, sino por estructuras más livianas, basadas en la confianza, en objetivos compartidos y en una verdadera compatibilidad estratégica.
En paralelo, también emerge otra reflexión:
¿Qué sucede cuando una firma local madura más rápido que su alianza internacional y necesita espacio para crecer con su propia voz?
La respuesta no es sencilla. Pero lo que sí es evidente es que nos encontramos en un momento apasionante para el rediseño del sector legal. Un momento donde muchas firmas están volviendo a mirar hacia dentro, hacia su equipo, su mercado y su propósito, con la convicción de que no hay una sola vía hacia el éxito… y que no todas las alianzas suman.
Desde Gericó Associates vivimos esta transformación desde dentro, acompañando a quienes se atreven a cuestionar lo establecido y a construir una firma alineada con su propósito, su visión y su momento. Lo hacemos cada lunes en la sala Next Generation, un espacio donde no solo se comparten herramientas, sino también decisiones valientes, ambición colectiva y una nueva forma de entender el liderazgo en el sector legal.