21 octubre 2020

Eduardo Íscar: “Tenemos que dedicar más tiempo a formarnos en los nuevos avances tecnológicos”

  • Presentación el 4 de noviembre del `Informe Abogacía Futura 2021: Prospectiva de negocio emergente´

“Por supuesto que los abogados tienen que seguir formándose en las reformas legales de materias tradicionales; pero hay que prestar una mayor atención a los conocimientos sobre Inteligencia Artificial, Blockchain, Protección de Datos o el mundo de las innovaciones médicas o internet de las cosas…”, ha vaticinado Eduardo Íscar, decano del Colegio de Abogados de Salamanca y coordinador del informe ‘Abogacía Futura 2021: prospectiva de negocio emergente’ que se presentará el próximo 4 de noviembre en el Consejo General de la Abogacía.

El informe analiza el mercado de los servicios legales del futuro y es continuación del primer estudio iniciado en 2017 y presentado en el Congreso Nacional de la Abogacía de Valladolid en 2019. El interés mostrado por los abogados y el planteamiento de continuidad, impulsó a los autores a trabajar en su actualización y “ahí radica su importancia y su mayor fortaleza, en la idea de trasladar a los compañeros un estudio en el que las posibilidades de negocio se han ido contrastando en este tiempo, por lo que no es una información puntual sino una radiografía de la evolución de los posibles nuevos mercados”, ha asegurado Íscar.

INSCRIPCIÓN Y MÁS INFORMACIÓN

La sociedad está cambiando y la abogacía debe ir de la mano de las empresas y de la ciudadanía, por ello el informe está orientado a dar soluciones a todos los abogados y abogadas, con independencia del volumen y tamaño de su despacho. Los siete informes que conforman ‘Abogacía Futura 2021: prospectiva de negocio emergente’ abordan la figura del abogado “como elemento esencial desde el inicio de cualquier negocio o proyecto” además el correcto asesoramiento jurídico desde el principio “permite no solo evitar conflictos sino aumentar y mejorar la oportunidad de la mayoría de los negocios, los tecnológicos también”.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL, INTERNET DE LAS COSAS Y ENVEJECIMIENTO

Íscar ha anticipado que todo lo relacionado con la Inteligencia Artificial y el tratamiento de datos personales relacionados con internet de las cosas y la salud “tendrán un gran auge en los próximos años así como el mundo del envejecimiento al que dedicamos un apartado especial con la colaboración de la Mutualidad de la Abogacía”. El aumento del período de envejecimiento genera la aparición de un nuevo cliente que muchos pensaban quedaba fuera del campo económico y del negocio legal, sin embargo “los mayores de 65 años siguen generando y administrando muchos recursos (de ocio, de inversión, sanitario etc…) y van a necesitar nuestro asesoramiento especializado”.

Para muchos abogados y abogadas estos informes son un instrumento para descubrir tecnologías que hace un año podían pensar que eran novedosas y con una aplicación lejana a sus despachos. Sin embargo, actualmente ya se están aplicando directamente, como sucede con los chatbots en las páginas web del despacho o la implantación de pequeños software que agilizan y mejoran trabajos repetitivos del bufete.

Desde el Consejo General de la Abogacía se apuesta por una profesión de calidad y cercana a la sociedad que necesita una formación continuada como eje de excelencia en el servicio a empresas y ciudadanos. Eduardo Íscar está convencido que proporcionar estos conocimientos “posibilita que muchos compañeros que estén interesados en salir de las áreas profesionales conocidas y cómodas -en algunas ocasiones agotadas o limitadas- exploren áreas del derecho que se están iniciando ahora”, labor divulgativa y formativa en la que destaca el papel que están desarrollando los Colegios de la Abogacía.

TRANSFORMACIÓN DIGITAL Y MODELOS DE NEGOCIO

Los expertos coinciden en que la transformación digital tendrá dos vertientes. Por un lado la transformación de los bufetes actuales en despachos cada vez más digitalizados, una apuesta tecnológica que se ha acelerado vertiginosamente con la aparición del Covid-19 al provocar un gran incremento del manejo y control de todos los elementos que permiten el trabajo en la nube, on line, agilización de los procesos y automatización de los mismos.

Pero por otro lado, el concepto de “abogacía digital nos lleva necesariamente a modelos de negocio basados en el derecho aplicado a la tecnología y es en la información sobre ambos conceptos en los que encajan estos informes que hemos actualizado”, ha asegurado el coordinador de  ‘Abogacía Futura 2021: prospectiva de negocio emergente’.

Todos estos avances tecnológicos analizados en el informe sobre prospectiva de negocio emergente para los profesionales de la abogacía necesitarán una regulación normativa que debe ir acompasada a los cambios sociales, no sólo desde el punto de vista legal sino también del ético. Además, ha destacado Íscar, “casi todas las iniciativas legislativas a nivel europeo en estas materias incorporan la figura del profesional jurídico como elemento de éxito para garantizar la calidad del servicio: el delegado de protección de datos (DPO), el compliance officer… y por ello la necesidad de regulación es evidente”.

La reciente incorporación del Consejo General de la Abogacía al CTEAJE (Comité Técnico Estatal de la Administración Judicial Electrónica) es una buena muestra de la voluntad de la abogacía de intervenir en los organismos reguladores y de control.

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