
Blog de Comunicación y Marketing Jurídicos
20 enero 2017
Por Cristina Ruiz
¿Es posible encontrar empleo para un abogado por internet? ¿Utilizan las empresas la información personal que colgamos en redes sociales? ¿En qué se fijan los reclutadores de capital humano a la hora de hacer una selección de personal?
Estas preguntas son las que palpitan en la mente de todos a los que nos inquieta la realidad social actual, bien por estar afectados directamente, bien por estarlo de manera indirecta. Pero también en la mente de todos los que, de alguna manera, bien personalmente, bien colaborando desde nuestros propios Colegios Profesionales intentamos aportar nuestro granito como ‘facilitadores’ para los futuros compañeros de profesión. ¿Se abre para los abogados un nuevo mercado de trabajo a través de las TICs?
Algunos datos de referencia, útiles:
Efectivamente, a través de las TICs, y en particular del entorno web, se abren nuevas fórmulas de acceder al mercado de trabajo presentándosenos como una gran oportunidad de encontrar y de ser encontrados.
No es desconocido que en gran parte de las ofertas de empleo que se mueven en la red se da una interrelación entre candidatos y reclutadores. Por un lado están los candidatos que usan los portales de empleo, las bolsas de empleo, las redes sociales específicas y las genéricas para buscar ofertas a las que inscribirse aportando su CV. Sin embargo, los reclutadores una vez que te consideran ‘a priori’ como una posible alternativa válida van más allá, te investigan como candidato en las redes sociales, tu comportamiento, tus relaciones, tu manera de comunicarte….
Por otro lado, internet es usado por los reclutadores para localizar candidatos afines a los perfiles que necesitan contratar para sus empresas y firmas. Los reclutadores utilizan las redes para localizar, relacionar, y conocer y atraer talento.
Sí, así es, el entorno web se configura como una oportunidad única para la empleabilidad o para la escalabilidad laboral, peeeeroooooooo:
Las oportunidades no surgen porque se tiene suerte, sino porque TÚ haces que las cosas sucedan
Ahora la pregunta que se presta es la siguiente:
La respuesta está en el mismo entorno web.
Todos, como usuarios, utilizamos internet para buscar ‘algo’. Cuando buscamos algo, nos gusta encontrarlo y encontrarlo con facilidad. También nos gusta, una vez que lo hemos encontrado, no tener que volver a hacer búsqueda para otras ocasiones, sino que esté siempre ahí.
También es ese sitio donde opinamos, y nos gusta también conocer qué opinan los demás sobre ese ‘algo’. Y en especial nos gusta saber qué piensan determinadas personas sobre ese ‘algo’.
Pues bien, como profesionales o futuros profesionales, nuestros objetivos en Social Media serán:
Nos encontramos frente a un nuevo paradigma para las personas, un cambio de actitud, una nueva manera de pensar, una nueva manera de actuar.
Es la posibilidad de plasmar nuestros valores, habilidades, sentimientos, emociones y conocimientos, de crear cambios en cualquier lugar, en cualquier momento.
¿Sabes por qué? Porque somos sociales por naturaleza.
Una red social es un grupo de personas –también de organizaciones- que están conectadas de alguna manera y se relacionan entre sí, de acuerdo a algún criterio: laboral, familiar, empresarial… Una comunidad se produce cuando un grupo de personas trasciende por intereses mutuos estableciéndose una vinculación emocional de pertenencia, de identidad.
Ah ¡Ya, bueno! Abro unos perfiles en redes sociales y ya está, ¿no? Jajaja… No es así exactamente, antes hay que ‘sentarse a reflexionar’:
Primera consideración: en las relaciones, en las redes sociales, tanto del entorno virtual, como del real:
Segunda consideración, de muchas más que podríamos hacer: en el entorno digital hay dos factores importantes más a tener en cuenta: el rastro digital y la huella digital. En ocasiones de forma involuntaria, como cuando cedemos nuestros datos al realizar una compra. Otras veces de forma voluntaria con nuestras publicaciones en cualquier red social… Todo ello deja de ser de nuestra exclusiva propiedad, quedando expuesto y al alcance de terceros. También todo aquello que hemos subido, o lo que han subido otros sobre nosotros, que aunque ya no queramos que permanezca visible, ahí queda. La desconexión virtual total se hace imposible. Este es el rastro digital que queda, que dejamos. Cuando nuestra presencia en la red se configura articulada bajo una estrategia dirigida hacia un objetivo, podemos empezar a hablar de huella digital, y no de rastro. Nuestra huella la configuramos gestionando nuestra marca personal.
Fíjate lo que ocurre cuando nos dejamos llevar, sin prestar atención al rastro que vamos dejando… Vamos a hacer un ejercicio:
Dinámica: Define tu propio tono de voz
Cada uno de nosotros somos únicos y tenemos un tono único a la hora de relacionarnos con los demás y con nuestro entorno. Esto no tiene mayor cuestión, está claro ¿verdad?
Pues bien, vamos a trabajar por parejas. Ya sabes, echa mano de tus compañeros de despacho, será divertido.
Elaborad diálogos con estas palabras/frases de tal manera que tengan sentido en función de la situación que planteéis, su entonación… (No se puede añadir ninguna otra palabra, tan sólo entonación, acciones y pausas -las pausas son importantes ya que pueden incluir acciones que nos ayudan a la comprensión del texto-).
Otra opción sería crear monólogos en vez de diálogos. También tiene su punto… jajaja…
A modo de ejemplo, este diálogo: (la situación es entre dos personas, una de ellas no quiere dar más importancia a lo sucedido, no tiene solución.)
¿Se parece al que has creado? ¿Parece responder a la misma situación?… seguro que no.
La cuestión es llamar tu atención sobre lo siguiente: a pesar de estar construido el diálogo, o el monólogo, con las mismas palabras y frases, el texto está sujeto a distintas interpretaciones en función del tono en el que se diga, cómo se arme….
Si mi mensaje no tiene tono y no va dirigido estará sujeto a múltiples interpretaciones, las deseadas o las no deseadas.
No permitas que sean los demás los que pongan tono a lo que tú comunicas.
Determina tu propio tono y construye tu comunicación siempre alrededor de tus valores y principios.
Definir tu propia voz tiene una importancia vital siempre, pero, y además, cuando queremos aprovechar las oportunidades que nos ofrecen las redes sociales para que nuestro talento o nuestros servicios sean contratados, bien por búsqueda activa de empleo, bien para propiciar el ser llamados por reclutadores de capital humano, bien cuando queremos ofrecer nuestros servicios profesionales.
Por ello es fundamental conocer a quién nos queremos dirigir y elaborar un mensaje que llegue de forma directa y con el tono adecuado con el fin de alcanzar nuestros objetivos.
Definir nuestro tono, dejar huella, construir nuestra marca… comunicarnos de manera coherente. Ser coherente significa: ser real, auténtico y genuino. Ser honesto, ser tú mismo.
Lo que se es y lo que se quiere ser, como persona y como profesional. Ser honesto es ser coherente con:
como persona y como profesional.
Todos tenemos un valor único… nuestro valor, es nuestra forma de pensar y nuestra forma de ser, que se manifiesta en lo que hacemos y lo que decimos.
Pregúntate: ¿Qué transmites cuando comunicas? ¿Transmites tu personalidad y tu valores cuando comunicas?
No dejes de pregúntate, ahora en primer lugar: ¿Te conoces realmente? ¿Conoces tu personalidad, tus valores…? ¿Conoces qué es lo que te impulsa? Quién eres y las cualidades que te hacen ser tú. Cuáles son tus atributos que te hacen ser distinto, que te definen como persona y como profesional. Ésa es tu esencia.
En general podemos hablar de seis emociones básicas sobre las que definir la personalidad. El resto se configuran alrededor de éstas:
En torno a estas emociones da respuesta a tu personalidad, tus valores y tus motivaciones.
Para ayudarte, piensa en:
Después de esta dinámica te conoces un poco más, y ahora es cuando debes empezar a ser consciente de transmitir tu personalidad y tus valores cada vez que comuniques.
La sobresaturación de candidatos ante cualquier opción de empleo en el sector legal, o ante el exceso de oferta para la contratación de nuestros servicios profesionales, propician la realización de prácticas que nos ayuden a tener mayores posibilidades presentando una alternativa diferente y con un propuesta de valor realmente atractiva para los reclutadores de talento de las firmas o empresas a las que queramos aspirar con nuestros servicios jurídicos.
El entorno Web nos da la oportunidad de mostrar y probar nuestro talento. Los expertos en capital humano valoran fundamentalmente las siguientes aspectos de actividad social, de nuestro #currículumsocial:
Todo esto habla de nosotros, y habla de nuestro valor real y nuestro valor de proyección
Y no olvides: sólo tú decides cuánto vales. Muéstralo regalando lo mejor de ti mismo.
Cristina Ruiz
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