Blog de Derecho Penitenciario
23 julio 2025
Por Cristina García Aguado, vocal de la Subcomisión de Derecho Penitenciario. TOAJP Gipuzkoa.
IA, desafío o realidad.
Existen, a juzgar de los expertos, grandes desafíos en este aspecto. En las prisiones, los principales retos son la infraestructura, la digitalización y la estandarización de información. Por ello es esencial modernizar y unificar las bases de datos, asegurando su correcta estructuración, actualización y fácil acceso.
En esta tarea, la IA puede ser una gran aliada, pero también se necesitan recursos humanos y materiales.
Por otra parte, es fundamental, considerar las implicaciones legales de la IA en el sistema penitenciario y asegurar el cumplimiento de las normativas. También deben considerarse los riesgos éticos relacionados con el uso de la IA en prisiones, para así prevenir abusos y garantizar la dignidad de los presos.
los funcionarios de prisiones pueden sentirse escépticos o resistentes a integrarla en sus decisiones y ello puede deberse a una falta de comprensión de esta tecnología, por lo que, a mi juicio, se debe dar un enfoque integral que combine innovación tecnológica y por otro, compromiso de las instituciones para asegurar lo más beneficioso en las prisiones.
Considero fundamental seguir una serie de prácticas éticas y técnicas, consistentes en auditorías regulares de algoritmos para identificar y corregir cualquier sesgo. Se trata de analizar cómo el sistema toma decisiones y si existen patrones que afecten desproporcionadamente a ciertos grupos. Al identificar estos problemas, se pueden ajustar los algoritmos para minimizar su impacto.
Otra cuestión a tener en cuenta, es la calidad de los datos con los que se entrenan los sistemas de IA. Es importante asegurar que los conjuntos de datos sean lo más completos y representativos posible.
Los sistemas de IA, deben ser diseñados, de manera que sus decisiones, sean explicables y auditables.
Los principales desafíos, se relacionan con los sesgos, ya que la IA puede amplificar sesgos históricos, afectando la equidad de las decisiones judiciales, especialmente contra grupos vulnerables. Las decisiones automatizadas pueden ignorar matices humanos y factores contextuales, lo que puede ser muy grave en la prisión preventiva. Otro de los desafíos, es mantener la privacidad y la protección de datos personales, por eso entiendo fundamental que las personas supervisemos el funcionamiento de la IA.
No obstante, son muchísimos los usos que se pueden dar a la IA para contribuir con el sistema penitenciario. Hay cárceles que ya lo están implementado.
La IA podría disminuir la subjetividad y discrecionalidad de cualquier decisión, puede analizar datos para evaluar el riesgo de fuga o reincidencia de manera más objetiva, ayudando a reducir el uso excesivo de la prisión preventiva y priorizando alternativas menos restrictivas. También podría servir para la optimización de la asignación de recursos, al identificar casos de menor riesgo que no requieren detención.
La IA puede liberar espacio en las cárceles y permitir que los recursos se concentren en la supervisión de personas que realmente representen una amenaza.
También la IA puede colaborar en la rehabilitación de reclusos, ya que los programas tradicionales, aplican un enfoque único, que quizá no sea efectivo para todos.
En la Unión Europea, el Reglamento General de Protección de datos europeo (RGDP), limita las decisiones automatizadas y la elaboración de perfiles de personas físicas sobre la base de categorías particulares de datos personales, para evitar efectos discriminatorios.
La ONU, ha alentado a los Estados miembros a promover sistemas seguros y fiables de inteligencia artificial, de manera inclusiva y equitativa, y para el beneficio de todos. El objetivo es evitar reforzar o perpetuar las aplicaciones y los resultados discriminatorios o sesgados.
Quiero terminar este artículo con una reflexión, hay mucho para seguir trabajando y avanzando en la implementación de la IA. Las posibilidades son infinitas. La IA ya es una realidad.