La reciente aprobación del Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016 ha planteado dudas sobre la interpretación de ciertos conceptos, como el tratamiento a gran escala de categorías especiales de datos, los supuestos en los que será obligatoria de la figura del DPO, o el alcance y formas de obtención del consentimiento. A los Estados miembros se les presenta el gran reto de interpretar, de manera homogénea, conceptos jurídicos que serán la base de una legislación uniforme y más coherente para toda Europa.