22 julio 2019

Lo que nos enseñan los estudios sobre innovación y tendencias en el sector legal

Alejandro Sánchez del CampoPor Alejandro Sánchez del Campo
TWITTER @replicantelegal

Una buena forma de entender lo que está pasando en nuestro sector es leer con detenimiento los informes sobre innovación, digitalización y tendencias que se ponen a disposición periódicamente. En 2016, The Law Society of England and Wales publicó el estudio The future of legal services, en el que se apuntaban algunas tendencias interesantes, entre ellas que la distancia entre las firmas exitosas y aquellas que tienen dificultades en mantener el ritmo se acentuará y dará lugar a consolidaciones, que cada vez veremos más perfiles de “no abogados” en nuestro sector (recordemos que en Inglaterra el ejercicio de la abogacía está más liberalizado), que los servicios legales B2B (dirigidos a empresas) aumentarán mientras que los que tienen como destinatarios a clientes finales (B2C) disminuirán y que tanto las asesorías internas como la tecnología, tendrán cada vez más peso en nuestro mercado.

Precisamente sobre tecnología trata otro informe de 2017 de la misma institución titulado  Capturing technological innovation in legal services. Recomiendo encarecidamente su lectura porque explora lo que está ocurriendo a nivel técnico y ofrece multitud de ejemplos concretos sobre lo que están haciendo las firmas punteras de uno de los mercados más sofisticados y competitivos del mundo, en relación con chatbots, inteligencia artificial, blockchain, centros de innovación, etc.

Recientemente se ha publicado el informe Law firms in transition, que la consultora Altman Weil lleva a cabo anualmente sobre la situación del mercado legal en USA. En este caso, han participado 362 despachos, incluyendo la mitad de las 500 firmas más grandes del país. El estudio arroja algunos datos que me han sorprendido:

  • El 78% de los encuestados habían mejorado su facturación e incrementado la cuantía de los honorarios respecto de 2017 y el 60% había cumplido o excedido el objetivo inicial de horas facturables. Por ponerlo en contexto, en España solo el 11% de los despachos declaró haber mejorado sus ingresos, según los datos de un informe de Lefebvre al que haré referencia posteriormente.
  • Casi la mitad (47%) no cree que su firma tenga ningún elemento que le diferencie sustancialmente de despachos similares.
  • El 64% está eligiendo a los directores de las áreas de práctica con base en sus habilidades de liderazgo y no en la antigüedad o el volumen de negocio.
  • Cuando les piden que valoren entre un mínimo de 0 y un máximo de 10 los riesgos que ven en el horizonte, ninguna amenaza puntúa más de 6 en media, es decir no perciben riesgos significativos para su negocio a corto plazo.
  • Cuándo se pregunta cuánto compromiso tienen realmente los despachos en aportar más valor en la forma de prestación de sus servicios, dos terceras partes de los encuestados lo puntúan por debajo de 5 sobre un máximo de 10. ¿Las causas? Los socios se resisten (69%), falta de urgencia –pain (dolor)- desde el punto de vista económico (66%), la mayoría de socios no son conscientes de lo que podrían hacer de forma diferente (60%) o los clientes no nos lo están pidiendo (59%).

Respecto a las tendencias permanentes en el sector, las que se mencionan mayoritariamente son la mejora de la eficiencia (96%), la competencia en precio (93%) y la competencia de proveedores no tradicionales (89%). Otro aspecto interesante es las respuestas a la pregunta ¿qué medidas han tomado para liderar la transformación que vive la función jurídica? Las más repetidas fueron crear una cultura de colaboración a todos los niveles, elegir líderes visionarios para los puestos relevantes, pedir ideas internamente, incentivar y retribuir a las personas que contribuyan y lideren los procesos y hablar de forma transparente con los clientes sobre los cambios que se están produciendo.

Volviendo a Europa, la editorial Lefebvre publicó a finales del año pasado su II Estudio de Innovación en el Sector Jurídico, un completo informe con más de 1500 entrevistas tanto a abogados como a asesores en España. Holanda, Francia, Luxemburgo y Bélgica. Centrándonos en nuestro país, uno de los datos más relevadores es que el 80% de los abogados está concienciado de que hay que transformarse pero solo el 34% está haciendo algo concreto. De hecho, únicamente el 25% de los encuestados tiene un plan y un presupuesto dedicado a esa finalidad y la cifra de inversión es inferior a 20.000€ en la mitad de los despachos que han asignado fondos para innovación.

Entre las barreras para avanzar más rápido se mencionan el coste elevado y la falta de personal cualificado. Respecto al grado de implementación de las distintas tecnologías en sus despachos, me ha sorprendido ver que el 13% afirma que usa smart contracts y metodologías ágiles, el 16% big data y el 10% chatbots. Mi percepción es que su nivel de adopción en la comunidad jurídica es claramente inferior aunque quizá sea un tema terminológico.

Otros informes ponen el foco no tanto en las cifras, sino en ofrecer consejos prácticos para ejecutarlos. El despacho inglés Slaughter and May publicó en diciembre de 2018 su informe Innovation explored, en el que traslada varias recomendaciones prácticas, entre ellas:

  • Tener los objetivos claros, sobre todo cómo van a aportar valor al despacho las iniciativas innovadoras.
  • Adoptar un planteamiento flexible respecto a la ejecución del plan o la colaboración con terceros.
  • Hacer un análisis coste-beneficio y no olvidar que innovar implica riesgos y posibles fracasos pero que no hacerlo también los tiene (véase lo que ha pasado con muchas empresas de todos los sectores en la última década).
  • La cultura es esencial: para que ocurran cosas diferentes hay que asegurar diversidad, incentivos adecuados e implicación de la alta dirección y de las personas más proclives a los cambios.

Wolter Kluwers ha recogido en el libro Innovación y Tendencias. Sector Legal 2019 la opinión de varios expertos. Me gusta el comentario de Eugenia Navarro de que la ventaja competitiva ya no consiste en ser el mejor sino en entender bien al cliente. En la misma línea, Francesc Domínguez propone preguntar mucho a los clientes y considera que cuanto mejor sea el marketing y la gestión de la marca personal, menos esfuerzo de venta. Todo ello enlaza con una idea que se repite frecuentemente en este blog: cuanto más claro tengas qué valor aportas al cliente y qué te hace diferente de tu competencia, más fácil te resultará vender tus servicios.

Para finalizar os dejo el enlace a la web de Financial Times Innovative Lawyers, donde se recogen diversos informes con los proyectos legales más disruptivos en distintas zonas del mundo: https://www.ft.com/innovative-lawyers

¡Feliz lectura de verano!

Alejandro Sánchez del Campo
Of Counsel de Garrigues en el área de Startups and open innovation
Twitter: @replicantelegal
Web: http://replicantelegal.com/

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