16 mayo 2023

La revolución de la IA en la Abogacía

Por Iñigo Jiménez, experto en Movilidad de RedAbogacía.

La Inteligencia Artificial (IA) se ha colado en nuestras vidas con una fuerza jamás vista hasta ahora.

Para que os deis cuenta de qué modo se ha expandido, en tan solo 40 días ChatGPT alcanzó los 10 millones de usuarios registrados. Instagram tardó 8 veces más, necesitando alrededor de 355 días para alcanzar dicha cifra.

Son muchas las bondades de la IA, pero como todos los avances tecnológicos hay que tener mucha cautela en cómo se utilizan.

Incluso los propios creadores e investigadores han lanzado sus voces de alarma para resaltar las posibles consecuencias de un uso inadecuado de estas tecnologías.

La Inteligencia Artificial (IA) está remodelando numerosos sectores, y el jurídico no es una excepción. Su capacidad para procesar y analizar grandes volúmenes de información está revolucionando la manera en que los abogados trabajan y cómo se prestan los servicios jurídicos. Sin embargo, esta transformación viene con desafíos significativos y preguntas sobre la ética, la equidad y la regulación.

La IA ofrece una serie de beneficios potenciales para el ejercicio de la abogacía. Por ejemplo, puede automatizar tareas rutinarias y repetitivas, como la revisión de documentos y la investigación legal, lo que libera tiempo para que los abogados se centren en el trabajo más estratégico y de mayor valor. Además, la IA puede mejorar la accesibilidad y la eficiencia de los servicios jurídicos, ayudando a los clientes a encontrar el abogado adecuado para sus necesidades y a obtener asesoramiento legal de manera más rápida y asequible.

A pesar de estos beneficios, la adopción de la IA en la abogacía también plantea preocupaciones importantes. Una de las más significativas es el riesgo de sesgos en los sistemas de IA. Si los algoritmos utilizados para seleccionar abogados o para asesorar a los clientes se basan en datos sesgados, pueden perpetuar o exacerbar las desigualdades existentes. Además, la IA puede amenazar la privacidad y la confidencialidad de la información legal si no se maneja adecuadamente.

Dada la creciente influencia de la IA en la abogacía, es imperativo establecer una regulación mínima para garantizar la equidad, la ética y la protección del derecho de defensa. Esta regulación podría incluir la supervisión de las plataformas de IA por parte de los Órganos de la Abogacía Institucional, la implementación de normas de transparencia y divulgación, y la adopción de medidas de seguridad de los datos.

Precisamente en el pasado XII Congreso de la Abogacía, en las conclusiones finales, se indicó la necesidad de regular el uso de sistemas de Inteligencia Artificial para la prestación de servicios jurídicos y el ejercicio de derecho de defensa online, así como para la selección de profesionales de la abogacía.

Es esencial que abordemos estos desafíos de frente y establezcamos un marco regulatorio sólido que garantice que la IA se utilice de manera justa, ética y legal en el sector jurídico.

Mientras tanto, como siempre recomendamos hacer uso del sentido común: sabemos los beneficios inmediatos que nos puede aportar, pero también las consecuencias que pueden tener, así que, mientras tanto, como con otras cosas en la vida: por favor, úsese con moderación.

 

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