24 enero 2023

Diseña tu comunidad

Laura FauqueurPor Laura Fauqueur
TWITTER @laurafauq

El sentimiento de pertenencia a una comunidad, a un grupo, nos construye como personas y nos permite desarrollarnos como seres humanos.

El sentimiento de pertenencia mueve el mundo, y tenemos cada día ejemplos malos y buenos de lo que genera el sentimiento de pertenencia, desde hacer guerras y tumbar gobiernos hasta lanzar pequeños y grandes movimientos de solidaridad que logran cuasi-milagros.

Formar parte de una comunidad, sea profesional, educativa, cultural, étnica, lingüística, religiosa o espiritual, familiar, empresarial, asociativa, artística, de ocio, etc., nos define como personas. Nos empodera para llevar a cabo nuestras acciones y afirmar nuestros valores, los que compartimos con nuestras comunidades.

A la inversa, no sentirse parte de ninguna comunidad puede tener efectos devastadores para las personas y la sociedad. Como explica el apasionante Geoffrey L. Cohen en “Belonging – The science of creating connection and bridging divides”, sentirse excluido provoca en nuestro cerebro una reacción similar a cuando padecemos dolor físico.

Pues bien, a menudo está en nuestras manos lograr reducir la exclusión o lo que es lo mismo, facilitar la inclusión en nuestras comunidades. Aparte de hacerlo para el “bien común”, está comprobado que las personas son mucho más eficientes, creativas y productivas cuando sienten que forman parte de alguna comunidad.

Por ello, conviene ahondar un poco en el sentimiento de pertenencia al grupo. El maravilloso libro de Susie Wise “Design for Belonging: How to Build Inclusion and Collaboration in Your Communities” divide este viaje del sentimiento de pertenencia en 9 etapas diferenciadas:

1. Invitación
2. Entrar
3. Participar
4. Cambiar de código
5. Contribuir
6. Fluir
7. Disentir
8. Reparar
9. Divergir y salir

1. Invitación: Es la propuesta para entrar en una comunidad, que sea atractiva para quien la reciba y dónde se identifique el público destinatario. Estos primeros impactos son la primera oportunidad de despertar el sentimiento de pertenencia en una persona.

2. Entrada: Es la primera impresión que se tiene de una comunidad. Puede ser desde abrir una puerta y entrar en una iglesia llena de gente hasta entrar en una reunión por Teams, hacer karaoke, leer un manifiesto, etc. En cualquier circunstancia, es importante sentirse bienvenido y recibir una calurosa acogida.

3. Participación: Cuando la persona empieza a implicarse y realmente hace entrega de su tiempo y esfuerzo a la comunidad.

4. Cambio de código: Conocimiento y uso de conceptos, palabras, rituales (o idiomas) propios de la comunidad. Empiezan a existir rasgos (y #hashtags) con los que las personas se identifican como parte de una comunidad.

5. Contribuir: Cuando la persona incrementa su participación en la comunidad y ve como otros reciben y utilizan sus aportaciones.

6. Fluir: Cuando la persona se siente plenamente integrada en su comunidad, y dedica toda su energía a llevar a cabo los cometidos que asume.

7. Disentir: Una persona ha de sentirse muy integrada y valorada para atreverse a manifestar sus desacuerdos sin temer por su pertenencia a la comunidad y sabiendo que se le va a escuchar.

8. Reparar: Dentro de una comunidad, debe caber la posibilidad de admitir los errores cometidos y rectificar cuando hayan existido desequilibrios o injusticias, e intentar reparar los daños causados.

9. Divergir y salir: Sea por un motivo circunstancial, ideológico o de cualquier otra índole, es normal que una persona salga o deje de pertenecer a o identificarse con determinadas comunidades a lo largo de su vida. Aquello representa el último momento de viaje del sentimiento de pertenencia.

Este viaje del sentimiento de pertenencia aplica a cualquier grupo de personas, desde una familia hasta una empresa, pasando por una compañía de teatro, un partido político, un club deportivo, un despacho de abogados, una asociación profesional, etc.

Obsérvalo en las comunidades a las que perteneces, con las que te identificas. Con esta división en 9 pasos, podrás identificar cuáles de las etapas son susceptibles de mejora y diseñarlas de otra forma para mejorar los retos detectados. También puedes utilizarlo para crear desde cero una nueva comunidad alrededor de un proyecto o una necesidad.

Personalmente, pertenezco a varias comunidades y asociaciones como Legal Hackers, ELTA, Inkietos, Women in a Legal World, Avotech, Global Legaltech Hub, Liquid Legal Institute y ACIJUR. Forman parte integrante de mi identidad y con cada una de ellas comparto intereses y valores, si bien es cierto que me encuentro en distintas etapas del viaje del sentimiento de pertenencia para cada una de ellas.

El poder de una comunidad puede transformar el mundo.

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