26 mayo 2022

La colegiación, la autorregulación y la formación, indispensables para hacer de la abogacía un instrumento al servicio de la Democracia

La colegiación obligatoria, la autorregulación y la formación continua son indispensables para que la abogacía pueda ser un instrumento efectivo al servicio de la democracia y un garante del Estado de Derecho. Estas han sido algunas de las conclusiones alcanzadas por los participantes en la primera jornada del XXIV Congreso de la Unión Iberoamericana de Colegios y Agrupaciones de Abogados (UIBA), celebrada hoy en la sede del Colegio de Abogados de Pamplona.
La ponencia inaugural ha sido una mesa redonda titulada ‘Gobernanza: realidades económicas, tecnológicas y políticas en las proyecciones democráticas de Iberoamérica. ¿Espacio jurídico común iberoamericano? El encuentro ha estado moderado por Alfonso Pérez-Cuéllar Martínez, ex presidente del Consejo General de la Abogacía Mexicana.

La sesión se ha iniciado con la intervención de Álvaro Sánchez, presidente del Colegio de Abogadas y Abogados de Costa Rica, quien ha destacado la importancia de que la abogacía promueva un Estado de Derecho accesible a la gran mayoría de las personas, libre de la influencia de grupos de poder y de ideologías, para favorecer un Derecho que permita una mejor calidad de vida las personas.

Juan Carlos Araúz Ramos, presidente del Colegio de Abogados de Panamá, ha puesto de manifiesto el potencial de una abogacía organizada para unir a la comunidad internacional. Y ha alertado del peligro de una “institucionalidad ruinosa” que alimenta a las dictaduras y las falsas democracias, lo que da lugar a la aparición de ciudadanos faltos de compromiso, que dificultan los logros de las instituciones.

Arturo Pueblita Fernández, presidente del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México, ha alertado de los riesgos del populismo y del acceso a los sistemas democráticos de quienes buscan establecer un régimen no democrático. Asimismo, ha manifestado la importancia de encontrar estándares comunes para crear un espacio jurídico internacional común, así como la importancia de que la abogacía y la sociedad trabajen de manera coordinada para crear espacios de democracia y regidos por los Derechos Humanos.

Moisés Castro Pizaña, presidente de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (ANADE, México), ha señalado la importancia de que la ley se construya desde el respeto de los intereses de la sociedad y no de los intereses particulares del momento. Para ello, ha señalado la necesidad de la implicación de la ciudadanía y el compromiso de la abogacía. Y por último, ha recordado que la búsqueda de recursos a toda costa es terreno fértil para un populismo que se alimenta del “reparto de dádivas” con el que muchos gobiernos pretenden mantener el poder.

Juan Cianciardo, profesor de Filosofía del Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de Navarra, ha planteado tres lecciones y tres desafíos derivados de la pandemia. Como lecciones, ha mencionado la inviabilidad de un concepto cerrado de soberanía, la ingenuidad del universalismo y la utilidad del Derecho Constitucional para alcanzar una universalidad equilibrada. Y como desafíos, ha planteado la necesidad de la formación constante, la apertura al Derecho Internacional de la formación y la necesidad de que la abogacía encarne los valores democráticos que considera deseables para toda la sociedad.

Por último, Rafael Del Rosal, abogado del Colegio de la Abogacía de Madrid, ha hecho un breve recorrido por la historia de la regulación de la profesión legal y ha llamado la atención sobre la importancia de que los colegios profesionales realicen una labor efectiva de regulación de la profesión para evitar la intromisión del regulador ordinario.

Para cerrar la sesión, ha intervenido Carlos Andreucci, presidente de UIBA, quien ha recogido las inquietudes de los participantes en la mesa, destacando la importancia de la colegiación y de la auto regulación profesional, así como el desafío de la preparación técnica.

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