15 abril 2021

Asistencia jurídica a migrantes en Canarias: siguen las dificultades

Las condiciones para la asistencia jurídica a migrantes llegados en patera a las costas de Las Palmas han mejorado algo desde los terribles momentos vividos en el muelle de Arguineguín a finales del pasado año, pero la labor de los abogados de oficio sigue siendo complicada a día de hoy. Así lo asegura Agustín Santana, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogado de Las Palmas, para quien la asistencia actual en los campamentos montados para alojar a los migrantes que aún quedan en la isla deja mucho que desear.

“Han mejorado algunas cosas con la apertura del Centro de Asistencia Temporal a Extranjeros (CATE) de Barranco Seco, pero no deja de ser un campamento donde los migrantes están en casetas de 32 personas. Allí las ONG y los abogados no podemos pasar, pero nos han puesto un recinto fuera, donde se realizan las asistencias”, relata. Se realizan “normalmente en grupo, y al terminar se pregunta si alguien quiere hablar de forma individual. Pero no todo el mundo es capaz de expresarse igual en grupo, y no todo el mundo se atreve a hablar por sus circunstancias personales”.

La situación ha mejorado porque de los cerca de 28.000 migrantes que llegaron a contabilizarse en Canarias, antes de diciembre, dejaron salir a 14.000 hacia la península, y unos 2.000, los más vulnerables, han sido derivados a programas de acogida –los considerados más vulnerables, explica Santana. “Cerca de 500 han sido deportados a Marruecos. De los que aún quedan aquí, unos 300 están viviendo en las calles, y entre 2.000 y 3.000 son menores”, añade.

“Hemos conseguido que esta pobre gente siga circulando poco a poco hacia Europa. Aunque la presión que se sufre no se vive del mismo modo que a finales de año, no dejan de llegar pateras”, explica el abogado, que cuenta que en ningún momento se ha interrumpido la asistencia jurídica gratuita.

Los migrantes que quedan en las islas no pueden salir hacia la península, ya que con las restricciones de viajes por la pandemia solo lo pueden hacer si tienen causa justificada, y la mayoría no tiene ni papeles porque han venido a propósito sin ellos para evitar ser deportados o los han perdido en el viaje. “La situación nos desborda, Canarias por sí sola no lo puede gestionar”, denuncia Santana. También lamenta que las vulneraciones de derechos que se cometen contra los migrantes, como el hecho de que sean personas libres y que no estén detenidas pero que se encuentren atrapados en las islas sin poder salir, solo las denuncian los activistas y los abogados. “Parece que no hay autoridades”.

Los CATE se abrieron tras la llegada masiva de pateras a finales de año a las islas, que produjeron el hacinamiento en los puertos canarios, en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.

Santana reivindica la labor de los abogados de oficio durante esta crisis, que ha sido cuestionada por algunos. “Se hizo lo que se pudo hacer con los medios que se tenían. Los abogados asistían sin espacio físico, los migrantes estaban separados y hacinados tras vallas metálicas, con solo un pasillo entre el muelle y ellos, no había espacio para hacer asistencias individualizadas, ni había distancia ni seguridad ninguna”, recuerda. En los primeros momentos, “los abogados que estaban esperando para asistir a los migrantes se ponían a la sombra de los furgones de la policía para resguardarse del sol y el calor, hasta que el ayuntamiento de Mogán puso una carpa con unas sillas y botellas de agua. A veces había que citar a 30 o 40 abogados para asistir a todas las pateras que llegaban. En esas circunstancias era imposible cumplir con una asistencia en condiciones, pero se hizo todo lo que se pudo”, insiste.

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