Buenas Prácticas concursales para preservar el tejido empresarial

La amenaza de una avalancha de concursos en el panorama empresarial español, así como los temores de que la moratoria concursal vigente esté generando más daño que beneficio a las compañías, ha llevado a los operadores jurídicos a mover ficha. El Colegio de Abogados de Madrid acaba de presentar una Guía de Buenas Prácticas para la venta de unidades productivas, elaborada con los jueces de mercantil de la capital. El objetivo: ayudar a las empresas a llevar a cabo la venta de estas unidades “de forma más rápida y eficaz, contribuyendo a mejorar el precio obtenido, la recuperación de los acreedores, y a preservar del empleo y el tejido empresarial”. Así lo explica Adrián Thery, copresidente de la Sección de Reestructuraciones e Insolvencias del Colegio de Abogados de Madrid y buen conocedor de esta “hoja de ruta”.

¿Cuál es la principal novedad que plantea esta Guía?

Fija unas orientaciones que, aunque no son vinculantes, permiten anticipar antes de iniciar el concurso el proceso de venta de la unidad productiva. De esta forma, la selección pre-concursal del mejor postor será reconocida una vez abierto el procedimiento concursal y se evita que deba reeditarse o repetirse el proceso de selección. La venta de la empresa se realiza así más rápida y limpiamente, con seguridad jurídica para el adquirente, y minimizando el tiempo que el negocio se ve expuesto al “estigma” concursal.

¿Cómo surge la iniciativa?

Es una iniciativa espontánea de distintos operadores en el ámbito concursal (jueces mercantiles, abogados, economistas, titulados mercantiles, registradores), impulsada  en el caso de los profesionales por sus respectivos colegios, que ponen en común sus preocupaciones y proponen posibles vías de solución a las problemáticas prácticas con las que se encuentran en su quehacer cotidiano.

¿Acabará con los recelos que existen hacia la venta de unidades productivas, prevista en la Ley Concursal pero que no termina de funcionar en España?

Esta Guía puede contribuir a que las administraciones concursales y los tribunales mercantiles confíen en la bondad del proceso de selección pre-concursal de quien el deudor proponga como adquirente de su unidad productiva. Pero existen otras razones por las cuales la venta de unidades productivas no tiene más éxito en España: la principal es la extendida percepción de que el empresario no tendría derecho legalmente a participar en la subasta concursal de su propia empresa. Esto no es necesariamente cierto, pero si piensa que cualquiera, excepto él, podrá recomprar la unidad productiva libre de deuda, difícilmente recurrirá al concurso. La interpretación que den los tribunales sobre este punto será crítica para el futuro de las unidades productivas.

¿En qué se diferencia esta Guía de las medidas impulsadas por los jueces de lo mercantil de Barcelona?

En Barcelona han optado por la variante del denominado silent administrator, en la que el juez puede nombrar, a petición del deudor, a un experto que será quien monitorice en primera persona el proceso de selección del mejor postor. Una vez se abra el concurso, éste informará al juez de que la persona que el deudor proponga es realmente el mejor postor.  Las dos alternativas son válidas y legítimas. Cada juzgado en cualquier parte de España (los juzgados de Málaga han seguido ya la vía barcelonesa), tiene a su disposición distintas soluciones para optimizar el resultado de la venta concursal de empresas e incentivar a los deudores para que adelanten en el tiempo los preparativos que garanticen el buen fin del concurso.

¿Podría esta iniciativa marcar el camino en otros ámbitos y que los operadores jurídicos aúnen esfuerzos para agilizar la Justicia, especialmente en la complicada situación actual?

Desde luego es un precedente esperanzador y es una fuente legítima de creación de soft law, involucrando a los operadores implicados de la sociedad civil. La Guía pretende servir de ayuda, no marcando el “qué” ni el “cuándo” (que es materia reservada a la ley) sino simplemente dando una orientación en cuanto al “cómo”. Y puede ser una aproximación válida y útil para otras muchas áreas.