14 diciembre 2018

#STOPODIO: La Abogacía se planta contra la intolerancia en la entrega de los Premios Derechos Humanos 2018

“#STOPODIO No cruces la raya” fue el contundente lema de la Conferencia Anual de la Abogacía que este año se dedicó a la lucha y prevención contra los delitos de odio, donde se entregaron los Premios Derechos Humanos 2018, que también estaban dedicados de forma extraordinaria a éste tema. La Abogacía dejó así patente su firme compromiso con la lucha contra la discriminación, la intolerancia y la violencia contra los que se consideran diferentes, y los premiados demostraron que es posible conseguir una sociedad más justa e igualitaria si se apuesta por la tolerancia y el respeto a la diversidad.

En la categoría  de “Personas” el premio recayó en Adela Cortina, uno de los referentes mundiales en ética y filosofía jurídica, catedrática de Ética y Filosofía Jurídica, Moral y Política de la Universidad de Valencia desde 1986, además de directora de la Fundación ÉTNOR, para la ética de los negocios y las organizaciones. Sus últimos trabajos han tenido como objeto la lucha contra la discriminación de los más pobres, como demuestra su última obra, “Aporofobia, el rechazo al pobre”. La Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal de Madrid fue galardonada con el Premio Derechos Humanos en la categoría de “Instituciones”, por su asesoramiento a las personas que han sufrido o presenciado hechos discriminatorios. Esta unidad dispone de un lugar físico al que la ciudadanía puede dirigirse para denunciar actitudes intolerantes y trabaja de forma especializada en este tema y aborda la investigación de este tipo de hechos respondiendo a todas las denuncias sobre prejuicios motivados por el odio y la discriminación, apoyando a la víctima y facilitándole toda la información de los servicios que tiene a su disposición e investigando todas las denuncias interpuestas sobre delitos de odio. El Premio Derechos Humanos de la Abogacía 2018 en la categoría de “Medios de Comunicación” recayó en el periodista Jon Sistiaga, especializado en delitos de odio y conflictos armados. Ha trabajado en zonas en guerra y en desastres naturales en los últimos 25 años. Sus crónicas y reportajes desde Irak, Afganistan, Ruanda, Congo, Libano, Kosovo, Palestina o Colombia se han publicado en diferentes medios de comunicación como Telecinco, Cadena Ser o El País. Ha estado en numerosos campamentos de refugiados en los cinco continentes. Su experiencia y compromiso le ha llevado a participar en seminarios y congresos como el Primer Encuentro Internacional sobre Delitos de Odio en España. Mercedes Jiménez Álvarez fue galardonada este año con el Premio “Nacho de la Mata”. Parte activa del mundo asociativo tangerino, trabaja especialmente con menores no acompañados en distintas situaciones de exclusión. Ha sido fundamental para la defensa de los niños migrantes frente a las vulneraciones de derechos que sufrían por parte de la Administración. Su trabajo consiguió que, entre el 2006 y el 2009, se paralizaran las repatriaciones sin garantías que se hicieron durante años desde el territorio español a Marruecos. Ha ayudado a muchos jóvenes que han fracasado en su proyecto migratorio, que han sido expulsados a Marruecos desde Europa, acompañándoles en el proceso de adaptación, orientándoles y asesorándoles en la búsqueda de formación y trabajo en Marruecos, así como dando apoyo emocional y psicológico.

Este año la Conferencia Anual estuvo conducida por Sara Giménez, abogada gitana y representante de España en el Comité Europeo contra el Racismo y la Intolerancia, órgano del Consejo de Europa, que dio paso a los galardonados que recibieron el Premio de manos de las autoridades presentes en la ceremonia: Fernando Grande Marlaska, ministro de Interior, Manuel Jesús Dolz, secretario de Estado de Justicia, Ángel Juanes, vicepresidente del Tribunal Supremo, e Ignacio Prendes, vicepresidente 1º del Congreso de los Diputados.

Más de 300 asistentes abarrotaron el Espacio Harley Las Ventas de Madrid,  entre los que se dieron cita representantes de la Abogacía, la Justicia y la política, como Álvaro Cuesta, vocal del CGPJ; Yolanda Ibarrola, Consejera de Justicia de la Comunidad de Madrid; Pilar Llop, delegada del Gobierno para la Violencia de Género; Javier Barbero, delegado del Área Gobierno de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid; Enrique Núñez, viceconsejero de Justicia de la Comunidad de Madrid; Ángel Luis Ortiz, secretario general de Instituciones Penitenciarias; José de Freitas, vicepresidente del Consejo de la Abogacía Europea (CCBE); Andrés González, comisario de la Policía Municipal de Madrid; Carlos Carnicer, anterior presidente del Consejo General de la Abogacía o Rafael Catalá, ex ministro de Justicia.

La sala estuvo decorada con paneles que recordaban la discriminación diaria que sufren ciertos colectivos, y que forma parte de la campaña “#STOPODIO” que puso en marcha el Consejo General de la Abogacía en redes sociales, y en la que los asistentes pudieron participar al acabar el acto de entrega de Premios.

Ayudar a los menores no acompañados desde el otro lado de la frontera

El Premio Nacho de la Mata recayó este año en Mercedes Jiménez, antropóloga y activista por los derechos de los menores no acompañados que centra su trabajo en los adolescentes que son devueltos a Marruecos desde Europa, que llegan sin esperanza y sin perspectiva, y que encuentran en ella un consuelo y una guía. Jiménez, que recogió el premio de manos de Ignacio Prendes, se mostró “muy honrada con este Premio, que actualiza cada año la convicción y el empeño de Nacho en proteger los derechos de los niños que las fronteras ningunean”, unas fronteras que, denunció “provocan una feroz destrucción en la vida de estos chicos, ponen límites y obstáculos en el acceso a sus derechos y se convierten en muros infranqueables”, y se refirió especialmente a las pruebas de edad, a la falta de tutela o al racismo. “Las fronteras los encierran en los centros de internamiento, se les criminaliza convirtiéndoles en intrusos en la fortaleza europea”. Pero ellos, según le dicen, “no quieren compasión, quieren derechos y una vida digna”.

Periodismo valiente para poner el foco en lo que no se quiere ver

El periodista Jon Sistiaga fue el siguiente en recoger el premio, en su caso en la categoría de Medios de Comunicación, por su forma valiente de hacer periodismo, por haber sido testigo y haber mostrado las consecuencias del odio en todas sus formas: guerras, mafias, violencia en masa contra cualquier colectivo… siempre ha sabido poner el foco en las miserias humanas, haciendo ver lo que resulta incómodo pero que está ahí, al lado. Sistiaga, que recogió el premio de manos de Ángel Juanes, aseguró que a pesar de su larga carrera, donde ha estado en numerosos puntos del planeta, “tengo ahora miedo de trabajar en lugares más cercanos”, como el Mediterráneo, “donde se produce una carnicería diaria olvidada”, o en otros lugares a la vuelta de la esquina, porque “hay un fantasma que recorre nuestras sociedades, el fantasma de la intolerancia, que siembra el odio”, sobre todo desde “el anonimato de las redes sociales”. Este odio “anida en las sociedades y se está empezando a imponer”. “La intolerancia solo genera miedo, odio y una lógica de la crueldad que nos hace acostumbrarnos a ella”, advirtió. Además, Sistiaga aprovechó para denunciar la intervención judicial de documentos a periodistas ocurrida en Palma, y dedicó el premio “a los abogados que de manera callada han sacado adelante casos de corrupción”.

Un servicio público único en Europa por la diversidad y la convivencia de todos

La Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal de Madrid se hizo con el Premio en la categoría de Instituciones de éste año, y para recogerlo estuvo presente su intendente Ángel Rabadán. Esta Unidad, única en Europa, ha conseguido en sus pocos años de vida –fue creada en 2016- sacar a la luz numerosos casos de delitos de odio en la ciudad de Madrid, así como crear una red de colaboración con asociaciones para prevenirlos y proteger a las potenciales víctimas, ofreciéndoles un servicio basado en la confianza y el respeto. Rabadán, que recogió el premio de manos de Manuel Jesús Dolz, se mostró muy emocionado y agradeció al Ayuntamiento la creación de ésta Unidad porque “tuvieron una visión un poco arriesgada pero fue una apuesta decidida y valiente al crear esta unidad que está dando unos muy buenos resultados”. Rabadán señaló que en su ya larga carrera en la Policía “he pasado por casi todos los servicios policiales, pero éste es el que me ha llegado más como servicio público”, porque tratan a diario “con personas muy vulnerables, que tienen muy difícil el acceso a los servicios policiales”, personas “que sufren discriminación y delitos de odio desde que nacen”. Además de “presumir” del equipo con el que cuenta la unidad, Ángel Rabadán quiso dedicar el premio “a las personas a las que ayudamos”.

Un referente ético contra los delitos de odio

Adela Cortina, uno de los referentes mundiales en ética y filosofía jurídica, fue éste año la galardonada con el premio en la categoría de “Personas”, un premio que recogió de manos de Fernando Grande-Marlaska.  Cortina tuvo un recuerdo para el catedrático de derecho internacional de la Universidad de Sevilla, Juan Antonio Carrillo Salcedo, premiado también en el año 2002, y aseguró sentirse honrada por “compartir este Premio con él”. Durante su discurso, destacó la importancia de la dignidad humana y los derechos que emanan de ella. “Los delitos de odio son un atentado contra esta dignidad, hacen imposible que los derechos humanos sean protegidos y hacen imposible la convivencia democrática”, señaló. Y consideró que “el gran problema del odio es el supremacismo, creer que alguien es superior a otro” y que por ello se tiene derecho a dañarle. Además, consideró que se puede luchar contra el odio y el discurso del odio “actuando contra los estereotipos y los bulos” que no hacen más que aumentar el miedo y el rechazo. “Es necesaria una ética cívica en la que nos reconozcamos todos iguales en dignidad”, señaló.

Finalmente, también habló sobre el concepto de su última obra, la aporofobia o el rechazo al pobre, un concepto que acuñó, pero que deseó que “quede desfasada en el siglo XXI porque no defina nada, porque ya se haya acabado”.

Actuación de Kaori López

Al final del acto, los asistentes disfrutaron de la actuación de Kaori López Shinohara, de tan solo 15 años, alumna del Centro de Estudios Musicales Katarina Gurska, que en 2017 ganó el Premio de Jóvenes Intérpretes en Cuenca y que a primeros de diciembre se llevó el Premio Cidade de Vigo, entre otros galardones que ya ha conseguido en su corta carrera. La joven interpretó al violín de forma magistral la pieza “Tzigane” (“Gitano”), de Maurice Ravel.

 

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