06 mayo 2016

El Consell de l’Advocacia Catalana distingue con Medallas de Oro a Germà Gordó y a Carlos Carnicer

El Consell de l’Advocacia Catalana, que representa a los catorce Colegios de Abogados de Catalunya, ha acordado conceder la Medalla de Oro de la institución al anterior conseller de Justícia, Germà Gordó y al anterior presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, en reconocimiento a la labor llevada a cabo por cada uno de ellos en favor de la Abogacía Catalana.

La Medalla de Oro es uno de los máximos reconocimientos que puede recibir una persona o institución por parte del Consell de l’Advocacia Catalana. La primera de estas distinciones la recibió el Colegio de Abogados de Figueres el año 2010 con motivo de la tarea de organización del III Congreso de la Abogacía Catalana celebrado en 2009 en la capital altoempordanesa y el gran éxito que tuvo. Recientemente, el plenario del Consell de l’Advocacia Catalana, formado por los decanos de los 14 Colegios de Abogados catalanes, ha acordado otorgar dos nuevas máximas distinciones a personas que han destacado por la labor llevada a cabo en favor de la abogacía.

Una de ellas la recibirá el anterior conseller de Justicia de la Generalitat de Catalunya, Germà Gordó, por su gran colaboración con la Abogacía Catalana y la receptividad manifestada ante las reivindicaciones formuladas por el colectivo durante su mandato. Por su parte, el anterior presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, recibe el reconocimiento de la Abogacía Catalana por la constante defensa de los derechos humanos que ha ejercido durante los 15 años que ha estado al frente de la Abogacía institucional, tanto desde la presidencia del CGAE como desde su fundación. Su incansable reivindicación de la vigencia de la Declaración Universal de Derechos Humanos le ha llevado a manifestar, acertadamente, que “en cada despacho de abogados hay una oficina de derechos humanos“, con el objetivo de destacar la finalidad solidaria de la profesión como esencia de la abogacía, que siempre le ha hecho ocuparse de las necesidades de los más desprotegidos y luchar en su defensa.

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