23 enero 2015

Sábado 24: Día del Abogado Amenazado, también recordamos la matanza de Atocha

La Abogacía institucional rinde mañana homenaje, un año más, a los abogados asesinados el 24 de enero de 1977 en su despacho de la calle Atocha. Un asesinato que, desde las raíces más profundas de la intolerancia, quiso desestabilizar una democracia recién nacida. La dignidad de una Abogacía que demostró y sigue demostrando ser uno de los pilares fundamentales del Estado de Derecho hizo estéril ese terrible ataque, aún a costa de la vida de varios compañeros.

Sin embargo, la amenaza contra las libertades conquistadas con tanto sufrimiento continúa hasta hoy. Lo hemos visto en el atentado contra el semanario Charlie Hebdo, en el que, tal como ocurrió en el despacho de la calle Atocha, el integrismo y la intolerancia quisieron acabar con la libertad. Nunca lo conseguirán. Se lo debemos a nuestros compañeros, se lo debemos a los periodistas de Charlie Hebdo, se lo debemos a cuantos luchan por las libertades resistiendo al odio, a la intolerancia, a las presiones, a las amenazas.

Aún hoy muchos abogados son asesinados o amenazados en diversos países del mundo. Precisamente coincidiendo con el aniversario del asesinato de Atocha, se instauró el Día del Abogado Amenazado, una iniciativa de la Asociación Europea de Abogados Demócratas para poner el foco de atención en países en los que la situación de los abogados y abogadas es particularmente grave. Este año, se centra en Filipinas, un país en el que 41 letrados han sido asesinados desde 2001, nueve de los cuales, eran abogados de Derechos Humanos, y otros 57 han denunciado presiones y amenazas.

Por eso he pedido al Gobierno filipino, en nombre de toda la Abogacía, que les dé una efectiva protección y que acabe con la impunidad de estas acciones.

Como escribí en el último post, también en España se sigue debilitando la protección de los derechos fundamentales. La aprobación en el Congreso del proyecto de ley de Código Penal amenaza directamente muchos de los derechos conquistados en todos estos años de democracia. Derechos por los que dieron su vida nuestros compañeros de Atocha. Su ejemplo y su memoria nos comprometen para evitar que con la excusa de una falsa seguridad, se acabe recortando la libertad de todos. Por ese recuerdo y porque tenemos la obligación de defender los intereses y los derechos de los ciudadanos, no dejaremos de levantar nuestra voz ante las injusticias y de estar al lado de quienes hacen lo mismo. Hoy y siempre.

 

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