18 julio 2014

Agradecimiento de Osvaldo Toledo por la Gran Cruz al Mérito en el Servicio a la Abogacía

Buenas noches a todos y a todas.

 Me uno al saludo protocolar.

Aprovecho la oportunidad para dirigirles un afectuoso saludo a mis colegas de otras latitudes que se encuentran en esta semana participando de la Quincuagésima Conferencia de la Federación Interamericana de Abogados, actividad que se está llevando a cabo aquí en nuestro país, Puerto Rico.

Felicito a todos mis colegas de Puerto Rico en esta, nuestra semana, donde estamos celebrando la Semana del Abogado y Abogada.

Agradezco a la abogacía española por esta honrosa distinción, reconocimiento que en esta ocasión otorgan a la Abogacía Puertorriqueña por conducto de mi persona al concederse a mi persona La Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Abogacía, la recibo a nombre de mis colegas y en el mío propio con orgullo y honor.

Un especial agradecimiento a los Drs. Mariano Durán y Joaquín García-Romanillos, dignos representantes de la Abogacía Española y que son los portadores de tan honrosa distinción, reconocimiento que  hacen hoy a la Abogacía Puertorriqueña por conducto de mi persona, a ellos les pido que sean portadores de nuestro agradecimiento a los colegas abogados y abogadas españoles que se encuentran en España, con especial agradecimiento al Dr. Carlos Carnicer Díaz, Presidente del Consejo General de la Abogacía Española.

A mis colegas puertorriqueños  les digo que durante los fuertes ataques del que fue objeto nuestro colegio durante los años de mi presidencia, recibimos el apoyo de la abogacía y de instituciones que representan la abogacía de otras latitudes, apoyo que se manifestó de diversas formas.

Recuerdo con especial agradecimiento el apoyo de la abogacía española, recibimos de ellos un fuerte respaldo, como parte de este apoyo, entregaron en la embajada de los Estados Unidos en Madrid, España  una extensa carta de protesta por el trato, digamos, mal trato, que nos estaba dando el Tribunal Federal de Estados Unidos de América localizado en Puerto Rico.

Durante ese amargo periodo nuestros colegas españoles se expresaron sobre las decisiones que estaba tomando el Juez que tenía el caso, un caso civil contra el Colegio de Abogados de  Puerto Rico, un “Pleito de Clase” donde me ordenó que no le podía explicar a los miles de abogados colegiados lo que significaba dicho “Pleito de Clase”, y la forma de repudiar el mismo en derecho,  como Presidente del Colegio de Abogados y ante mi obligación de mantener informados a los abogados, procedí a informarles, el  Juez del Tribunal Federal ordenó mi arresto, alegando que yo había violado su Orden de no dirigirme a los abogados sobre el supuesto “Pleito de Clase”, algo insólito en pleno Siglo XXI, nuestros colegas de la abogacía española  se expresaron de forma contundente sobre tan insólita decisión judicial.

No puedo dejar de mencionar otros apoyos que recibimos, como el de la Abogacía de Cuba, de Argentina y de la Federación Interamericana de Abogados.

Para la fecha de los hechos, la presidenta de la Federación Interamericana de Abogados era la colega Beatriz Martorello.

Tiempo después me enteré que su directiva seccionó durante ese fin de semana para poder emitir su respaldo a la Abogacía Puertorriqueña.  Como ustedes saben, la directiva de la Federación Interamericana de Abogados la componen colegas que residen en distintos países.

El respaldo de la Abogacía  Española al igual que la de otras abogacías se dejó sentir en la prensa de muchos países, inclusive en los más importantes periódicos de Estados Unidos, su ayuda fue valiosa en defensa no solo de la Abogacía puertorriqueña sino la del mundo entero.

A mi colega y hermano, AJ (Yuan) Bennazar Zequeira, un fuerte abrazo, yo sé que tu rápido accionar ante la Abogacía Española, la Federación Interamericana de Abogados, y la de muchos otros países puso en alerta a esos colegas produciendo el  apoyo del que hemos hablado.

Solo me resta decirles que actuaciones como la de la Abogacía de España y de todos aquellos países que se unieron a la defensa frente a los ataques que  estaba recibiendo nuestra abogacía, son dignas de admiración, orgullo y respeto y que al igual que se  unieron ante nuestra causa en ese momento, tenemos nosotros, todos los abogados puertorriqueños  que responder en la misma medida, con el mismo fervor y dignidad con la cual los abogados de esos países nos dejaron sentir su respaldo y decirles presente al respaldo que estos necesiten en defensa de su abogacía que es también la nuestra.

Una vez más gracias a la Abogacía Española por este honor que me están concediendo en esta noche, gracias a todos ustedes.

Buenas noches y que disfruten su estadía en nuestra bella isla del encanto, Puerto Rico.

 

 

 

Osvaldo Toledo Martínez

Pasado Presidente del Colegio de Abogados de P.R.

Miembro Ex oficio de su Actual Junta de Gobierno

Miembro del Cuerpo de Pasados Presidentes.

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