24 abril 2025
Sentencias laborales en 2024: luces y sombras en la doctrina judicial
Por Bernardo García Rodríguez, abogado.
De las 157 sentencias dictadas por el Tribunal Constitucional en 2024, solo 16 han abordado cuestiones sociolaborales. Entre ellas, destaca la STC 81/2024, que aborda la discriminación por identidad de género en el ámbito laboral, reconociendo su protección, pero sin otorgar el amparo en un caso concreto de una trabajadora interina. En este fallo, el tribunal reitera su doctrina sobre la identidad de género y su inclusión dentro de las causas de discriminación prohibidas.
Otro pronunciamiento clave es el ATC 89/2024, que parece cerrar definitivamente el debate sobre la pensión de viudedad en parejas de hecho informales. El tribunal descarta la existencia de una discriminación indirecta de género en la actual regulación, argumentando que no existen pruebas empíricas que avalen esta tesis.
Por otro lado, la STC 135/2024 vuelve a condenar las dilaciones indebidas en los procedimientos judiciales laborales, evidenciando una problemática persistente en la jurisdicción social. En un giro interesante, el Tribunal sugiere que los afectados podrían buscar indemnización sin necesidad de recurrir a la vía constitucional.
Finalmente, la STC 140/2024 reconoce la discriminación que sufren las familias monoparentales en el acceso al permiso de nacimiento y cuidado, estableciendo que dicho permiso debe ampliarse a 26 semanas cuando solo hay un progenitor. Sin embargo, esta decisión no afecta a casos ya resueltos, limitando su impacto inmediato.
El Tribunal Supremo: nuevas interpretaciones y ajustes doctrinales
El alto tribunal ha vivido un año de cambios debido a la reciente renovación de la mitad de su Sala de lo Social. A pesar de la incertidumbre generada por esta transformación, sus sentencias han ofrecido criterios relevantes para la jurisprudencia laboral.
Uno de los fallos más llamativos es la STS 1250/2024, que modifica un criterio jurisprudencial consolidado desde los años 80. Ahora se exige que, antes de un despido disciplinario, el trabajador tenga la posibilidad de defenderse, salvo en casos excepcionales. Este giro supone un refuerzo del derecho de defensa del trabajador y podría generar un incremento en las declaraciones de despido improcedente.
En materia de conciliación, la STS 478/2024 matiza la aplicación del preaviso de cinco días en la distribución irregular de la jornada, estableciendo que este no es necesario en cambios de turno. En una línea similar, la STS 727/2024 flexibiliza los plazos para presentar demandas de despido, favoreciendo la protección de los trabajadores ante plazos de impugnación ajustados.
Otro aspecto relevante es la reiteración del criterio sobre la comunicación de despidos por causas objetivas (STS 522/2024), permitiendo que la entrega de la carta a la representación sindical se realice con posterioridad a la comunicación al trabajador, siempre dentro de un margen de tiempo prudencial.
Finalmente, la STS 1350/2024 aborda la indemnización por despido improcedente y su compatibilidad con el Convenio 158 de la OIT. Aunque el Supremo mantiene que el sistema español cumple con los requisitos internacionales, persiste el debate sobre si la indemnización legal es realmente suficiente para reparar el daño causado al trabajador.
Conclusión: un año de cambios y consolidaciones
El panorama judicial en materia laboral en 2024 ha oscilado entre la reafirmación de doctrinas previas y la introducción de nuevas interpretaciones. Mientras el Tribunal Constitucional ha reafirmado su criterio en temas como la pensión de viudedad y la identidad de género, también ha abierto nuevas vías en permisos de nacimiento y dilaciones indebidas. Por su parte, el Tribunal Supremo ha dado un paso adelante en la protección del derecho de defensa en despidos disciplinarios y ha ajustado criterios sobre conciliación y preavisos.
Si bien algunos de estos pronunciamientos fortalecen la protección de los trabajadores, otros consolidan interpretaciones que benefician a las empresas. El reto para los próximos años será ver cómo estos criterios se asientan y cómo evolucionan ante nuevos conflictos laborales. Lo que es seguro es que el 2024 ha sido un año clave en la evolución de la doctrina judicial en materia de derecho laboral.