05 abril 2022

Pacto Verde: nuevas propuestas para hacer de los productos sostenibles la norma y fomentar la independencia de Europa en materia de recursos

La Comisión Europea ha presentado un paquete de propuestas del Pacto Verde Europeo para hacer de los productos sostenibles la norma en la UE, fomentar los modelos de negocio circulares y capacitar a los consumidores de cara a la transición ecológica. Como se anunció en el Plan de Acción para la Economía Circular, la Comisión propone nuevas normas para que casi todos los bienes físicos comercializados en la UE sean más respetuosos con el medio ambiente, adaptados a la economía circular y eficientes desde el punto de vista energético en todo su ciclo de vida, desde la fase de diseño hasta su uso cotidiano, reconversión y eliminación.

La Comisión también presenta hoy una nueva estrategia para hacer que los textiles sean más duraderos, reparables, reutilizables y reciclables a fin de luchar contra la moda rápida, la basura textil y la destrucción de los productos textiles no vendidos, y velar por que su producción se lleve a cabo respetando plenamente los derechos laborales.

Una tercera propuesta tiene por objeto estimular el mercado interior de los productos de construcción y cerciorarnos de que la normativa vigente contribuya a que el entorno construido cumpla nuestros objetivos en materia de sostenibilidad y clima.

Por último, el paquete incluye una propuesta sobre nuevas normas para capacitar a los consumidores en la transición ecológica, de modo que estén mejor informados sobre la sostenibilidad medioambiental de los productos y mejor protegidos frente al blanqueo ecológico.

Con las propuestas de hoy, la Comisión presenta las herramientas para avanzar hacia una economía verdaderamente circular en la UE, una economía liberada de la dependencia de la energía y los recursos, más resiliente ante perturbaciones externas y respetuosa con la naturaleza y la salud de las personas. Las propuestas se basan en el éxito de las actuales normas de diseño ecológico de la UE, que han supuesto reducciones notables del consumo de energía y grandes ahorros para los consumidores de la Unión. Solo en 2021, los requisitos de diseño ecológico vigentes permitieron ahorrar a los consumidores 120 000 millones de euros. Las normas también han permitido reducir en un 10 % el consumo anual de energía de los productos que entran en su ámbito de aplicación. De aquí a 2030, la nueva normativa podría facilitar un ahorro de energía primaria de 132 millones de toneladas de equivalente petróleo, lo que equivale aproximadamente a 150.000 millones de metros cúbicos de gas natural, una cifra casi equiparable a las importaciones de gas ruso por parte de la UE. 

La propuesta de Reglamento sobre el diseño ecológico de los productos sostenibles se refiere al diseño de productos, el cual determina hasta el 80 % del impacto medioambiental de su ciclo de vida. Establece nuevos requisitos para hacer que los productos sean más duraderos, fiables, reutilizables, actualizables, reparables, más fáciles de mantener, renovar y reciclar, y eficientes en el uso de la energía y los recursos. Además, los requisitos de información específicos de los productos garantizarán que los consumidores conozcan el impacto medioambiental de sus compras. Todos los productos regulados tendrán pasaportes digitales de productos, lo que facilitará su reparación o reciclado y el seguimiento de las sustancias preocupantes en toda la cadena de suministro. También podrá introducirse el etiquetado correspondiente. Asimismo, la propuesta comprende medidas para poner fin a la destrucción de bienes de consumo no vendidos, ampliar la contratación pública ecológica y ofrecer incentivos para los productos sostenibles.

La propuesta de hoy amplía el actual marco de diseño ecológico de dos maneras: en primer lugar, se aplicará a la gama más amplia posible de productos; y, en segundo lugar, ampliará el ámbito de aplicación de los requisitos que deben cumplir los productos. El establecimiento de criterios no solo en materia de eficiencia energética, sino también de circularidad, y una reducción global de la huella ambiental y climática de los productos se traducirán en una mayor independencia desde el punto de vista de la energía y los recursos y en una disminución de la contaminación. También reforzará el mercado único, al evitar leyes divergentes según el Estado miembro, y brindará oportunidades económicas desde el punto de vista de la la innovación y la creación de empleo, en particular en la remanufacturación, el mantenimiento, el reciclado y la reparación. La propuesta establecerá un marco y un proceso a través del cual la Comisión, en estrecha cooperación con todos las partes interesadas, establecerá progresivamente requisitos para cada producto o grupo de productos.

Junto con esta propuesta, la Comisión también ha adoptado un plan de trabajo sobre diseño ecológico y etiquetado energético para el período 2022-2024 que contempla nuevos productos relacionados con la energía y pone al día y fija unos objetivos más ambiciosos en relación con los productos que ya están regulados, como medida transitoria hasta la entrada en vigor del nuevo Reglamento. Ese plan de trabajo se refiere sobre todo a la electrónica de consumo (teléfonos inteligentes, tabletas, paneles solares), que está en el origen del flujo de residuos que aumenta más rápidamente.

Para sostener la utilización de productos sostenibles en el mercado de la UE, también se han presentado iniciativas sectoriales específicas. La Estrategia de la UE sobre los Productos Textiles Sostenibles y Circulares y la revisión del Reglamento sobre los productos de construcción abordan dos grupos de productos prioritarios con repercusiones considerables.

 

Fuente: https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_22_2013

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