29 septiembre 2020

Nueva evaluación de riesgos del Centro Europeo para la Prevención de Enfermedades: necesidad de intensificar la respuesta al coronavirus en la UE

El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha publicado una actualización de su evaluación de riesgos acerca de la pandemia de COVID-19, junto con una serie de orientaciones para las intervenciones no farmacéuticas (como la higiene de las manos, el distanciamiento físico, la limpieza y la ventilación).

La actualización de la evaluación de riesgos muestra que, desde agosto, las tasas de notificación han aumentado constantemente en toda la UE y en el Reino Unido, y que las medidas adoptadas no siempre han sido suficientes para reducir o controlar la exposición al riesgo de contagio. Por lo tanto, es fundamental que los Estados miembros adopten todas las medidas necesarias ante la primera señal de nuevos brotes. Esto incluye intensificar las pruebas y el rastreo de contactos, mejorar la vigilancia en la asistencia sanitaria pública, garantizar un mejor acceso a los equipos de protección individual y a los medicamentos y garantizar una capacidad sanitaria suficiente, en consonancia con las acciones presentadas por la Comisión en julio.

La evaluación de riesgos del ECDC considera que las intervenciones no farmacéuticas, como el distanciamiento físico, la higiene y el uso de mascarillas, han demostrado no ser suficientes para reducir o controlar la exposición. Al mismo tiempo, el impacto del aumento de las tasas varía de un país a otro. Mientras que en algunos países el aumento afecta principalmente a los jóvenes (de 15 a 49 años), lo que se traduce principalmente en casos leves y asintomáticos, en otros países el aumento provoca más muertes entre las personas mayores. La actual situación epidemiológica plantea un riesgo cada vez mayor para los grupos de riesgo y para los profesionales sanitarios, y exige una actuación específica inmediata en el ámbito de la salud pública.

En su evaluación de riesgos, el ECDC señala varias opciones de respuesta, como el refuerzo de las capacidades de atención sanitaria y la orientación de las acciones de salud pública hacia las personas vulnerables desde el punto de vista médico y hacia los profesionales sanitarios. Asimismo, pide intervenciones no farmacéuticas, estrategias para la realización de pruebas, rastreo de contactos, medidas de cuarentena, una comunicación adecuada del riesgo y medidas de protección de la salud mental.

En sus orientaciones sobre las intervenciones no farmacéuticas contra la COVID-19, el ECDC presenta las opciones disponibles para tales intervenciones en diversos escenarios epidemiológicos. Las orientaciones evalúan los datos de la eficacia de estas intervenciones y abordan los factores que pueden afectar a su aplicación, tanto para obstaculizarla como para favorecerla.

 

Fuente: https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_20_1737

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