15 febrero 2021

Noemí Alarcón: “El equilibrio de los derechos fundamentales y las reglas de entrada a la UE definirá nuestro modelo migratorio”

La abogada Noemí Alarcón Velasco acaba de ser nombrada presidenta del Comité de Migraciones del Consejo de la Abogacía Europea (CCBE), convirtiéndose en la primera mujer española que preside un comité de esta institución. Anteriormente, la letrada malagueña, que también es miembro de la subcomisión de Extranjería y Protección Internacional del Consejo General de la Abogacía, había ejercido la vicepresidencia de dicha comisión. Ahora, sus principales retos serán la supervisión de la protección de los derechos fundamentales de los migrantes y solicitantes de asilo en la UE. Desde su experiencia, destaca la importancia de la formación de los abogados de extranjería, por su crucial papel en la garantía de los derechos fundamentales de un colectivo tan vulnerable como el de los migrantes, y pone en valor el importante papel de la subcomisión de Extranjería en su apoyo a Colegios y letrados.

¿Cuáles son los principales retos al frente de la presidencia del Comité de Migraciones de CCBE?

Ahora mismo estamos en un momento crucial en esta materia con el lanzamiento en 2020 en la Unión Europea del Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, casi todas las directivas y reglamentos relacionados con esta área serán transformados. Abarca la migración, el asilo, la gestión de fronteras y la integración. Sigue estando sobre la mesa el Reglamento Dublín, pero también se han propuesto nuevas medidas que son de relevancia, especialmente en países como España, como es la regulación de los procedimientos de cribado (pre-screening) que se pondrán en marcha en las fronteras exteriores de la UE, así como los procedimientos preferentes de asilo en las fronteras.

Estas cuestiones son de extrema importancia para la Abogacía, ya que se debe discutir si ha de estar presente o no en estos procedimientos prestando, con todas las garantías que se han de dar en un estado de derecho, una asistencia jurídica de calidad.

¿Y a más largo plazo?

Otras cuestiones que han quedado más difuminadas de momento, pero no menos relevantes, son la gestión legal de las migraciones y las vías legales de acceso a la UE. Se espera que se lancen nuevas medidas a lo largo de este año que propondrán cambios en la legislación comunitaria existente en materia de residencia de larga duración, del permiso único o de la mal lograda tarjeta azul. La idea es promover una mayor eficiencia en la atracción de personas extranjeras altamente cualificadas y de permitir una mayor movilidad de los trabajadores en el seno de la UE.

El reto a corto y medio plazo de esta presidencia es hacer valer nuestros posicionamientos jurídicos en estas materias y cuál ha de ser el rol de la abogacía en estos procedimientos. Seguiremos además colaborando con otros organismos que también tienen competencias en materia migratoria como es el Consejo de Europa. Así mismo seguiremos de cerca la jurisprudencia que vaya emanando del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, así como del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

¿Qué importancia tiene para esta presidencia la formación del abogado?

Es otro punto fundamental: la formación de la Abogacía de extranjería europea, donde  seguiremos el camino ya trazado con la anterior presidencia. Es de suma importancia que la abogacía pueda recibir una formación de corte europeo e internacional para enfrentar los nuevos retos jurídicos que se plantean y las acciones a veces estratégicas para llevar estos asuntos complejos con tintes trasnacionales. No olvidemos que el derecho migratorio o de extranjería es un derecho trasversal, por ello el abogado o abogada debe estar altamente formado para poder dar un asesoramiento de calidad.

¿Cómo contribuye CCBE a mejorar la política migratoria de la UE?

CCBE tiene una larga trayectoria de monitoreo y de participación a nivel legislativo en el seno de la UE. Es una voz muy escuchada y valorada por los miembros del poder legislativo europeo. Por ello mantenemos relaciones estrechas con los grupos políticos de la Eurocámara y somos invitados a participar en debates sobre estas cuestiones, además de hacer propuestas concretas en diversas directivas y reglamentos. Así mismo, participa en reuniones con la Comisión Europea o con las Agencias de la UE, tales como la FRA. Recientemente, CCBE ha sido incorporado al Foro consultivo de la Agencia Europea de Asilo (aquí con su futura denominación, ahora EASO). Todo ello contribuye a que la abogacía esté muy presente en todos los niveles decisorios en esta materia. También colaboramos con otras instituciones internacionales, como por ejemplo recientemente con el ACNUDH (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos). Participa activamente en las propuestas legislativas que se producen en el seno de la UE en materia migratoria y de protección internacional, interviniendo en todos los aspectos legales y procesales, y defendiendo la necesidad de garantizar la presencia de un letrado o letrada  en estos procedimientos.

 ¿Cuáles son las principales carencias de esta política europea?

Más que de carencias, hablaría de dificultades, porque partiendo de sistemas políticos o de justicia parecidos, pero con multitudes de diferencias, es a veces difícil llegar a posiciones de consenso, pero ahí reside el reto y quizás el lado enriquecedor del pluralismo y la diversidad europea.

En materia migratoria, tras la crisis desatada por el conflicto sirio y el aumento de las llegadas de personas originarias de los países del Africa subsahariana, la falta de unanimidad sobre cómo gestionarlo y, a su vez, la falta de solidaridad de los Estados miembros, a grandes rasgos, hizo que la cuestión migratoria se encuentre en su máximo nivel en la política de la Unión Europea, y de ahí que hayamos visto tantas propuestas en tan poco tiempo. Todo ello evidenció que existían serios vacíos normativos en estas cuestiones, añadiéndose a ello las reticencias de los Estados miembros a una interpretación común y solidaria de las normas ya existentes.

¿Es posible resolver estas dificultades para armonizar una política migratoria común?

Hay que tener en cuenta que se trata de una materia muy sensible porque por un lado se debe equilibrar el deber de garantizar los derechos fundamentales que asisten a cualquier persona con independencia de su estatus migratorio u origen, con las reglas de entrada y acceso al territorio de la Unión Europea y de libre circulación. En este punto, que parece tan obvio, reside el nudo gordiano y su solución nos definirá como modelo migratorio equilibrado y respetuoso con los derechos humanos o no en el futuro.

En cuanto a España, y tras la situación vivida en Canarias desde este verano ¿se ha avanzado algo en asistencia letrada a migrantes o una vez que se ha disipado la atención mediática la situación sigue siendo la misma?

Creo que se ha avanzado algo, ya que se partía de una situación donde no existía ningún tipo de gestión coordinada ni servicio organizado para este tipo de cuestiones. Hacía muchos años que en las Islas Canarias no ocurría este fenómeno de llegadas marítimas y quizás de ahí parta la falta de gestión. Pero hay que tener en cuenta que el hecho de que sea un conjunto de islas supone unas particularidades y dificultades a la hora de gestionar que no se dan en la Península.

Se están sentando las bases para que se pueda desarrollar un sistema de prestación del servicio de asistencia jurídica en buenas y debidas formas, y en las condiciones legales requeridas. Se ha de garantizar por encima de todo que las personas tengan acceso a una asistencia letrada y que esta reúna los mínimos legales exigidos.

¿De qué manera puede la Abogacía Institucional ayudar a mejorar la labor de los letrados en estos escenarios?

El Consejo General de la Abogacía está pendiente de la evolución de esta situación y presta apoyo a los Colegios. Queda aún por trabajar en la colaboración con todas las instituciones en juego, y llegar a que se preste una asistencia letrada óptima, como se hizo en las costas andaluzas entre 2016 y 2018. También se brinda apoyo en materia formativa a los/as letrados/as que han de prestar este asesoramiento jurídico o asistencia letrada. No hemos de olvidar que esta asistencia letrada temprana es de suma importancia para las personas migrantes recién arribadas, pues permite detectar determinadas situaciones que les garantiza una protección por parte de nuestro Estado.

¿Cuál es la principal labor de la Subcomisión de Extranjería y Protección Internacional del Consejo General de la Abogacía?

Ofrece su apoyo a los Colegios de la Abogacía, aunando posturas y llevando a cabo, en la medida de lo posible, las mismas prácticas siempre con el respeto de las particularidades o singularidades de cada región. Para ello se elaboran y se ponen al día, unos protocolos de actuación sobre las diversas materias que afectan a la extranjería y protección internacional para que sean de aplicación común. También se pone mucho énfasis sobre la formación de los colegiados y de los abogados que vayan a prestar servicios en los diferentes turnos de oficio. Creo que esto es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos, dado el largo trabajo y de gran calidad que se ha venido desarrollando a lo largo de la existencia de la Subcomisión de Extranjería. También por parte del Consejo y de su Fundación se han venido poniendo a disposición de los y las letradas una serie de materiales de apoyo, tales como las guías, que son de suma ayuda para el quehacer diario en nuestra profesión.

La Subcomisión ha de estar presente para revindicar las necesidades de este colectivo de profesionales, así se ha visto por ejemplo con la implementación de los servicios telemáticos y la firma de acuerdos con las administraciones implicadas que han facilitado muchísimo la labor de los abogados en estos tiempos tan difíciles para todos a causa la situación provocada por el Covid-19.

Finalmente, con independencia de la gran labor social que presta la Abogacía de extranjería, más que nunca hay que destacar la labor de los compañeros y compañeras especializados en esta área. La situación en la que vivimos y que afecta globalmente a todos, pone de relieve que hoy en día no hay despacho que se precie que no tenga entre sus socios o plantilla a un profesional especializado en esta área.

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