27 febrero 2015

No hay justicia para Gemma. Ecuador paraliza la libertad de decenas de españoles

“Mi nombre es Gemma F. soy española. Estuve presa en el Centro de Rehabilitación Femenino de Guayaquil (Ecuador) por tenencia ilícita de estupefacientes. Fui detenida el 10 de Diciembre del 2011 en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil portando en mi interior 780 gramos de cocaína líquida.

Desde el 15 de Noviembre de 2013 estoy en régimen de pre-libertad, debo presentarme dos veces a la semana para firmar….

Aún no he conseguido mi libertad total, y no puedo volver a España. Me acogí al nuevo Código Penal que contempla no el delito sino la cantidad y, aunque me condenaron a 4 años, con el principio de favorabilidad mi pena es de 1 a 3 años….En total llevo cumplidos 3 años y 75 días….estoy pasada de tiempo …mi pena expiró. Sin embargo…”

Así empieza la desesperada carta que Gemma remitió a primeros de enero a la Fundación Abogacía Española para solicitar ayuda. Ella es una de los casi 200 españoles juzgados y condenados en Ecuador por tráfico de drogas a pequeña escala y que desde agosto de 2014 tienen derecho a que se les revise su condena, tras la entrada en vigor de un nuevo Código Penal que modula las penas en función de la cantidad de droga incautada en el momento de la detención.

Como Gemma, otros 50 españoles tendrían ya la pena cumplida, sin embargo la lentitud de la justicia ecuatoriana está impidiendo que salgan en libertad y, en el caso de los que aún están en Ecuador, puedan regresar a España.

Las vicisitudes por las que está pasando Gemma ilustran a la perfección el limbo jurídico en el que se encuentran los españoles que aún están en cárceles ecuatorianas o, como ella, en régimen de pre libertad en aquel país.

El 7 de enero de 2015, debía celebrarse una audiencia para revisar su condena, pero no se celebró por incomparecencia del juez. “Imagínense mi desespero- decía Gemma- debo esperar de nuevo que fijen fecha y eso tarda de un mes a mes y medio por lo menos….Me siento desamparada a nadie le importo….no sé de qué manera podré conseguir mi libertad y volver a España…..no tengo medios económicos…”

La Fundación Abogacía Española presentó una queja al Defensor del Pueblo en España en nombre de Gemma por el retraso en la revisión de su condena, y, puso su caso en manos de un abogado ecuatoriano, que consiguió que se fijara el 26 de enero como nueva fecha de revisión. Pero la vista se volvió a anular al no estar presente el fiscal.

El abogado de Gemma solicitó entonces un habeas corpus para su inmediata puesta en libertad y expulsión a España, sin embargo los jueces desestimaron la petición porque se le había fijado una nueva vista para la revisión de la condena el 24 de febrero.

Y el 24 de febrero tampoco se celebró la vista porque el fiscal recusó a uno de los jueces que componían el tribunal*.

Gemma sobrevive vendiendo ropa de segunda mano que le dan algunas buenas personas que le están ayudando. Con lo que obtiene puede comer, pero nada más.

En España la espera su hija adolescente, que está al cuidado de sus abuelos maternos –jubilado y ama de casa- porque su padre está en paro.

Gemma sigue confiando en Néstor, su abogado, “una persona muy comprometida que está demostrando el interés que deposita en mi causa (…) me hace sentir importante aunque no tengo nada que ofrecer porque no tengo dinero”.

También confía en Dios, pero cada vez menos en la justicia.

 

* El lunes 16 de marzo, se recibió una comunicación en la que se fija el 13 de abril de 2015 a las 16 horas como nueva fecha para la celebración de la vista de revisión de condena.

* El 13 de abril de 2015, el tribunal decretó la libertad de Gemma.

 

 

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