05 octubre 2021

“Mula”, en la Mostra de Curtas Vila de Noia, festival clasificador para los Premios Goya

Octubre ha comenzado con más buenas noticias para el corto documental “Mula”, ya que ha sido incluido en la Sección Oficial de la XXI Mostra de Curtas Vila de Noia.

El festival, que se celebra del 7 al 17 de octubre, es uno de los certámenes calificadores para los Premios Goya, además de contar con el Certificado de Calidad de Festivales de Cortometraje.Mula” se proyectará el domingo 10 de octubre a las 20:30h. en el Teatro Coliseo Noela (Noia, A Coruña). 

“Mula”, producido por la Fundación Abogacía Española, en colaboración con la Fundación La Caixa y la agencia de publicidad Implícate, cuenta cuatro historias reales de personas españolas que fueron condenadas por ejercer de mulas del narcotráfico. El objetivo del cortometraje es sensibilizar sobre los peligros que puede acarrear tomar una decisión como esta, muchas veces empujados por situaciones de vulnerabilidad.

Parte de las historias presentes en el corto pueden escucharse en la voz de sus protagonistas en la página web de la campaña: sermula.com.

El corto ya ha ganado el galardón de Mejor Corto de Animación en la Semana de Cine Corto de Sonseca y el de Mejor Corto Internacional en el festival Cine Miami Fest. Además, durante el último año ha recorrido varios festivales, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, como: Festival Chaniartoon, Festival Ahora es Corto, Festival Internacional de Almagro, GALAPÁN Film Fest, MADRIFF, Festival MON DOC, Festival de Cine de Zaragoza, Festival de Cine Solidario de Guadalajara <<Fescigu>>, Shortfilm México, BitBang (Argentina).

El trabajo de la Fundación Abogacía Española

El tráfico de drogas puede suponer un serio riesgo para la vida de las personas que lo llevan a cabo, algo que conocemos bien desde la Fundación Abogacía Española gracias a nuestro programa de apoyo a personas españolas presas en el extranjero.

Solo entre 2013 y 2017 más de 2000 hombres y mujeres españolas terminaron cumpliendo condena en otros países, muchas veces en duras condiciones humanitarias. Desde entonces, la cifra ha ido disminuyendo hasta situarse actualmente alrededor de 800 personas, si bien las necesidades de las personas privadas de libertad continúan haciendo preciso nuestro trabajo.

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