La mayoría de los 1.500 beneficiarios del Plan de Recursos Digitales han concluido ya su formación

Un total de 1.640 abogados y abogadas resultaron beneficiarios del Plan Extraordinario de Recursos Digitales para la Abogacía, puesto en marcha por el Consejo General en febrero de este año. Y una mayoría de los que finalmente se acogieron a las ayudas han completado ya su periodo de instrucción para conocer en profundidad el manejo de los recursos concedidos.

El objetivo del plan es ayudar a los colegiados que vieron mermada su capacidad económica como consecuencia de la pandemia. Para ello, se ofrecieron diferentes recursos digitales y formaciones con el objetivo de que ningún profesional de la abogacía se quede atrás tecnológicamente.

Los recursos ofertados –digitalización del despacho, presencia digital del profesional, marketing digital para la captación de clientes, gestión de despachos y gestión económica- se complementan con la opción de una ayuda para adquirir hardware preseleccionado de entre una gran variedad de equipos –portátiles, ordenadores de mesa, monitores, impresoras, etc.-.

El proceso de concesión de ayudas para la adquisición de  esos equipos se abrió en paralelo a la instrucción de los recursos, por lo que ya se han comenzado a entregar los primeros pedidos. Los diferentes programas formativos se han estado desarrollando desde comienzos del verano y se han retomado en septiembre para algunos letrados que, por diferentes circunstancias, no pudieron hacerlo en ese periodo. En alguno de los programas, como el de presencia digital, la elaboración de las páginas web para los despachos se ha extendido más en el tiempo, pero se prevé que estén terminadas en los dos próximos meses.

El Plan de Ayudas Covid fue aprobado por el Pleno del Consejo el 10 de julio del año pasado y fue dotado con un millón de euros. Ese mismo verano se lanzó la primera fase de plan que consistía en ayudas directas a los abogados que se encontrasen en una situación de gran dificultad. El pasado otoño se comenzó a trabajar en la segunda fase del plan, denominada Plan de Recursos Digitales de la Abogacía, en el que las ayudas han estado orientadas a mejorar los recursos y capacidades tecnológicas de los colegiados que se encontraban en determinadas circunstancias de necesidad.