29 septiembre 2020

Interrogar a un perito: solo cuando el objetivo resulte relevante y se pueda alcanzar

“Interiorizar las técnicas de litigación que permitan al abogado realizar mejores interrogatorios y contrainterrogatorios a los peritos, y que ayuden a éstos a declarar con más eficacia”. Este fue el objetivo de la ponencia “Habilidades de litigación: técnicas y estrategias para el interrogatorio del perito” impartida el 28 de septiembre por el abogado Óscar Fernández León, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Sevilla, dentro del ciclo de formación de las Conferencias de los Lunes.  La jornada se celebró en modalidad online y contó con más de 1.200 usuarios conectados. La abogada Cristina Vallejo, del Colegio de la Abogacía de Barcelona, fue la encargada de moderar la jornada.

La jornada, eminentemente práctica, estuvo dividida en varias partes, centrándose especialmente en las técnicas de interrogatorio y contrainterrogatorio de los peritos, una de las fases del procedimiento “más complejas y más difíciles”, por “la asimetría de conocimientos entre quien interroga y el perito que nos va a responder”. También hay que tener en cuenta que existen “gran variedad de peritos, por lo que es necesario adaptarnos a cada uno, y que las técnicas deben adaptarse a las circunstancias del juicio”.

“Estudio y preparación son las claves para un buen interrogatorio”, señaló el ponente, aunque lo más importante es recordar que “solo se debe proceder a interrogar cuando se tiene un objetivo que desde el punto de vista probatorio resulta relevante y que, en la práctica, tiene visos de ser alcanzable”.

Por ello, una vez que se haya decidido, lanzó varios consejos sobre el interrogatorio y el contrainterrogatorio que pueden ser clave para el éxito de la estrategia que el abogado haya diseñado para el juicio: “Es importante tener máxima prudencia en la decisión de interrogar; una vez decidido, no ´salir de pesca´ interrogando sin tener un objetivo; buscar respuestas afirmativas o negativas; no permitir que el testigo se explaye y aproximarnos a él amigablemente, evitando la confrontación; emplear un tono neutro en las preguntas claves y saber parar cuando se haya conseguido el objetivo buscado. No hay que preguntar si no se sabe la respuesta, hay que estar seguro de dominar la materia, para lo que es necesario asesorarse correctamente; la preparación del perito debe ser honesta y si se detecta que en un contrainterrogatorio el perito es arrogante e imparcial, intentaremos provocarle”

La preparación del perito

Una de las principales labores del abogado en éste ámbito para asegurar el éxito del interrogatorio es la preparación del perito, para lo que Fernández León señaló que está “prohibido predeterminar el contenido de la declaración o adoctrinar al perito”.

Es importante recordar que en el interrogatorio del perito de parte el objetivo es “favorecer y generar su credibilidad, así como la credibilidad de su opinión profesional y evitar lo posible cualquier intento de cuestionarle”. Por lo tanto, “las preguntas irán dirigidas a las conclusiones, sus fundamentos y los datos”, y “la información que se incorpore al litigio debe ser la más relevante y valiosa para fortalecer su hipótesis y debilitar la contraria”. En todo caso, el abogado debe recordar que “no hay que controlar al perito, sino acompañarlo y auxiliarlo y estar muy atentos para evitar desviaciones”.

En el contrainterrogatorio –el que realiza el abogado al perito que sostiene una opinión técnica diferente a la que defiende quien le interroga- ocurre lo opuesto. El objetivo es “o desacreditar al perito o desacreditar su testimonio”. Para ello, se puede poner en conocimiento del juez “que no es un verdadero experto en la materia objeto de la pericia por falta de formación académica o de ejercicio en la disciplina; que el perito de nuestra parte está mejor cualificado; señalar errores, omisiones o inconsistencias en su trabajo profesional, que lo invalidan para ser considerado como prueba; apuntar a peritajes anteriores similares que han sido desacreditados; aludir a algún tipo de interés, parcialidad o falta de objetividad…”

El ponente señaló que esta técnica es especialmente complicada, ya que se trata de que el testimonio se limite “a la respuesta afirmativa o negativa de las preguntas, tratando de evitar que el perito se explaye”, y todo ello con un ritmo “rápido, evitando espacios de silencio, pausas o interrupciones” y procurando “transmitir un mensaje constante al juez y/o jurado donde el protagonista sea el abogado, no el interrogado”.

Conocimiento de la materia y saber transmitir: principales cualidades para interrogar

En cuanto a las cualidades que debe tener un abogado para que el interrogatorio y el contrainterrogatorio a un perito sea un éxito, el ponente citó como más importantes “que sea estudioso de la materia, es clave un estudio muy pormenorizado; que sea una persona que comunique bien con el lenguaje verbal y no verbal; que tenga autocontrol, ya que se pueden producir situaciones de tensión en el que el abogado tiene que estar centrado; que sea precavido y que conozca al juez para saber cómo gestiona el proceso; que sepa transmitir confianza, solvencia y autoconfianza, para que cada vez que intervenga llame la atención por la seguridad que transmite. Y mucha motivación”, concluyó.

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