`Espacio Por Derechos´: un laboratorio cívico para blindar la necesidad de defender derechos

Por Mercedes Núñez

A veces, la defensa de los derechos humanos no empieza en un gran discurso, sino en una sala pequeña, frente a un móvil, grabando un vídeo de 30 segundos que intenta frenar una mentira antes de que haga daño. Eso lo sabe bien el equipo de `Espacio X Derechos´ (XDS), el laboratorio cívico de CONVIVE–Fundación Cepaim, que se ha convertido en uno de los altavoces más activos contra la desinformación y los ataques a la convivencia en España y en Europa.

Cepaim es una organización sin ánimo de lucro española que impulsa la convivencia y la inclusión de personas vulnerables, promoviendo interculturalidad, derechos humanos e igualdad mediante proyectos de integración laboral, acogida, protección, apoyo a víctimas de discriminación y desarrollo rural. Con más de tres décadas de trabajo, decidió que ya no bastaba con intervenir sobre el terreno: había que transformar esa experiencia en análisis jurídico, incidencia política y participación social.

Así nació XDS, una herramienta para convertir lo aprendido “con los pies en el suelo y el grito en el cielo” en campañas, informes y propuestas capaces de influir en políticas públicas, como cuenta su presidente Juan Miralles.

Esta capacidad para trasladar a la ciudadanía debates complejos sobre migraciones, igualdad y derechos fundamentales le ha valido a XDS el Premio Derechos Humanos Carlos Carnicer de la Abogacía Española en Comunicación.

Para Miralles, la mayor amenaza actual a la necesidad de defender derechos es el cuestionamiento de la propia noción de derechos fundamentales y el de consensos globales como la Agenda 2030. “Desprestigiar los derechos fundamentales amenaza a toda la sociedad, va contra todas las personas”, advierte. Esta erosión, dice, exige una respuesta activa basada en información rigurosa y en la defensa explícita de los valores democráticos.

Conviviendo en la diversidad

En este sentido, proteger a quienes defienden derechos significa asegurar su libertad de palabra, análisis y denuncia. Si perdemos estas capacidades, advierte Miralles, “nos ponemos en manos de quienes pervierten el orden social”.

Con este objetivo han lanzado campañas como “Que no te engañen”, con más de 1.200.000 visualizaciones y 17.000 seguidores en LinkedIn.  Su sexto vídeo, que se publicará el 10 de diciembre, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos, promueve la convivencia intercultural como alternativa al discurso del miedo y comparte buenas prácticas y resultados positivos de políticas inclusivas.

En este marco, Miralles considera que todos los ciudadanos “tienen derecho a participar en la transformación de la sociedad, la construcción ha de ser colectiva, esa participación activa es imprescindible para sostener una democracia inclusiva”.

Para fomentar esa convivencia, proponen algo tan simple como ver a quienes viven en nuestros barrios no como otros, sino como vecinos y vecinas con los mismos derechos. No aprovechar la diversidad existente es, afirma, “un riesgo y una oportunidad desperdiciada”. Sin acceso a derechos, advierte, la convivencia se resiente; por ello reclama políticas de integración, convivencia y comunicación sostenidas, respaldadas por planes estratégicos públicos que aprovechen la oportunidad que representa la diversidad. “La convivencia intercultural es el verdadero futuro de nuestra sociedad”, subraya.

Políticas migratorias y red de apoyo

El asesoramiento que ofrece XDS combina la difusión de información jurídica, análisis y herramientas prácticas a miles de profesionales y personas migrantes, a través de la comunidad que sigue sus publicaciones en redes sociales, con la atención directa que los 37 centros territoriales de Cepaim brindan a cientos de personas vulnerables cada día. Esta doble vía permite tanto acompañar casos concretos como fortalecer capacidades dentro y fuera del sistema de protección.

Tras su participación en foros europeos e internacionales, XDS destaca la importancia de que la sociedad civil pueda seguir defendiendo a las personas migrantes y verificando el cumplimiento de los derechos humanos, apoyándose en documentación y herramientas útiles para profesionales y comunidades. En políticas migratorias, señala dos urgencias: revisar la gestión fronteriza y superar una visión limitada, recordando que “Migrar no es solo cruzar una frontera, sino construir convivencia en territorios cada vez más diversos”.

En los próximos años, la organización busca consolidar su comunidad y reforzar redes de apoyo entre defensoras y defensores de derechos humanos, ya que —en palabras de Miralles— “o nos unimos o nos comen”. Continuará promoviendo alianzas, formación y recursos para una defensa efectiva de los derechos fundamentales.