17 enero 2020

En marcha el Curso de Especialista en Litigación Penal del Colegio de Abogados de Jerez

  • El abogado penalista Manuel Hortas ofreció la primera ponencia sobre la denuncia y el inicio del proceso penal, centrándose en las formas de iniciación, peculiaridades, especialidades y novedades.
  •  Este curso de experto, que consta de un total de 76 horas lectivas, dio comienzo el pasado martes 14 de enero y se desarrollará hasta el 2 de junio de 2020.

El Colegio de Abogados de Jerez –ICAB Jerez- ha celebrado esta semana la apertura del Curso de Especialista en Litigación Penal, una nueva apuesta del colegio jerezano por la formación, dirigida en esta ocasión a profesionales que ya se dedican a esta materia o que desean iniciarse en su ejercicio, y que necesitan un conocimiento profundo, actualizado y dotado de una necesaria dimensión práctica que les habilite para prestar al justiciable un servicio con garantía de calidad.

Este curso de Experto en Derecho Penal, que consta de un total de 76 horas lectivas, dio comienzo el pasado martes 14 de enero y se desarrollará hasta el 2 de junio de 2020.

La apertura del curso contó con la presentación por parte del decano de ICAB Jerez, Marcos Camacho, quien destacó que esta actividad formativa ha despertado gran interés entre colegiados de Jerez y de Cádiz. “De hecho –afirmó-, cuenta con 85 abogados inscritos, plenamente interesados en el desarrollo del derecho penal, en las últimas tendencias jurisprudenciales y en las formas y desarrollo de los procedimientos”.

El decano señaló además que el curso “va a contar con participación de magistrados de la Audiencia Provincial de Cádiz, de los Juzgados de Lo Penal de Jerez, fiscales… y vamos a tener un gran elenco de profesores  para instruir en el desarrollo de esta materia a nuestros colegiados. Creo que es un acierto y una apuesta del Colegio de Abogados por la formación”.

Tras la presentación, el abogado penalista Manuel Hortas ofreció la primera ponencia de este curso de especialista sobre la denuncia y el inicio del proceso penal, centrándose en las formas de iniciación, peculiaridades, especialidades y novedades.

El ponente quiso trasladar “una imagen lo más ajustada posible sobre cuáles son las formas y las vías de comienzo del proceso penal y qué consecuencias tiene el inicio de ese proceso para el desarrollo, tanto de la investigación como para el resultado final del juicio”, comentó, además de poner en valor el curso organizado “magníficamente” por el Colegio de Abogados de Jerez, “con un contenido muy relevante con respecto al ejercicio práctico, más que al contenido teórico propio de otros ámbitos”.

Durante la ponencia, Manuel Hortas hizo hincapié en la importancia del inicio del proceso, “por lo que antes de lanzarnos a la aventura de un proceso judicial –dijo-, hay que llevar una idea clara de qué es lo que queremos conseguir y de orientar nuestros pasos a la finalidad prevista. El comienzo es el punto de partida más importante, y a lo largo del itinerario se puede modificar en cierta forma lo que inicialmente se ha planteado, pero siempre va a estar marcado por ese origen previo, que es el estudio en el despacho del abogado del proceso que se va a plantear”.

Formación práctica sobre Derecho Penal

La defensa y acusación penal constituyen uno de los quehaceres más importantes del ejercicio profesional de la Abogacía. Al mismo tiempo, por las consecuencias que una condena penal puede tener para los derechos fundamentales de las personas, la dedicación profesional al Derecho penal comporta una carga de responsabilidad que sólo debe afrontarse desde una sólida formación en la materia.

Esa formación, lejos de quedar circunscrita a los estudios de Licenciatura y Grado en Derecho, o al Máster profesional en Abogacía, requiere de una continua labor de actualización y reciclaje cuya importancia se ha visto incrementada por las frecuentes y cada vez más complejas reformas de la legislación.

El curso está estructurado sobre siete módulos y enfocado a una docencia eminentemente práctica, mediante un programa que combina los aspectos teóricos de la disciplina que presentan un mayor interés práctico, con esas otras cuestiones, eminentemente prácticas a las que ha de enfrentarse el profesional del Derecho en cualquier procedimiento penal.

 

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