02 diciembre 2020

Elena Arce, la lucha para que los menores extranjeros no acompañados sean, ante todo, niños

Elena Arce Jiménez lleva casi 30 años defendiendo los derechos de los niños y niñas que llegan solos a España. Por su defensa incansable de los derechos de los menores extranjeros no acompañados se le ha concedido el Premio Derechos Humanos 2020 de la Abogacía en la categoría “Nacho de la Mata”.

Fue una de las primeras abogadas que integraron la Subcomisión de Extranjería del Consejo General de la Abogacía Española e impulsora de su modelo del turno de oficio que existe actualmente. Desde la Federación Andalucía Acoge, participó en el primer recurso de acogida que se abrió para estos menores, pionero, tanto en la defensa efectiva de sus derechos, como en la sensibilización a las diferentes instituciones.

Como formadora, ha consiguiendo acercar el derecho de extranjería a educadores, abogados y por tanto a miles de niños indefensos cuyo mayor temor era no ser querido en función de su nacionalidad o el color de la piel.

Desde 2007 es directora del Área de Migraciones e Igualdad de Trato del Defensor del Pueblo. Ha tramitado cientos de quejas, que han puesto de manifiesto el laberinto, por el que los menores han de transitar en un país que tiene como primera obligación protegerlos, en especial, al pasar por las resoluciones de repatriación o los procedimientos de la determinación de su edad.

Trabaja exclusivamente por hacer realidad algo aparentemente sencillo: que para los “menores en movilidad sin referencia adulta”, como prefiere llamarlos, su condición de niños sea lo sustantivo y la de extranjero lo adjetivo.

Su principal reto es “conseguir que el menor reconozca quién es su abogado, que la asistencia letrada no sea nunca más presencia letrada”. Su dilatada trayectoria la ha convertido en una gran referente, habiéndolo sido, incluso para el propio Nacho de la Mata.

 

 

 

 

 

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