09 diciembre 2025
Decano del Colegio de Abogados de Estambul: “Si los abogados no son libres no están seguros los derechos de nadie”

El Colegio de Abogados de Estambul ha sido premiado en la categoría de “Institución” por su compromiso con la defensa del derecho a la defensa, la libertad de expresión y la independencia de la abogacía, pilares fundamentales de la justicia y de la protección de los derechos humanos, incluso frente a la persecución y la presión institucional.
Tras exigir una investigación independiente por el asesinato de los periodistas kurdos Nazim Daştan y Cihan Bilgin en diciembre de 2024, el decano İbrahim Kaboğlu y miembros del Colegio fueron destituidos y procesados por “propaganda terrorista”. La primera vista penal tuvo lugar en mayo de 2025; el decano y los miembros del Consejo del Colegio se enfrentan a penas de entre 3 y 12 años de prisión.
A pesar de ello, como nos cuenta el decano İbrahim Kaboğlu, el Colegio sigue trabajando para defender el derecho a la defensa y los valores de la profesión, en un país en el que los abogados son objeto de ataques por parte de las autoridades desde hace varias décadas.
El juicio contra el decano y la junta directiva está fijado para enero de 2026. ¿Cree que es posible un juicio justo con garantías?
Mantenemos nuestra fe en la supremacía de la ley y en el derecho a un juicio justo, aunque los juicios recientes han mostrado cómo se ha ido debilitando el respeto a la independencia judicial. Nuestra expectativa es que se lleve a cabo un proceso conforme a la equidad y al derecho a un juicio justo, por el que cada uno de nosotros ha luchado durante años.
Enfrentarse a este tipo de investigaciones y procesos puede ser difícil; sin embargo, tenemos la tranquilidad y la seguridad de saber que no solo no hemos cometido ningún delito, sino que hemos cumplido con nuestro deber.
La comunidad internacional ha alzado su voz contra este proceso penal, ¿tienen esperanzas de que sean escuchados estos llamamientos?
La sensibilidad y la solidaridad mostradas por la comunidad internacional son muy valiosas para nosotros y nos dan fortaleza moral. Sean o no escuchados estos llamamientos, lo importante es que nos recuerdan que formamos parte de una amplia familia humana. Creemos que el compromiso con los derechos humanos es un valor universal compartido y pensamos que el apoyo internacional contribuirá a fortalecerlo.
¿Estas acusaciones contra los miembros del Colegio de Abogados de Estambul son un intento de intimidar a toda la profesión?
Un proceso penal dirigido contra la organización profesional de los abogados genera naturalmente la preocupación de que cualquier abogado pueda ser acusado por el ejercicio de su labor profesional. De hecho, ya existen ejemplos de ello. El derecho de defensa y la inmunidad de la defensa son indispensables en una democracia. Confiamos en que el proceso concluya con una decisión que constituya un ejemplo de retorno al Estado de derecho.
¿Estas acusaciones han cambiado en algo la función y forma de trabajar del Colegio de Abogados?
No. Es cierto que ha generado una preocupación, pero hemos seguido cumpliendo nuestras funciones sin faltar a ninguna de ellas.
¿Cuál es la situación actual de la abogacía en Turquía?
Atraviesa un periodo difícil debido a las crecientes presiones, detenciones arbitrarias, arrestos y riesgos de investigación, así como a la pobreza y la crisis económica. Sin embargo, pese a todas estas dificultades, la abogacía en Turquía cuenta con una fuerte cultura de solidaridad y una tradición de defensa de los derechos. Los abogados continúan alzando su voz tanto en cuestiones relativas a la defensa y al sistema judicial como en asuntos sociales, defendiendo con determinación los pilares indispensables de la democracia, el orden constitucional, los derechos y libertades, y la igualdad.
¿Cuál es la principal amenaza para el derecho de defensa en Turquía?
Precisamente que los abogados sean presionados mientras ejercen su profesión, que se enfrenten a procesos penales o administrativos por el cumplimiento de sus deberes y que se intente desprestigiar a la defensa. Esto es inaceptable en un Estado democrático de derecho. Toda presión, investigación o intervención que impida el libre ejercicio del derecho de defensa no solo afecta a los abogados, sino que ataca directamente el derecho de la sociedad al acceso a la justicia.
A pesar de ello, como organizaciones profesionales y como abogados, no renunciamos a nuestra determinación de proteger la independencia de la defensa. Continuaremos oponiéndonos a toda amenaza dirigida contra el derecho de defensa. Si los abogados no son libres no están seguros los derechos de nadie.




