05 septiembre 2019
“Best seller” consigue el premio del concurso de microrrelatos en julio
Javier Puchades Sanmartín, técnico de operaciones del Centro de Control del aeropuerto de Valencia, es el ganador de la XI edición del Concurso de Microrrelatos de Abogados, organizado por el Consejo General de la Abogacía Española y la Mutualidad, correspondiente a julio. Su relato, “Best seller”, ha convencido al jurado y se ha hecho con el premio de 500 euros además de optar al premio anual de 3.000.
Javier, natural de Cuart de Poblet, de 58 años de edad y licenciado en Farmacia, trabaja como ayudante del controlador aéreo del aeropuerto de Valencia. Supo de la existencia del concurso por otros compañeros de profesión y tan sólo lleva participando desde julio de 2017 y se hizo con el premio de septiembre de ese año. Compagina este concurso con otros de microrrelatos en cadena organizados por radio y televisión, en los que también ha conseguido llegar a la final mensual.
“Soy de distancias cortas, disfruto con las mini historias, aún no tengo tiempo para escribir más profundamente”, declaró al recibir la noticia cuando se encontraba de vacaciones en Lisboa. “Pensé en que el escritor de novela negra llevase a la práctica real sus historias y experimentase lo que se siente ser el asesino”, comentó el ganador.
El jurado del concurso ha elegido esta pieza entre más de 800 historias recibidas, en el que la ganadora del público ha sido curiosamente la esposa del ganador, Pilar Alejos, con “Orgullo y prejuicio”.
“Best seller” pasa así a la final, en la que el ganador obtendrá un premio adicional de 3.000 euros, junto con los otros nueve relatos finalistas mensuales y los dos más votados por el público y serán todos publicados en el libro recopilatorio anual que se edita al finalizar el concurso.
El relato premiado y otros seleccionados por el jurado de entre los recibidos en el mes de julio pueden leerse en www.abogacia.es, dentro del microsite dedicado a este concurso.
RELATO GANADOR:
BEST SELLER
Me ilusionaba representar al famoso autor de novela negra, Gonzalo González, aunque, no entendía cómo un abogado especialista en Derecho Consuetudinario podría ayudarle. Tal vez, saliese desfavorecido con mi asesoramiento. Me dijo que tenía problemas con su último libro. Este se basaba en una reiteración de historias, y él creía que lo que se repite por costumbre se convierte en ley. Me explicó que para escribirlo habían colaborado de forma altruista amigos, admiradores y desconocidos. Que al acabar el trabajo con cada uno de ellos se deshizo de todo, incluso, del cactus que le regalo su mayor fan, que también aparecía en el texto. Continuó: «El problema surgió cuando la policía, al registrar mi casa, encontró un calcetín con sangre junto a la caldera del sótano». Entonces, me sobresalté y pregunté: «Pero ¿cómo se titula la novela?». Sonriendo, me respondió: «35 ASESINATOS NARRADOS POR SU AUTOR (basada en hechos reales)».