04 marzo 2025

Altamira Gonzalo: “Sin igualdad no hay justicia ni democracia plena”

• Más de 50 años de lucha por los derechos de la mujer la hacen merecedora del V Premio Igualdad Abogacía.

Por Mercedes Núñez Avilés

Cuando comenzó a ejercer como abogada en 1974, las mujeres apenas tenían derechos en España. La ley las discriminaba abiertamente. “Las estudiantes de Derecho éramos feministas por necesidad”, recuerda. En su propio matrimonio, vivió en primera persona esas desigualdades: su marido debía autorizarla para todo, incluso para abrir una cuenta bancaria.

Frente a esta realidad, no se resignó. En los tribunales y despachos, comenzó a organizarse junto a otras juristas para crear en 1987 la Asociación de Mujeres Juristas Themis, una asociación pionera en la defensa de los derechos de las mujeres. Ha trabajado incansablemente en distintas instituciones para aplicar la perspectiva de género en la Justicia. Por toda su trayectoria de más de 50 años, este jueves será galardonada con el V Premio Igualdad Abogacía.

Desde su experiencia en Themis y otros organismos, ¿qué cambios legislativos son urgentes para garantizar la igualdad efectiva?
La igualdad está en la ley, pero su aplicación sigue siendo desigual. Muchos jueces aún interpretan las normas con sesgos de género y eso afecta a las sentencias. Persisten estereotipos sobre el papel de mujeres y hombres en la sociedad, lo que lleva a exigirles conductas distintas. Por ejemplo, si un hombre es atacado en la calle de noche, nadie cuestiona por qué iba solo o cómo vestía, algo que sí ocurre con las mujeres. Esa falta de equidad a la hora de enjuiciar unos hechos hace que una buena ley se aplique mal.

La formación con perspectiva de género debería ser obligatoria en Derecho. Antes, un abogado podía ser generalista, ahora es difícil saber de todas las materias. Hoy, la complejidad del derecho exige formación continua para garantizar una aplicación justa de la ley.

¿Qué reformas considera necesarias para mejorar el sistema judicial y garantizar una mejor formación de los jueces?

El sistema judicial requiere cambios profundos, desde la selección de jueces hasta la formación en igualdad. Aunque las leyes han evolucionado, no todos los jueces se actualizan por igual, y la falta de formación crítica perpetúa desigualdades. Además, sería útil que los jueces tuvieran experiencia previa en abogacía para comprender mejor a las partes.

Hay mucho por avanzar en formación en igualdad. Es más importante que la tengan toda la judicatura, pero también el resto de los operadores jurídicos.

¿Cómo involucrar a toda la sociedad en esta causa?
La violencia de género y los abusos siguen siendo minimizados o ignorados, y muchas mujeres no denuncian por falta de protección. Es un problema social en el que los hombres también deben involucrarse. La sociedad responde distinto cuando se denuncian robos que cuando se trata de violencia machista o abusos sexuales infantiles. En estos casos, la mayoría de las mujeres no denuncia: según la macroencuesta del Ministerio de Igualdad, solo el 21,7% lo hace.

La lucha feminista es, en esencia, la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, una causa pacífica y democrática. Sin igualdad no hay justicia ni democracia plena.

Fue pionera en lograr una condena de cárcel por impago de pensiones. ¿Qué impacto tuvo en la jurisprudencia?
La incorporación del delito de impago de pensiones en el Código Penal fue un proceso complejo, ya que muchos se oponían a la penalización de las deudas sin comprender el objetivo real: proteger a la parte más vulnerable de la familia. Sin embargo, logramos una condena efectiva que sentó un precedente, evitando la impunidad del impago y disuadiendo a muchos de incumplir con sus obligaciones.

¿Cuál es hoy el principal obstáculo actual para la igualdad?
El acceso masivo y gratuito a la pornografía, impulsado por la industria proxeneta, está afectando las relaciones entre jóvenes y normalizando la violencia sexual. No es un acceso inocente, sino una estrategia para generar futuros clientes del negocio de la prostitución. Para frenar este impacto, es clave fortalecer la educación en valores y el respeto en las relaciones.

España es pionera en leyes de igualdad, con referentes como la Ley 1/2004 contra la violencia de género. Sin embargo, sigue siendo el país europeo con mayor demanda de prostitución, una contradicción que solo se resolverá reforzando la democracia, promoviendo la coeducación y fomentando la ejemplaridad desde instituciones y partidos.

¿Es partidaria de abolir la prostitución?

El proxenetismo debe ser siempre delito, y deben ofrecerse alternativas reales a las mujeres que quieren salir de la prostitución. No se puede erradicar la trata sin combatir su raíz: la demanda. Por ello, apoyo sancionar a los compradores de sexo como medida disuasoria y reinstaurar el delito de tercería locativa. Ahora se debate una ley contra la trata con fines de explotación sexual, y desde un grupo de expertos proponemos que incluya medidas abolicionistas para afrontar el problema de raíz.

Ya jubilada, ¿cómo sigue aportando a la lucha por la igualdad?
Me he retirado de la abogacía, pero no de mis ideas. Sigo activa en Themis y otras asociaciones, participando en investigaciones, formando profesionales y escribiendo sobre derecho e igualdad. Aunque hemos logrado avances enormes, enfrentamos retrocesos preocupantes. No se puede dejar atrás lo que uno cree al cerrar la puerta del despacho; los ideales te acompañan siempre. La lucha continúa.

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