30 junio 2011

Abogados del 15-M: "Abandonamos nuestros despachos para defender derechos fundamentales"

Por Ana Fernández Leiva

La permanencia en las plazas y las movilizaciones generales vividas desde el 15 de mayo a nivel nacional, han requerido el asesoramiento previo ante muchos problemas legales que suscitaba la iniciativa. Abogados comprometidos han vivido la "indignación" de manera activa a lo largo de toda la geografía española.  Profesionales de "renombre" como David Bravo, en Sevilla; Mireia Montesinos, en Barcelona o Endika Zulueta, en Madrid, y otros muchos más, menos conocidos, libre y gratuitamente han trabajado codo con codo con los "indignados" en la defensa de sus derechos y de las libertades de expresión, reunión y manifestación.

"No sé pintar pancartas, sé de Derecho"

David Bravo es un conocido abogado sevillano especializado en derecho informático y en propiedad intelectual que ha intervenido activamente en la defensa del derecho a compartir cultura y conocimiento sin barreras. También ha desempeñado un papel importante  trabajando en coordinación con la comisión legal del Movimiento 15-M en la capital andaluza. La primera actuación que llevó a cabo una vez germinado el movimiento fue,  junto a otros compañeros abogados,  la redacción de una instancia dirigida a la Subdelegación de Gobierno para reivindicar el derecho de reunión, "básico para que todo funcionara", apunta el letrado.

"Nos sentimos involucrados e identificados con el movimiento", señala David Bravo, que habla en nombre de otros abogados. Tanto en Sevilla como en otras ciudades se ofrecieron y se apuntaron en listas con sus números de teléfono para que los concentrados pudieran contactar con ellos en caso de necesidad. Ellos mismos enviaron esta lista a la Subdelegación de Gobierno y al Juzgado de Guardia con el objeto de agilizar cualquier gestión. También dieron diversos consejos ante posibles detenciones, en el sentido de no oponerse a ser identificado por la policía, llamar inmediatamente a un abogado de los apuntados en las listas, solicitar al juzgado de guardia el parte de lesiones en caso de haber sufrido alguna, y declarar únicamente ante el juez y no ante la policía, tras haber hablado previamente con su abogado.

También fueron importantes sus recomendaciones de no hacer referencia a partidos políticos, para que esto no sirviera de excusa para la disolución de las concentraciones, alegando que se estaba en plena campaña electoral.

Como experto en redes sociales, a través de su blog David Bravo ha publicado artículos con un lenguaje accesible a todos, en relación con el soporte legal de los concentrados, porque "no todo el mundo entiende de leyes", dice Bravo. Estos textos daban también a conocer la labor que los abogados llevaban a cabo durante la acampada de Sevilla y se pusieron a disposición del resto de asesores legales de otras ciudades.

Las acciones realizadas por los letrados han ido dirigidas a la creación de grupos de asesoría, de soporte legal y de mediación para mantener el orden interno y neutralizar cualquier conato de conflicto. También se creó un grupo de asistencia a detenidos y otro de mediación para tratar con la policía en caso de desalojo. Para Bravo, estas medidas han sido muy importantes para que las concentraciones fueran pacíficas y ordenadas, ya que de no haber tenido estas pautas, "el desorden hubiera sido considerable":

"Fuimos interlocutores entre policía y el 15-M"

A Endika Zulueta, uno de los abogados más destacados en el juicio del 11-M, se le acumuló el trabajo en su despacho  porque también fue uno de los letrados que eligió estar presente en las acampadas en Madrid  para asesorar a los "indignados" en "defensa de los derechos de reunión y manifestación " y, especialmente, en el "derecho a la dignidad de millones de personas víctimas de un sistema socio-económico radicalmente injusto", explica el abogado.

La necesidad de crear una línea de diálogo entre los concentrados y la policía ha generado que "los abogados hayamos actuado como interlocutores", por petición expresa del cuerpo de policía".

Para el letrado, "los movimientos sociales llevan años germinando" y considera imprescindible la labor gratuita, desinteresada e implicada de los abogados ya que "cada día se crean nuevas situaciones a las que hay que dar respuesta jurídica". Como profesional "lo que intentas es interpretar los derechos fundamentales como debe hacerlo el Estado" y al mismo tiempo apoyar que "las víctimas de los problemas sean partícipes de las soluciones".

En Madrid, prosigue Zulueta, nuestra labor ha consistido en coordinar las comisiones legales y permanecer en contacto con las creadas en las demás ciudades españolas. Del mismo modo "nuestro trabajo sobre el terreno ha consistido en asesorar sobre las medidas de sanidad que la acampada debía llevar a cabo, sobre la infraestructura y los perjuicios que pudiera causar cualquier tipo de instalación llevada hasta la plaza de la Puerta del Sol y sobre todo la mediación con la policía".

"Ejercer la profesión para la defensa de los derechos humanos"

La abogada barcelonesa Mireia Montesinos habla de su experiencia en la plaza de Cataluña como una necesidad profesional ante la  "vulneración de derechos fundamentales".  Montesinos cuenta que la labor desempeñada ha sido "sobre todo la información in situ a los afectados", especialmente tras los enfrentamientos con la policía. "Estamos hablando, añade, de personas que recibieron golpes contundentes por parte de la policía. Nosotros no podemos interponer una denuncia, pero podemos asesorar al afectado sobre la forma de hacerlo".

Debido a la gran demanda,  la comisión jurídica de la acampada barcelonesa se puso  en contacto con ella y con otros muchos abogados dispuestos a trabajar a pie de calle con el 15-M. "Abogados jóvenes y no tan jóvenes" apunta Mireia, "nos hemos unidos para dar un servicio gratuito que considerábamos necesario ante la falta de información".

Entre otros, prosigue la letrada, los objetivos que se han tratado de cubrir en Barcelona son vigilar y garantizar las libertades de circulación, de manifestación y de expresión mediante la presencia física y visible de abogados en los lugares y momentos en los que estos derechos podían verse comprometidos, con especial atención a las operaciones de las fuerzas policiales, así como la coordinación de las acciones jurídicas en defens

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