12 noviembre 2021

Nikola Kovačević: “La UE necesita establecer una respuesta común que no use a los refugiados como armas”

Por Aida Nin Planells

Nikola Kovačević, abogado de 32 años dedicado a ayudar a personas refugiadas y solicitantes de asilo, es el primer serbio galardonado con el Premio Nansen para los Refugiados del ACNUR, un prestigioso galardón que año con año honra a quienes han emprendido acciones admirables para apoyar a las personas desplazadas y apátridas.

Alrededor de 5000 refugiados y migrantes se encuentran actualmente en Serbia. Casi la mitad son afganos que se encuentran en el país esperando para cruzar a la Unión Europea. ¿Cuál es la situación actual en la que se encuentra Serbia?

Serbia es un pequeño sistema en el que podrían residir miles de personas, pero no es atractivo ya que el sistema de asilo todavía no es efectivo. Esto se debe a que no tenemos un protocolo como tal, sino que dependemos mucho del apoyo que viene de fuera. Por este motivo, un número muy bajo de gente decide solicitar asilo cada año.

En los últimos dos meses el 70% de las personas que han solicitado asilo en Serbia eran de Afganistán, muchas de ellas son familias con niños pequeños. El número está aumentando, sí, pero no creo que llegue a ser tan dramático como en la crisis de 2015/2016 de Siria.

Como abogado, ¿cuál es tu papel en la ayuda de refugiados y solicitantes de asilo?

Al principio, mi objetivo era conseguir asilo para toda esta gente. En los últimos seis años me he centrado en los problemas de las fronteras, ya que el acceso al territorio es lo principal para tener el acceso a la protección, y si descuidamos la situación de todas las fronteras de la UE el sistema de protección a los refugiados puede colapsar.

Los países vecinos de la UE están teniendo que desempeñar un papel difícil al tratar con miles de migrantes y solicitantes de asilo que intentan llegar a la UE. ¿La UE está pidiendo demasiado a estos países vecinos?

Yo no diría que la UE esté pidiendo nada. Y no quiero limitar este problema a la UE como organización internacional. Creo que Europa como continente tiene la responsabilidad de establecer una respuesta común. Creo que esta falta de solidaridad en Europa viene de mucho antes de la crisis de 2015/2016, pero ahora se ha hecho más visible después de la huida de gente de Siria, Irak y ahora Afganistán.

En mi opinión, la única manera en la que puedes abordar la situación que hay en Europa con los refugiados es estableciendo una respuesta común. Desafortunadamente, no existe esa respuesta. Actualmente, cuando un país sufre una crisis de migración establece sus propios protocolos, no ves a la UE en la respuesta.

Miles de migrantes están ahora en la frontera de Polonia con Bielorrusia. La situación ahí es crítica. ¿Cuál debería ser el método de actuación de la UE ante este tipo de situaciones?

Este es un problema de derechos humanos, no un problema de seguridad. Cualquiera que sea la respuesta debe ser equilibrada: la política es importante, la seguridad es importante, la solidaridad es importante, pero, al mismo tiempo, la protección de los derechos humanos está ahí. Se deben diseñar leyes que armonicen todos estos requisitos de una manera equitativa. Tiene que haber distribución de responsabilidad entre los países europeos y otros países internacionales como, por ejemplo, Canadá, pero esto no lo vemos. Creo que la UE no es lo suficientemente efectiva a la hora de afrontar este tipo de crisis. La UE necesita hacer políticas basadas en la solidaridad y que no usen a los refugiados como armas para juegos geopolíticos, ya que este tipo de cosas han llegado muy lejos y tienen que parar. No hay justificación alguna a que haya gente muriendo en las fronteras.

¿Siguen siendo los traficantes de personas la principal esperanza para los solicitantes de asilo que aterrizan en Serbia y esperan llegar a otras partes de Europa?

Desafortunadamente los traficantes de personas llegan a ser considerados “héroes”, pero realmente son personas que muchas veces hacen atrocidades como violaciones, extorsión, privaciones de libertad, violencia…

Me gusta decir que las prácticas ilegales en las fronteras, empujan a los refugiados a acudir a estos grupos ilegales. Una práctica ilegal está directamente apoyando a la otra. Entonces, vivimos en una situación paradójica en la que estamos protegiendo nuestras fronteras para parar la migración ilegal y combatir el tráfico de personas, pero con esto lo que estamos consiguiendo es que ese contrabando de personas aumente por ser el único recurso que les queda.

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