13 agosto 2020

Esther Pascual y Francisca Lozano, responsables del proyecto Restauravidas: “Restauravidas es un proyecto que aporta humanidad a quienes un día la perdieron”

 -Por Claudia Mieres Rodríguez- 

Esther Pascual y Francisca Lozano son, respectivamente, la abogada y la psicóloga encargadas del proyecto `Restauravidas´, un programa impulsado por la Fundación Abogacía con el fin de reintegrar a personas españolas presas en el extranjero.

  1. ¿Cómo surge este proyecto?

Francisca: Nace como iniciativa de la Fundación de la Abogacía Española, que ya llevaba tiempo desarrollando un programa bastante amplio con personas españolas privadas de libertad en el extranjero. Parte de ese programa amplio consistía asistir a estas personas en sus centros de cumplimiento y ayudarles a regresar a su país de origen; desde ahí surge la conciencia del impacto tan negativo que ese encierro tenía en ellas y del planteamiento de ampliar esa ayuda al momento en el que regresan a España y deben adaptarse a tantas cosas, no sólo al contexto penitenciario de aquí, también al reencuentro familiar, a la posibilidad de un trabajo y a la re-normalización de sus vidas en un futuro próximo. 

  1. ¿Hay algo que tengan en común todos los presos que han formado parte del proyecto `Restauravidas´?

Esther: Sí. La mayor parte de ellos tenía una vida completamente normalizada, nada relacionada con la criminalidad antes de cometer el único delito (tráfico de drogas en la mayor parte de los casos por necesidades económicas) que les condujo a prisión y les destrozó su vida.

  1. ¿Qué evolución psicológica se encuentra en las personas atendidas durante el programa?

Francisca: Todas llegan con un importante nivel de trauma; las experiencias que han vivido y que relatan en las sesiones del programa dedicadas a ello son muy duras en todos los niveles imaginables, han sobrevivido auténticas calamidades y estados de carencia. Llegan muy temerosos de lo que se van a encontrar y a la vez aliviados y agradecidos por estar de vuelta.

El programa Restauravidas les permite compartir y por tanto ventilar y elaborar emocionalmente lo vivido, verse reflejados unos en otros, sentirse comprendidos y acogidos, y a la vez trabajar aspectos relacionados con la nueva vida que está comenzando. Se emocionan y se consuelan mutuamente; igualmente nos emocionamos nosotras, las profesionales que les acompañamos.

  1. ¿Qué necesidades legales tienen cuando llegan a España?

Esther: Necesitan saber si su condena extranjera aquí se revisa o se adapta o se modifica. Vienen con muchas ideas equivocadas.

Necesitan conocer sus derechos (cuánto, cómo y cuándo pueden comunicar con sus familias), los regímenes de vida en las prisiones españolas (primer, segundo y tercer grado), cómo pasan de uno a otro, cómo y cuándo se pueden pedir permisos ordinarios y extraordinarios, cómo se recurren las decisiones de la administración penitenciaria, ante qué órgano y cuándo.

El acceso a los programas y talleres productivos, etc. Los plazos para obtener los permisos, el tercer grado y la libertad condicional. Necesitan saber todo lo relacionado con la vida en prisión. Entender qué es la liquidación de condena y la hoja de cálculo para saber en qué fase se encuentran y desde ahí empezar a confeccionar su “ruta penitenciaria”.

  1. ¿Cree que en los centros penitenciarios españoles hacen falta más medidas de asistencia psicológica a estas personas?

Francisca: En los centros penitenciarios de España hacen falta más recursos asistenciales, psicológicos y de otros tipos. Pero creo que se trata de una realidad del contexto penitenciario a nivel global, de manera internacional. No en vano las entidades sociales de toda naturaleza, el conocido como tercer sector, cubre una buena parte de las demandas asistenciales en prisión, ante la imposibilidad de asumir toda la demanda por parte de la Institución Penitenciaria. 

Es llamativo que estas personas, aún conscientes y sufrientes de esta realidad, sienten que han pasado a vivir a un espacio de privilegios, “un palacio” en sus propias palabras. Comparativamente la diferencia entre las prisiones de determinados países y las españolas son abismales. 

  1. ¿Cree que la Abogacía juega un papel importante a la hora de asegurar que se cumplan los derechos fundamentales de las personas presas?

Esther: Por supuesto. Gracias a la Fundación de la Abogacía, al Consejo General de la Abogacía, a la Fundación +34 y a los SOAJS (servicios de orientación jurídica penitenciaria) se consigue agilizar el traslado de los presos españoles desde el país de condena a nuestro país de una manera más ágil. También se consigue asesorar gratuitamente a todo el que lo necesite, para no dejar a ninguna persona desamparada. Muchas veces hay muchos obstáculos burocráticos que hay que vencer en los traslados, pero desde luego me consta que se hace un loable esfuerzo desde estas instituciones para no dejar a nadie indefenso.

  1. ¿Cuáles han sido las principales dificultades con las que os habéis encontrado durante el desarrollo del proyecto?

Francisca: Más que indicarlo como dificultad en sentido estricto, me gustaría señalar la circunstancia con la que contamos y que marca el ritmo del programa, y es que en ocasiones estas personas son trasladadas a sus comunidades autónomas y este hecho, que es muy positivo para ellos al acercarles a su entorno, deja el programa interrumpido y a nosotras con una extraña sensación de ambivalencia entre la alegría por ellos y la tristeza por no volver a verlos y no poder hacerles seguimiento. 

También el trabajo restaurativo, ya que es difícil trabajar el proceso de responsabilización por la participación en un delito cuando las personas han sufrido en sus propias carnes las consecuencias de haberlo cometido.  

  1. ¿Cómo ha afectado la pandemia de coronavirus al desarrollo del proyecto?

Esther: Lo cierto es que durante el estado de alarma hemos tenido que paralizarlo, ya que solo tenían autorización para visitar a los presos los abogados a través de locutorios de cristal. Nuestro programa no puede hacerse por vía telefónica, por lo que ha quedado suspendido. El aspecto positivo es que ya estábamos acabando el trabajo con el grupo de presos con el que lo estábamos haciendo.

  1. ¿Qué cree que es lo que más agradecen los presos que se encuentran en esta situación y que han participado en el proyecto? 

Francisca: Que estemos y que nos mantengamos. Les sorprendía al principio que siguiésemos acudiendo. Posiblemente tenga que ver con la idea de volver a sentirse y reconocerse como seres de derechos, merecedores de la atención y cuidados de otras personas. 

También se muestran muy agradecidos por las ayudas específicas que han podido resultar más significativas para cada uno de ellos y ellas, tanto a nivel psicológico como jurídico. 

  1. ¿Por qué cree que es importante la continuación del proyecto?

Esther:  Porque la institución penitenciara no puede asumir algo de esta envergadura dada la carga de trabajo que tienen. Y porque tristemente continúan llegando españoles que vienen condenados por tribunales extranjeros en unas situaciones muy traumáticas, que requieren ser especialmente atendidos en diversas áreas (sanitaria, jurídica, social, psicológica, etc.). Porque es un proyecto que suma y que aporta mucha humanidad a quienes un día la perdieron.

 

 

 

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