21 octubre 2019

I Congreso de Cibercrimen y Seguridad Informática en el Colegio de Abogados de Zaragoza

Retos para combatir la ciberdelincuencia

El Colegio de Abogados de Zaragoza ha acogido el I Congreso de Cibercrimen y Seguridad Informática, y se ha puesto de manifiesto que las estafas, tal y como recoge la última Memoria de la Fiscalía General del Estado, son los ciberdelitos más habituales, si se atiende a sentencias condenatorias. Pero hay más casos, el magistrado de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco Núñez, ha establecido en su intervención tres bloques de delitos en la red: los económicos, que son los más habituales; el terrorismo, y delitos de instrucción, entre los que se encontrarían los relacionados con la intrusión en la vida sexual y en la intimidad de las personas.

Teniendo también en cuenta que según la Memoria de la Fiscalía, se está registrando un crecimiento exponencial de la ciberdelincuencia “fruto de la facilidad de cometer estos delitos, de la impunidad de los mismos especialmente cuando reside el autor en países con poca o nula cooperación jurídica internacional, el miedo o vergüenza de denunciar determinados hechos o, muchas veces, amparados en que la víctima ni se entera, como en las microestafas”, como explica el Fiscal especializado en delitos económicos, y uno de los directores del Congreso, Juan Antonio Frago.

Son diversas las dificultades que se encuentran quienes luchan contra la ciberdelincuencia, la primera barrera “es que la víctima denuncie, porque muchas veces, por vergüenza, no se denuncia, y no solo en los casos de delitos sexuales sino también en los ocurridos en las empresas, ya que no da buena imagen haber sido víctima de una estafa”, afirma Frago, quien añade que “una vez superado esta barrera y haber denunciado, los problemas fundamentales están en la localización del autor del delito. Nuestro Código Penal asume directivas europeas que unifican estas conductas delictivas, pero el verdadero problema que nos encontramos es en la cooperación jurídica internacional cuando los delitos suceden fuera de las fronteras europeas, en Asia o Rusia, por ejemplo, a lo que se suma la tardanza de los tribunales en resolver estos conflictos”.

La ciberdelincuencia trae desafíos de Derecho penal, pero sobre todo procesal, respecto de los que hay que estar a la altura. Así, desde unos whatsapp en los que se amenaza a una persona en violencia de género o doméstica, el grooming respecto de un niño, asesorar a los clientes para evitar las estafas más comunes (phishing, estafa del CEO, cartas nigerianas, etc.). El usuario, por regla general es muy confiado, no se para a mirar y leer detenidamente los correos electrónicos, se pincha en el primer enlace que aparece y se dan datos personales con mucha facilidad. No mirar detenidamente si l apágina a la que accedemos es la que buscamos o “se parece” a la que buscamos puede llevar a una estafa.

En la lucha contra este tipo de delincuencia hay un problema y es “la falta de especialización jurisdiccional y policial. Hay muy pocas imputaciones de oficio y, fuera del delito fiscal, donde la Agencia Tributaria cada vez está más encima de las personas jurídicas como sujeto autónomo del Derecho penal, el trabajo se está viendo gracias a denuncias de abogados como acusación particular. Sirva como ejemplo que, muy recientemente, he visto dos sentencias condenatorias por delito leve de coacciones a dos conocidísimas empresas de telefonía y energía dictadas en Valencia capital. Si no fuera porque el delito de coacciones no está en el catálogo del Código penal de los que pueden cometer las organizaciones y que las coacciones exigen violencia, que obviamente no puede desplegar una organización, hasta podría parecer gracioso que sendos jueces las hayan dictado”, concluye Frago.

Además del juez Velasco, en este I Congreso de Cibercrimen y Seguridad Informática,  han participado el magistrado del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Teruel Jorge Oswaldo Cañadas Santamaría, y se ha celebrado una mesa redonda en la que han participado Eduardo Casas Herrer, subinspector de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional y autor del libro “La red oscura”; Ángel Pablo-Avilés de la Rosa, Chief Security & Strategy Officer en Smart Human Capital, además de ex componente del Grupo de Delitos Telemáticos de la UCO, Guardia Civil y el abogado Pablo Fernández Burgueño. Director de legal en Smart Human Capital y compliance officer.

La Comisión de Formación del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza, con la colaboración de la Editorial Tirant lo Blanch, SF Formación y Smart Human Capital, han organizado el I Congreso de Cibercrimen y Seguridad Informática, que ha estado dirigida por Juan Antonio Frago, Fiscal especializado en delitos económicos y por la letrada Verónica Suárez García, socia en Artis Abogados.

 

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