26 enero 2013

La Abogacía española también “se pinta de naranja”: 16 días de activismo contra la violencia de género

Contra la Violencia de GéneroSiguiendo la invitación que para este año 2014 nos hace la Secretaría General de las Naciones Unidas durante los 16 días de activismo contra la violencia de género, os acerco la campaña cuyo objetivo es generar conciencia sobre la violencia contra las mujeres y debatir soluciones que pueden funcionar en cada comunidad. A partir del 25 de noviembre y hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, en la Abogacía española también “nos pintamos de naranja”.

Las cifras no por reiteradas y conocidas dejan de ser sangrantes, 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha soportado violencia física o sexual, principalmente por un compañero sentimental. Cerca de 120 millones de niñas han sufrido el coito forzado u otro tipo de relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas; y 133 millones de mujeres y niñas se han visto sometidas a la mutilación genital femenina. Por ello, poner fin a toda esta violencia sin sentido contra las mujeres y niñas debe ser una prioridad, en nuestro caso, nuestra prioridad.

Nos encontramos sin ningún género de dudas ante una pandemia a nivel mundial, y por tanto la respuesta internacional debe ser acorde a la realidad a la que afecta. Desde la instituciones internacionales a la movilización social generalizada.

En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en 1995, se aprobaron las entonces innovadoras Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, haciéndose eco del llamado mundial para poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas y resaltando esta cuestión como una de las 12 esferas de especial preocupación. Se reconoció entonces, como no podía ser de otra manera, que la violencia es uno de los principales mecanismos sociales que niegan a las mujeres la igualdad y también remarcaron los costos sociales, sanitarios y económicos tan elevados que esa violencia les genera. Siempre me ha chirriado esta observación por parte de los Estados Miembros que de tal forma lo resaltaron. Prefiero llamar la atención sobre el punto de inflexión que nos ocupa en este asunto, nuestro asunto y que no es otro que el hecho cierto y poderoso de que aquí, de lo que estamos tratando es de “dignidad”. Nos encontramos con una lacra mundial, con millones de violencias y discriminaciones, cuyo sujeto pasivo son siempre las mujeres y las niñas, nuestra prioridad es y debe ser el hacer respetar y promocionar su dignidad humana.

Es cierto que desde Bejing, dos terceras partes de los países han instaurado sobre el papel leyes concretas para poner fin a la violencia contra las mujeres. Pero es que han pasado veinte años. Es cierto que las campañas de promoción realizadas en todo el mundo han aumentado la concienciación y puesto en práctica acciones para poner fin a la violencia. Pero reitero, es que han pasado veinte años. Y la pregunta es ¿Cuánto tiempo más hay que esperar para que cese por completo la violencia contra las mujeres por el hecho de ser mujeres?

En el momento de redactar estas líneas, siguen secuestradas las 200 niñas nigerianas, y en nuestro país dos niñas hermanas de 8 y 10 años han sido asesinadas por su padre. La violencia contra las mujeres y niñas es continua, diaria, y nos debe implicar en su lucha y erradicación tanto la lejana como la cercana. Lo que podemos y debemos reclamar son acciones contundentes que garanticen la protección de las mujeres y niñas, de todas ellas, de todas nosotras.

Sabemos que las consecuencias de la violencia sobre las niñas se prolongan durante toda la vida. Conocemos de las prácticas aberrantes de la mutilación genital femenina, del planchado de senos, del matrimonio infantil, todo ello, atenta contra la dignidad de las niñas, y sin dignidad no hay derechos humanos.

Que los grandes lemas, que las afamadas campañas nos sirvan de excusa para no perder la atención de lo que verdaderamente nos importa, no cesar en el objetivo de estar continuamente generando conciencia sobre los derechos de las mujeres y de las niñas, somos iguales, lo que no deja espacio alguno a la discriminación.

 

Carmen Larramendi Loperena

Abogada- Criminóloga

Vocal SubComisión Violencia sobre la Mujer Consejo General de la Abogacía Española

 

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