22 octubre 2013

El Presupuesto de Justicia para 2014: 255 millones (el resto es para personal)

Hoy se celebra en el Congreso el debate de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado para 2014. Parece oportuno preguntarse: ¿Hay dinero para la Justicia? El Presupuesto del Ministerio de Justicia para 2014 parece confirmar que no. En 2013 cayó un 4,21 por ciento y el año que viene lo hará un 2,13. Es una reducción engañosa porque este año se ha mandado a su casa a 1.300 jueces sustitutos y ese “ahorro” –que redundará en un peor funcionamiento y más atasco judicial- también es un dinero que se resta del total. Y es mucho más engañoso porque de los 1.473 millones, 1.218 corresponden al capítulo de personal. Así que lo que queda, de verdad, lo que se puede repartir son… 255 millones.

Hay otras consideraciones importantes: o no se piensa acometer la reforma del proceso penal, trasladando la instrucción a los fiscales, o ¿de dónde se va a sacar el dinero para ello? ¿Cómo se va a modificar la Planta Judicial, con la creación de tribunales de instancia, traslado o reacomodo de juzgados y todo lo que supone sin recursos para hacerlo? ¿Cómo se va a abordar la modernización de los órganos judiciales, muchos de ellos en mantillas, y, sobre todo, la interoperabilidad real de todas las Administraciones Judiciales con un presupuesto de poco más de 43 millones de euros, que apenas cambia? ¿Cómo se van a atender las graves deficiencias personales y materiales de los juzgados y tribunales con 18 millones para obras, 14 de los cuales están ya destinadas a obras de rehabilitación y ampliación de la Audiencia Nacional? ¿Qué va a pasar con la “Nueva” Oficina Judicial que duerme en el sueño de los justos? Y eso sin hablar de los registros civiles y de otras muchas cosas como, por ejemplo, que sólo se convocarán 30 plazas para jueces y 20 fiscales.

Y todo ello sin hablar de las tasas a las que me referí en el último post. Se iban a recaudar 305 millones de euros, sin contabilizar las tasas variables. Hasta agosto de 2013 se han recaudado sólo 94. No parece que se vaya a llegar ni siquiera a la mitad de lo previsto. Y ese dinero que iba a ir “a mejorar la justicia gratuita” se ha ido al pozo común de la recaudación, mientras se congelaba la partida dedicada a la Justicia Gratuita. El Ministerio de Justicia ha dicho que “mantiene su compromiso con la Justicia Gratuita -34,1 millones, poco más del 2 por ciento del total- a pesar de la reducción general del Presupuesto” y eso es sólo una verdad estadística, pero una mentira real. Porque con la expectativa de que, debido a las decisiones ministeriales de la propia Ley de Tasas, aumentarán los beneficiarios de la Justicia Gratuita, es menos dinero para más beneficiarios. Y como la crisis sigue, habrá más personas que la soliciten y el mismo dinero que en 2013. Pero no se prevé ni un euro más que en 2013.

 

 

Cuando parecía que la Justicia española había pasado de ser la hermana pobre, el pariente olvidado o el convidado de piedra para pasar a ser el hijo al que mejorar con el tercio de libre disposición –en los años anteriores al 2012 había habido pequeños aumentos-, resulta que volvemos para atrás. La modernización se va a quedar en recauchutado y las nuevas tecnologías en el regreso a Gutenberg. Entiendo que la crisis afecta a todos, pero a la Justicia le ha afectado incluso cuando sobraba –o parecía que sobraba- el dinero para todos.

Siempre he dicho que la Justicia ni da ni quita votos y que por eso los Gobiernos nunca se han preocupado por la Justicia. No sé si esa falta de influencia electoral ha cambiado. Más bien creo que sí y que los candidatos lo van a notar en el futuro. La Ley de Tasas, la lentitud de la Justicia que no saben o no quieren resolver, hasta la Ley de Servicios y Colegios Profesionales –en lo que afecta al sector jurídico-pueden hacer que haya votos que sí se muevan. Más vale que los Gobiernos central y autonómicos presten más atención a un elemento clave para el Estado Social y Democrático de Derecho.

 

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