Entrevista_ Mónica Bernabé_La única periodista española que informa desde Afganistán “Sería grave que se imponga la paz en Afganistán a cambio de la impunidad y la injusticia” Texto_Andrés Garvi Carvajal Fotografías_ Miguel Mendiguchía y archivo “Cuando se habla de Afganistán en Occidente, siempre se habla de la acción militar, pero hay muchos otros factores: su Gobierno, su Parlamento, su sistema judicial, etc. Y todo eso en Afganistán es un auténtico desastre” 44_Abogados_Diciembre 2013 Desde hace más de seis años, vive de forma per- manente en Afganistán. Es la única periodista es- pañola que ha informado regularmente desde las diferentes zonas del conflicto afgano, siempre de forma sigilosa y rehuyendo ser la protagonista. Pero Mónica Bernabé, periodista del diario El Mundo, no se ha limitado a informar de las atrocidades de la guerra; también se ha involucrado en la defen- sa de los derechos humanos de las personas más necesitadas. En el año 2000, tras su primer viaje a Peshawar (Afganistán), fundó la Asociación por los Derechos Humanos en Afganistán (ASDHA), ONG de ayuda a las mujeres afganas, que en la actuali- dad preside. Más de 30 años de guerra han empeorado la si- tuación de las mujeres afganas, haciendo que la vio- lencia contra ellas y la discriminación fueran vistas como algo natural. Desde la caída del régimen de los talibanes (2001) las afganas se han organizado para defender sus derechos y se han producido avances. Por ejemplo, la Constitución afgana aprobada en 2005 reconoce la igualdad de derechos entre hom- bres y mujeres, un 25% de los parlamentarios deben ser mujeres. Mónica Bernabé compagina su labor periodística con su compromiso para que se haga justicia a las víctimas que de forma ininterrumpida han sufrido violaciones de los derechos humanos. ¿Es difícil ser imparcial y rigurosa cuando se infor- ma desde una zona en conflicto, donde se es testi- go de situaciones muy dramáticas? Yo creo que ningún periodista es imparcial, esté o no en una zona de conflicto. Todos explicamos la realidad según nuestra pro- pia percepción e interpretación personal. La objetivi- dad no existe. Es una falacia. El simple hecho de in-