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EN PORTADA Como hace cuarenta años, hoy es la hora de los juristas siempre están resultando fructíferos, tal vez porque falta una voluntad con- structiva y sobra una motivación ape- nas pugnaz, electoralista. Yo diría que podemos estar satis- fechos con la labor de los que podría- mos llamar los ‘abogados de la Con- stitución’, un grupo de juristas que se mostraron esforzados más en construir una nación nueva, mejor, que en labrar a Constitución vive algo así como una ‘segunda transición’. Casi to- sus propias carreras políticas y profe- dos intuyen que es momento de acometer su reforma, para preser- sionales. Creo que aquella generación var su vigencia y, de paso, acomodar sus preceptos a las nuevas de Osorio, Lavilla, Peces-Barba, Solé circunstancias –que realmente son eso: inéditas—que vive la nación. Se diría que, Tura, Herrero de Miñón, Pérez Llorca, como ocurrió en 1978, cuarenta años después vuelve a ser la hora de los juristas, Óscar Alzaga, Ortega y Díaz Ambrona, de los abogados, de los componedores, de quienes estudian, a la luz de las leyes, Miquel Roca, Pedrol Rius, que jugó las situaciones que se van presentando y las resuelven, si puede ser, ‘de la ley a la un papel decisivo en las referencias a ley, pasando por la ley’. Que fue la máxima con la que Torcuato Fernández Miran- la Abogacía y a los Colegios Profesio- da y, naturalmente, Adolfo Suárez, afrontaron la reconversión desde una dicta- nales en la Constitución, Antonio Sainz dura centralista hasta una democracia descentralizada. Eso fue la Constitución. de Baranda y un no tan largo etcétera,   Quienes nos hemos dedicado a estudiar con detenimiento lo que fueron combinaba a su profundo conocimien- aquellos años –y quien suscribe lo está haciendo de nuevo, ahora para un libro to jurídico el rigor que da el haber que se titulará ‘Los abogados que cambiaron España’--, forzosamente hemos de- comprendido que no se puede hacer bido admirarnos ante el caudal de ideas, de conocimiento jurídico y de valor para tabla rasa, así, sin más, de una norma- transformar unas estructuras legales que parecían consolidadas, que derrocharon tiva establecida.  ������������������������������������ Sé que estoy siendo injusto omitien- aquellas personas que tanto contribuyeron, en efecto, a cambiar España. do algunos nombres, pero   Ellos exhibieron unas cualidades   que caracterizaron aquella las limitaciones de espa- primera Transición, a la que unos ponen fin en unos años y con cio son las que son: cito a determinados acontecimientos, otros en otros momentos distintos. varias gentes sólo a título No creo, empero, que tenga mucha importancia si la Transición – de ejemplo, pero sabien- aquella-- concluyó con la victoria socialista en 1982, o con la de do y advirtiendo que hay Aznar en 1996. Hay, incluso, quien la prolonga hasta la abdicación otros muchos igualmente del Rey Juan Carlos I en la persona de su hijo Felipe. válidos a los que podría-   mos situar en el grupo LOS ‘ABOGADOS DE LA CONSTITUCIÓN’ FERNANDO de los juristas ‘transfor- Sin embargo, a mi juicio lo verdaderamente importante es que JÁUREGUI madores de una realidad debemos asumir que estamos ya inmersos, quizá sin habernos dado periodista, autor cuenta cabal, en una segunda Transición. Por cierto quiz��������� á�������� tan im- desde la realidad pasada de más de treinta libros sobre historia portante como la primera y que habremos de asumir con el mismo y pasando por la realidad política y sobre valor, el mismo respeto a la ley establecida y la misma imaginación del momento’. Ha habido educación. En la para transformar, en lo que convenga, alguna legislación que quizá muchos, antes que estos actualidad prepara el lanzamiento de ya no se acompasa con los tiempos trepidantes, con los problemas, abnegados ‘abogados de la una nueva obra, desconocidos e impensables, que nos han surgido a lo largo de es- Constitución’, que la hici- ‘Los abogados que tas últimas décadas. Y muy especialmente en los últimos tres años, eron posible. Y otros bas- cambiaron España’. de crisis política, tan pródigos en debates jurídicos y legales que no tantes que perfeccionaron L 36 _ Abogacía Española _ Noviembre 2018