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HABLAR POR HABLAR, O EL ARTE DE INFORMAR T odavía recuerdo cuando, Sin embargo, el informe oral del abo- hace ya tantos años, accedí gado en un juicio no puede ser nunca un por primera vez a la sala de aburrido e inútil monólogo ni convertir- vistas de una de las seccio- se en una brillante pero intranscendente nes penales de la Audiencia pieza de oratoria. Muy al contrario, es la Provincial de Madrid, en oportunidad que los abogados tenemos en el Palacio de Justicia que ahora es única- los juicios para intentar de viva voz con- mente sede del Supremo. vencer o persuadir al juez o tribunal, de JAIME SANZ En la sala, de grandes dimensiones, es- magistrados o de jurados, de las preten- DE BREMOND casamente iluminada por la luz de un día siones que defendemos. Difícilmente po- Abogado nublado que se filtraba por los ventana- dremos convencer aburriendo, y nos será les con vidrieras, estaba terminando un imposible hacerlo si no somos capaces de juicio. El procesado, acusado de un delito transmitir lo que pretendemos. de robo con violencia, se hallaba sentado Pero ¿sirve de algo realmente? ¿cómo entre dos guardias civiles, en un duro e in- convencer a un juez o a un tribunal? cómodo banquillo de madera situado en ¿cómo persuadir a un jurado? Se puede un primer nivel de un alto estrado. Miraba afirmar que con un buen informe el abo- nerviosamente una y otra vez, primero ha- gado puede llegar a influir en la decisión cia el fondo de la sala, donde tras una larga mesa sobre aún no tomada por el juez o tribunal, e incluso puede otro estrado se sentaba el tribunal compuesto por tres conseguir modificar la opinión inicial de este, apor- magistrados, y luego a su izquierda, donde su abogado tando ideas, datos y argumentos que puedan no haber leía sin levantar la vista lo que parecía un largo infor- sido tenidos previamente en cuenta. Sin llegar a tan- me, por la cantidad de folios que tenía entre las manos, to, un buen informe podrá suponer una ayuda para el en un tono tan bajo y monocorde que apenas se oía juzgador si se han puesto de manifiesto en el mismo desde los bancos del escaso público asistente. los hechos controvertidos más relevantes derivados de A la derecha del acusado, sentado tras otra mesa si- la prueba practicada, en relación con la posible funda- tuada frente al abogado, al que muy de vez en cuando mentación jurídica aplicable a los mismos. miraba, el fiscal iba sacando unas cuartillas de unas En los juicios con jurado, en los que los jueces legos carpetillas apiladas sobre su mesa, en las que efectuaba son quienes deberán decidir sobre qué hechos se decla- alguna anotación antes de volver a introducirlas donde ran probados, las alegaciones orales previas en las que previamente estaban. las partes explican el objeto de la prueba que se va a El presidente del tribunal parecía atender al aboga- practicar en el juicio y los informes finales, en los que do, mirándole de vez en cuando, sin que de su expre- se valora el resultado de la misma, son más que útiles, sión pudiera deducirse nada sobre lo que difícilmente imprescindibles. debía estar escuchando. Uno de los otros dos magistra- Con independencia de la jurisdicción en la que ac- dos ojeaba despacio lo que parecía el tomo de unas ac- tuemos, en la primera instancia el informe oral es la tuaciones, mientras que en el otro extremo de la mesa única ocasión que tenemos los abogados para efectuar su compañero escribía algo que, por el nulo interés que la valoración de la prueba practicada en el juicio y es mostraba en lo que estaba sucediendo, parecía no tener también nuestra última oportunidad para intentar con- relación alguna con el juicio. seguir convencer o persuadir al juez o tribunal de lo Recordé entonces uno de los grabados de Honoré acertado de nuestras conclusiones. Daumier, de la serie “Las Gentes del Foro”, en el que Su forma, contenido y duración tendrá que variar en bajo la imagen de un acusado cabizbajo, sentado frente función no solo de lo pretendido sino de a quién vaya al tribunal, cuyos miembros contemplan al fiscal y al dirigido, juez o tribunal, magistrados o jurados, de la abogado, reza la sarcástica leyenda: “El Sr. abogado ha jurisdicción e instancia de que se trate, de las caracte- elogiado con justicia el gran talento desplegado por el rísticas y entidad del asunto, del resultado de la prueba fiscal en su requisitoria; el Sr. fiscal general se apresu- practicada y de lo planteado o de lo que presumible- ra a rendir un merecido homenaje a la admirable elo- mente pueda plantear la parte contraria, demandante cuencia del defensor; el Sr. presidente aplaude a los dos o demandada, acusación o defensa. No es posible esta- oradores; en una palabra, todo el mundo está excesiva- blecer unas pautas de aplicación a todos los supuestos. mente satisfecho, excepto el acusado”. A la forma y contenido del informe me referiré más 46 _ Abogacía Española _ Julio 2018