XI Concurso de Microrrelatos sobre Abogados

Ganador del Mes

Imagen de perfilCONOCIMIENTO DE CAUSA

ÁNGEL SAIZ MORA 

Como estudiante de Derecho soñaba con asistir a un juicio, pero nunca en calidad de acusado. El juez determinó que había desatendido mis obligaciones electorales. La abogada de oficio hizo que la sanción económica no fuera demasiado gravosa. Nadie sabía, ella tampoco, que las dos vocales que un sorteo puso en la mesa en la que yo debía ser presidente, junto a la misma urna, eran sendas novias que ignoraban que vivían en competencia. Una situación embarazosa y, quizá, un mensaje vital digno de análisis. Hui antes de que me viesen. Caí simpático a la letrada, nos dimos el teléfono y no tardó en comunicar conmigo. También recibo llamadas de una atractiva vigilante que conocí ese mismo día en los tribunales. A veces no recuerdo con quién estoy citado. Solo tengo claro que mi trabajo de fin de grado será sobre la bigamia en el Código Penal.

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El más votado por la comunidad

Imagen de perfilINTERESES OCULTOS

PILAR ALEJOS MARTINEZ 

A punto de cerrar el despacho, recibí un mensaje muy preocupante de la viuda de D. Manuel, socio fundador del bufete fallecido hacía un mes. Necesitaba hablar conmigo con urgencia por un tema confidencial. Para actuar con mayor discreción, decidí atenderla en su domicilio. Cuando llegué, la encontré llorando desconsolada. Pensé que se debía a que no llevaba muy bien el reciente duelo, pero me equivocaba. Me explicó que, desde hacía años, asistía con regularidad a la consulta de una adivinadora para que le predijese el futuro antes de decidir dónde invertir su fortuna personal. Desde el fallecimiento de D. Manuel, había dejado de hacerlo. Un día, mientras le hablaba con la urna de sus cenizas entre las manos, él le contestó y empezó a comunicar con ella a diario facilitándole un análisis completo del mercado bursátil. Al prescindir de sus servicios, la pitonisa la había demandado por competencia desleal.

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Relatos seleccionados

  • Imagen de perfilSIN FINAL FELIZ

    Eva María Cardona Guasch 

    Aquel Congreso de la Abogacía de 2019 supuso la transformación total en la profesión. Irreversible. Apabullante. Incontestable como la mayoría absoluta salida de unas urnas. Sin tiempo para análisis ni transición, proliferaron sofisticadas aplicaciones telemáticas, hoy únicos canales para comunicar con los abogados, para remitir y resolver consultas; plataformas garantes de la veracidad y la confidencialidad de los mensajes y de la leal competencia entre compañeros. Hasta los jueces sucumbieron al recurso de la inteligencia artificial para resolución de litigios. La imparcialidad de los logaritmos decide. Así de determinante resultó aquel encuentro.

    Superamos el desafío digital y se acabó la cercanía con el cliente. No fue un final feliz, pienso con nostalgia mientras ofrezco asiento a un señor que insiste en entrevistarse conmigo, una petición inusual y superflua.

    - ¿Qué puedo ofrecerle que no encuentre en la red?
    - Confianza

    Quizás ni siquiera fuera un final, después de todo.

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  • Imagen de perfilEN MI LENGUA SE LLAMA VENGEANCE

    MARIA PILAR MARTINEZ DE LA LLANA 

    Había solicitado incinerar a su esposa. Ella lo habría querido así.
    El viudo abrazaba con fuerza la urna con las cenizas.
    Como abogado penalista, este caso me resultaba atractivo. Como ser humano, me resultaba del todo desagradable. Mi reconocido prestigio y competencia en asuntos de este tipo, no lograría que borrara jamás de mi retina las espeluznantes imágenes de aquel cuerpo sin vida bañado en sangre. El escalofriante asesinato de aquella bella mujer francesa era difícil de digerir.
    De pronto, llegó la policía. Mientras detenían a mi cliente, me dijeron que me tenían que comunicar el resultado de unos análisis. Mi cara de incredulidad fue magnánima, pero nada comparable con la de mi cliente cuando descubrió aquel mensaje sobre las cenizas:
    “¿De verdad creías que era yo la que estaba aquí dentro? Solo es todo tu dinero y tu Ferrari carbonizados. Au revoir mon amour”

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  • Imagen de perfilEN CASA

    LOLA SANABRIA GARCÍA 

    Te lo dije, te dije que me pasaba a la competencia. Mejores condiciones laborales en el nuevo bufete de abogados. Pero no quisiste creerme. Decías que no daba la talla. Me asignaron aquel caso tan importante y fue mi gran victoria. No lo supiste encajar y, a mi pesar, tuve que dejar nuestra casa. A bocajarro, así me abordaste, a la salida del ambulatorio, mientras me ocupaba de contener con un algodón la sangre tras la extracción para un análisis. Comunicar conmigo a través de mensajes al móvil era imposible. Te los escupía, dijiste. Ahora afirmas que estoy en casa. Pero aquí no puedo ni rebullirme, mezclada con todas aquellas brillantes colegas desaparecidas. Sí, claro, reconozco la repisa de la chimenea sobre la que nos tienes metidas en esta urna, adornando el salón, pero esto no es vida. O muerte. Lo que sea, Alberto, lo que sea.

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  • Imagen de perfilApocalipsis 2050

    Julia A. García Navarro 

    El mar vomitaba plástico y la inteligencia artificial hizo la competencia a la gente hasta ganarle la partida.
    El gobierno, sin mucho análisis, dio carpetazo al asunto con decreto de jubilación obligatoria sin pensión a los 40. Fue entonces cuando un hombre publicó un mensaje en YouTube para comunicar que iba a quitarse la vida si no encontraba trabajo antes de las campanadas; como era abogado, también demandó al Ministerio reclamando su derecho a una muerte agradable mas gastos de entierro.
    Se armó revuelo y el Presidente lanzó referéndum digital sin urna y se aprobó la ley de eutanasia gratuita para parias sin empleo.
    Todo acabo bien porque las agencias hicieron el agosto ofertando cruceros a la otra vida y aquel abogado encontró al fin empleo.
    Fue en el más allá, donde ejerció como abogado de oficio de espíritus acusados de suicidio con premeditación, a la carta y sin copago.

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  • Imagen de perfilLección de zoología (capítulo 7: advocatus communis)

    Carolina Navarro Diestre 

    Fuera de su hábitat, el advocatus communis tiene serios problemas de supervivencia. Sus mil veces ensayados movimientos para engatusar a los jurados no sirven de nada a la hora de comunicar, por ejemplo, sus sentimientos amorosos. ¿Cuántos advocatus communis, auténticos expertos de la dialéctica, han balbuceado frente a la persona amada? ¿Cuántos en esa tesitura han demostrado una completa falta de competencia léxica? Y no solo en aspectos reproductivos tiene problemas el advocatus. Si nos detenemos en su morfología, si realizamos un minucioso análisis zoológico, advertiremos su característica piel cenicienta por carencia de luz solar, su pintoresco culo de urna, sus ojeras como dos medias lunas negras de tanto hojear interminables sumarios. Os lo aseguro, sin duda estamos ante una especie en peligro de extinción. Por eso elevo hoy este mensaje: ¡salvemos al advocatus communis! Ni tan grandes como ballenas ni tan vistosos como linces, pero sin duda fauna necesaria.

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  • Imagen de perfilTHEA

    JOSE ANTONIO PÉREZ ALONSO 

    Nuestra mandante falleció sin parientes, tras una vida interesante. Como encargó, tuve que comunicar su fallecimiento a viejos amigos, publiqué su esquela.
    Nadie apareció, ni reclamó la urna,Thea permaneció mucho tiempo en un armario del bufete, haciéndome compañía. No estorbaba (sólo los vivos molestan), nunca se estresaba, ¿la muerte la habría apaciguado? Cada lunes “pensaba” un mensaje, bajito: " ¿Tuvo un buen fin de semana?” Ella hacía su análisis, más bajito: "¡Tranquilo!”.
    Finalmente esparcimos sus cenizas en el barranco que ella amaba tanto, donde crecen cañas, tuneras y palmeras, donde sus gatos asilvestrados cazaban sin competencia. En medio de la nada, donde vivía en total aislamiento, pero sin sentirse nunca sola. Lejos de su Berlín, donde había estudiado de joven.
    En la repisa donde descansó durante años pondré un par de gruesos códigos. Aún así, ella deja una cierta huella ahí, ése seguirá siendo el sitio de Thea.

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  • Imagen de perfilCOMPETITIVIDAD EXTREMA

    VICENTA FLOR GIL 

    Las empresas financieras finalmente formalizaron el contrato con “Brain-Lex” al garantizarles el noventa por ciento de éxito ante cualquier litigio viable con letrados de la competencia. En los salones de los consejos solía encontrarse el artilugio asesor: una urna transparente, sostenida por pedestal de mármol blanco de Carrara, conteniendo una masa gris con circunvoluciones y numerosas conexiones ópticas, inmersa en un líquido gelatinoso que ondulaba cuando una voz metálica exponía la estrategia procesal o al comunicar al consejo, mediante mensaje cifrado, cualquier información sensible. La materia pensante centelleaba durante el silencioso análisis de preparación del pleito o mientras procesaba las preguntas del presidente del consejo con exclusiva competencia para realizarlas. El fabricante “Android-Lex” se esforzaba en mejorar su IA para intentar superar -sin éxito- a los humanos pedestal de la competencia.

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  • Imagen de perfilTIEMPO DE PROMESAS

    Esteban Torres Sagra 

    Después de años sin trabajo me ha contratado como asesor legal un partido nuevo que, según un análisis de las tendencias, aspira a obtener mayoría en las urnas. La estrategia consiste en lanzar mensajes con propuestas disparatadas y novedosas a través de las redes sociales -siempre rozando las fronteras de la ley- e incluirlas en el programa si obtienen más de mil "likes". Vamos por delante de la competencia desde que el candidato prometió quitar todos los impuestos municipales, la zona azul y condonar las multas impagadas; instituir el "bonobar" por cinco euros al mes y declarar los lunes como festivos. Cuando le iba a comunicar que se está conculcando la legislación vigente, el líder me ha ofrecido -si ganamos- una concejalía importante y, al preguntarme sobre lo que quería decirle, he dudado, pero al final: “no, nada, jefe, sólo sugerir que el "bonobar" debería incluir también los pinchos”

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  • Imagen de perfilUN MUERTO MUY VIVO

    Virginia Grinda 

    Entró en la Sala encorvada, parecía llevar algo en el regazo. Al tomar asiento se arrebujó la toga y con voz solemne declaró abierta la sesión.

    La vista se desarrollaba con normalidad cuando, de repente, la magistrada entornó los ojos y comenzó a farfullar palabras inconexas en aparente conversación con su vientre. Sentí un escalofrío.
    - Intenta comunicar con el más allá -susurró misterioso el fiscal-. Está recibiendo un mensaje.
    Todos conocían su afición al ocultismo, incluso circulaban rumores sobre un pasado secreto como tarotista.

    Superado el trance y tras las conclusiones el caso quedó visto para sentencia. Abandonó la sala, no sin antes cerciorarse de que la urna con las cenizas de su difunto esposo permanecía oculta bajo la toga.

    La sentencia me sorprendió por su minuciosidad y capacidad de análisis. El secretario dijo sonriendo que había habido suerte, “el muerto se ha inhibido por falta de competencia”.

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  • Imagen de perfilDISTORSIÓN

    Eva María Algar García 

    Accedo a una sala amplia e iluminada, como urna gigante de cristal, para comunicar con mi cliente. Se encuentra en prisión provisional por el presunto asesinato de su hermano. Hablamos del arma homicida, del análisis de ADN hallado en la escena del crimen, del hipotético móvil…
    Niega los hechos, pero su defensa resulta harto complicada; todas las pruebas lo incriminan de forma abrumadora. Intento transmitirle un mensaje tranquilizador. La competencia para juzgarlo será del Jurado y éste es más fácil de conmover.
    Se despide de mí destilando tristeza, cuando un funcionario me acompaña a la salida. Avanzamos por un largo pasillo flanqueado por gruesas puertas cerradas y numeradas. Confuso y desorientado, me percato de que aquél abre una de ellas para cerrarla tras de mí.
    -Está peor de lo que pensaba. Cree que es mi abogado- oigo decir a una voz lejana.
    Horrorizado, rememoro una fuerte discusión familiar. Me desvanezco...

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  • Imagen de perfilSUCESIONES DE DERECHO

    Isidoro Sánchez Torres 

    Deseaba que alguno de sus descendientes fuese abogado, como él, pero no logró comunicar su entusiasmo a ninguno de sus vástagos. Decepcionado, los castigó en su testamento con un críptico mensaje conteniendo la pista de su legendario tesoro: «En el descanso ancestral, un letrado lo hallará», rezaba. Tras incontables análisis, nadie lo había descifrado.

    La competencia por dar con el legado fue despiadada. Pusieron la casa familiar y el despacho patas arriba, pero fue inútil. El tesoro se resistía mientras mis tíos y primos se enemistaban y maldecían al abuelo. Sólo yo lo admiraba y ello me determinó a estudiar Derecho y ser abogada.

    Me apadrinó el más joven de sus pasantes, un notario ya retirado que, al colegiarme, me regaló una pequeña urna:

    —Son las cenizas de tu abuela. Él quería que las arrojases en este lugar —dijo señalando la equis y unas coordenadas escritas en un ajado mapa.

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  • Imagen de perfilINTERESES OCULTOS

    PILAR ALEJOS MARTINEZ 

    A punto de cerrar el despacho, recibí un mensaje muy preocupante de la viuda de D. Manuel, socio fundador del bufete fallecido hacía un mes. Necesitaba hablar conmigo con urgencia por un tema confidencial. Para actuar con mayor discreción, decidí atenderla en su domicilio. Cuando llegué, la encontré llorando desconsolada. Pensé que se debía a que no llevaba muy bien el reciente duelo, pero me equivocaba.

    Me explicó que, desde hacía años, asistía con regularidad a la consulta de una adivinadora para que le predijese el futuro antes de decidir dónde invertir su fortuna personal. Desde el fallecimiento de D. Manuel, había dejado de hacerlo. Un día, mientras le hablaba con la urna de sus cenizas entre las manos, él le contestó y empezó a comunicar con ella a diario facilitándole un análisis completo del mercado bursátil.

    Al prescindir de sus servicios, la pitonisa la había demandado por competencia desleal.

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  • Imagen de perfilAcuerdos legales

    Juan Manuel Chica Cruz 

    Al Despacho me llegan casos pintorescos como el de un cliente pidiendo asesoramiento para custodiar él, y no su hermano, la urna funeraria de su padre. Como siempre, hice una análisis exhaustivo y aunque en la residencia donde pasó el padre los últimos años de su vida me dijeron que ni mi cliente ni su hermano se prodigaron en visitas y atenciones quizá ahora por calmar conciencias atormentadas se disputaban a muerte sus cenizas. Quise mediar con un mensaje de concordia y propuse la posibilidad de un columbario y la cerrazón fue total. Rebuscando en lagunas normativas locales planteé la posibilidad de esparcirlas por tierra, mar o aire, según gustos. Imposible el acuerdo. Me dieron ganas de ofrecerles un tetabrik vacío..., pero recuperé la lucidez y al final pude comunicar el arreglo: se lo jugarían a los chinos, pero como eso ya se escapaba a mi competencia.
    Sería ante notario.

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  • Imagen de perfilROBINSON CRUSOE

    Javier Puchades Sanmartin 

    Desde que nos instalamos en este paradisíaco lugar, los otros socios del despacho solo se dedican a la vida contemplativa. Todos los asuntos recaen sobre mí. Sean o no de mi competencia. Debo realizar un exhaustivo análisis de cada caso antes de tomar cualquier decisión. Ahora mismo, estudio uno relacionado con el derecho marítimo. Hoy tengo que comunicar a los compañeros que nuestro último recurso ha vuelto a ser desestimado. Deberemos comenzar el proceso, de nuevo, si queremos salir de esta situación. Antes de empezar, extraigo de una urna el nombre de cada uno, para ver como los sitúo bajo la palmera. Cuando los acomodo, tomo la palabra, como siempre, y les indico que la botella que lancé hace unos días, con otro mensaje de socorro, ha sido devuelta por el oleaje. Así ha pasado con todas desde que el avión del bufete se estrelló en esta isla desierta.

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  • Imagen de perfilGajes del oficio

    Jorge Luis González Castro 

    Del barco naufragado sobrevivimos quince personas en una isla desierta. Sin esperanzas de rescate afloraron las miserias humanas. Hubo banqueros atesorando pescado, periodistas falseando noticias y generales sin ejército. Incluso fue electo un presidente vitalicio con fraude en la urna. Yo planté mi despacho bajo un cocotero. Repartí consejos y frené pasiones. Desarrollé mi competencia mediando en los conflictos de aquella caricatura de sociedad. Me sentía útil hasta que una mañana descubrí que todos fueron rescatados sin avisarme. Me abandonaron. Tras varios años llegó un mensaje en una botella para comunicar el inicio de un expediente sancionador. Según el Ministerio de Hacienda no había declarado los rendimientos de una actividad profesional en la modalidad normal. La ley no establecía dentro de los servicios exentos de tributos, los de asesoramiento jurídico durante una catástrofe. Luego de un profundo análisis concluí que es muy peligroso ser abogado en un mundo de locos.

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  • Imagen de perfilMalas elecciones

    ELENA BETHENCOURT 

    Todo lo hice por amor, señoría. Me enamoré de mi vecina, pero una mujer tan guapa tiene mil pretendientes, la competencia es dura y yo soy muy tímido. Mi única opción era ponérselo por escrito. Así que le escribí una nota, la metí en el sobre sepia del Senado y me dirigí a mi mesa electoral donde ella era presidenta. Lo introduje en la urna y me fui a casa a fantasear con la cara que pondría al encontrar mi mensaje durante el recuento de las papeletas. Le parecería tan tierno que se intentaría comunicar conmigo esa misma noche, seguro. O quizás no. Igual me odiaría por ponerla en ridículo. Me entró el pánico, ansiedad, no sé… Podía haber hecho un análisis mejor de las consecuencias, pero me cegué, señoría, entré en el colegio electoral justo antes de las ocho de la tarde, cogí la urna y eché a correr.

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  • Imagen de perfilESCRUTINIOS

    RAFAEL OLIVARES SEGUÍ 

    En las elecciones a Decano del Colegio Provincial de Abogados, cuando abrieron la urna e hicieron el recuento de votos, se encontraron con un empate entre los dos candidatos, y una papeleta en blanco que contenía este mensaje: «el candidato Ruipérez carece de competencia para el cargo». La mesa electoral, antes de comunicar un resultado que no resolvía la elección, decidió realizar un exhaustivo análisis de la nota para determinar el sentido de la preferencia de su emisor y evitar así su consideración como nulo. Hubo división de opiniones. Unos estimaban que la frase descalificaba al candidato Ruipérez, mientras que otros, sin embargo, interpretaban que lo que indicaba era que no tenía rival de talla para disputarle el puesto. La cuestión quedó sin resolver cuando alguien reparó en que Ruipérez no era candidato en esta provincia sino en otra. En la que también se había dado un empate.

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  • Imagen de perfilOdiando que algo queda

    Manuel Terrádez Gurrea 

    Estos días estoy en la Feria del Libro firmando ejemplares de mi última obra: "El arte de comunicar: un análisis semiótico del mensaje". Pero en la caseta me siento como encerrado en una urna, así que hoy he decidido salir a firmar desde el exterior, lo cual me permite también visualizar la competencia. No me ha sorprendido ver las largas colas en los influencers y otras estrellas mediáticas. Sin embargo, sí me ha causado cierto asombro comprobar que el abogado de la caseta de enfrente tenía una cola nada despreciable. Me he acercado a preguntarle qué firmaba y me ha dicho: "No, caballero, yo no firmo libros, sino respuestas a las demandas de los lectores a quienes no ha gustado el libro de mi cliente. Verá, desde que cerraron Internet, los haters han tenido que buscar otro entorno donde dar rienda suelta a su odio". Me he quedado su tarjeta.

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  • Imagen de perfilJUSTICIA POÉTICA

    Nicolás Montiel Puerta 

    Con la urna depositada sobre el tronco caído de la palmera, Evaristo efectuó el análisis de la situación: no había esperanza. Su mensaje no había calado entre sus compañeros letrados. Su competencia para comunicar su condición de imprescindible había fracasado. Qué podía hacer contra socios fundadores, asociados sénior, y demás togas ilustres. Siempre se había considerado a sí mismo como un náufrago en los pasillos de los juzgados, un pistolero solitario que cabalgaba a lomos de su agudeza jurídica. Y había llegado el momento de pagar el precio. El recuento de votos fue un paripé; por 16 votos a favor y 1 en contra, el suyo, los miembros supervivientes de MMMM Abogados decidieron que no había sitio para Evaristo en la balsa.
    Diez minutos después, remando con sus maletines, los vio alejarse desde la playa, y sonrió cuando, por encima de la lámina de agua, aparecieron varias aletas de tiburón.

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  • Imagen de perfilEl abogado del diablo

    Laura Galindos Reyes 

    Si, terminé con mis cenizas en una urna. Pero déjenme que les cuente mi historia desde el principio y lleguen ustedes a las conclusiones que consideren de su análisis. Yo era un vanidoso y exitoso abogado que había firmado un pacto con el diablo para hacerme rico a cambio de defenderle en sus incesantes juicios por corruptelas y tráfico de influencias. Y sí, hacía competencia desleal al resto de mis compañeros letrados contrincantes a base de sobornos y de comunicar algún que otro mensaje amenazante a los testigos. Pero como todos sabéis, cuando juegas con fuego, te acabas quemando. En el momento en que dejé de serle útil, el diablo me la jugó y me dejó en una comprometida situación, pasto de tiburones que pedían hacía tiempo mi cabeza o de la policía que me quería entre rejas. Adivinen quién me atrapó primero.

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  • Imagen de perfilLA PACIENCIA, VIRTUD DEL BUEN ABOGADO

    Paloma Hidalgo D 

    Cuando recibí el mensaje del bufete, me preocupé. Las reuniones urgentes suelen comunicar malas noticias. Mi desazón aumentó cuando entré en la sala de reuniones y vi la urna sobre la mesa, con varios papeles dentro. Mi jefe me instó a depositar mi nombre en ella. Salí hacia mi despacho intentando hacer un análisis de la situación, quizá, debido a la competencia cada vez más feroz, los resultados no habían sido los esperados por los socios, y querían despedir a alguien y...Llamé a mi mujer, le conté mis temores, y le pedí que anulara la reserva que habíamos hecho para vacaciones en ese hotel tan cuco de la Costa Brava. Y empecé a escribir mi carta de dimisión, mejor prevenir que curar. Hoy , al ir a la oficina del paro, me he encontrado con Anselmo, estaba feliz, salió su nombre, después del mío, y le iban a hacer socio.

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  • Imagen de perfilCOGITO, ERGO SUM

    Juan José Carrillo Chacón 

    - Qué bien le sienta la toga -susurró alguien a los pies de una urna de cristal.
    - ¿Habéis leído el mensaje? -preguntó otro, camuflando su voz entre los sollozos de los presentes.
    - Se llama epitafio -respondió un tercero.
    - “CONFESSIO EST REGINA PROBATIO” -leyó un cuarto-. ¿Qué quiere decir?
    - “La confesión es la reina de las pruebas” -respondió un quinto.
    - ¿Qué querría comunicar? -se cuestionó un sexto haciendo un análisis del texto-. No me fío de esta abogada, incluso estando muerta. Tendríamos que haberla envenenado antes.
    - Teníamos mucha competencia -replicó el séptimo y último fugitivo-. Pero nosotros nos llevamos la recompensa.
    «Los tenemos», se filtró por el pinganillo.
    Los falsos sollozos cesaron. Los presentes se quitaron sus abrigos, dejando al descubierto unas pistolas que encañonaron a la banda de “los siete enanitos”.
    “Blancanieves” despertó, los apuntó con su pistola y dijo: - Cogito, ergo sum.

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  • Imagen de perfilElecciones galácticas

    Maria José Romero Bañolas 

    Nos agolpábamos asombrados delante del cubículo protegido por un cristal blindado. Era la pieza estrella del Museo Terráqueo. La única urna electoral del planeta que aún se conservaba databa, según recientes análisis, de principios del siglo XXI. Rescatada en una antigua excavación, albergaba en su interior una veintena de papeletas milagrosamente conservadas para evitar su desintegración cósmica. Hacía 300 años que lo que fuera voto en papel se había convertido en una lectura mental instantánea, competencia del Ministerio de la Mente. El Gobierno Galáctico convocaba elecciones por mensaje universal, conforme a la normativa elaborada por el Cuerpo de Letrados Cósmicos, y millones de ciudadanos podían comunicar su voto por simple impulso mental. ¡Que antediluviano recontar los votos en papel! Nos reímos compulsivamente ante la urna, alabando las maravillas de la última tecnología electoral ¡Era fantástica! Lástima que desde que se implantó siempre ha ganado por abrumadora mayoría el mismo partido.

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  • Imagen de perfilVOTO FIEL

    Raúl Garcés 

    El análisis de las encuestas revela la existencia de una enorme competencia entre los diferentes candidatos para asumir el gobierno de la ciudad. Por ello cada voto es importantísimo. Tenemos una cita el próximo domingo – recuerda con su mejor sonrisa el alcalde en el televisado debate electoral. Marisa, la abogada que le defendiera con éxito en aquellas denuncias por malversación de fondos públicos y tráfico de influencias escucha arrobada su mensaje. ¡Es tan guapo! El esperado día de las elecciones, deposita delicadamente el sobre en la urna con la papeleta bañada en perfume y salpicada de besos de carmín. Cuando aparece de nuevo su candidato en pantalla, ya sin esa cautivadora sonrisa, lo hace para comunicar que por un escaso margen ha perdido las elecciones culpabilizando de ello (es bien sabido que los políticos no entienden de autocrítica) al voto nulo.

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  • Imagen de perfilCOMO UN FARO EN EL MAR

    Manuela Fernández Manzano 

    Aún no había sido imputada pero acudió a mí. La investigación acabaría por atraparla. Yo era un abogado penalista inexperto en un bufete de incipiente prestigio. Aquel caso potenció mi capacidad de análisis; fortaleció mi instinto.

    Llegado el momento me sugirieron la negociación. Rehusé. En el despacho cuestionaron mi competencia. Ella nunca lo hizo. El pleito acabó en varios meses. A mí no me sobraron fuerzas, ni a ella, palabras de agradecimiento.

    Últimamente la veo a menudo. Su mensaje me transmite confianza. Insuflar con palabras tanto viento ilusionante a este barco varado es prodigioso. Y lo consigue. Comunicar tanta franqueza cuando todos estamos dispuestos a mentirnos es emocionante. Y lo logra.

    Al depositar mi esperanza en la urna he pensado en ella. De regreso a casa, he vuelto a mirar los carteles electorales. He sonreído. No le hacen justicia. Pero confío en mi instinto; es mi fiel y sagaz compañero.

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  • Imagen de perfilMENSAJE AL AMANECER

    VICTORIANO AYLLON CALIZ 

    Ayer, poco antes del amanecer, recibí un mensaje. Estaba en la cama y me sobresalté. Cogí el móvil de la mesilla: “Tienes que venir, enseguida”. Me puse la ropa, me pinté los labios y salí de casa a toda prisa. El autobús tardó un minuto. Venía repleto, lo más parecido a una urna. Subí y busqué acomodo junto a la ventanilla. Entonces caí en la cuenta. ¡Dios mío! ¿Quién me ha mandado el mensaje? Removí el bolso, saqué el móvil, pantalla en negro, apagado, sin batería. Respiro hondo, tres veces. Tranquila, hay que pensar. ¿El resultado del análisis? Imposible, una alergia no es nada urgente. ¿El recalo del pasillo? No es de mi competencia, eso al administrador. ¿Mi madre? ¡Qué va!, la pobre ni siquiera usa wasap. ¿Quién puede comunicar un mensaje de ese tipo? Tan frío, tan temprano. ¡Ostras! ¡Que estoy de guardia! Viento en popa hacia el Juzgado…

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  • Imagen de perfilASÍ EN EL CIELO COMO EN LA TIERRA

    Modes Lobato Marcos 

    Tras el recuento de votos, el mensaje que salió de la urna fue muy claro. No hubo competencia. Por mayoría absoluta fui elegido "Abogado de todas las causas perdidas".
    Y tuve mi primer juicio. Y lo perdí. Y condenaron a muerte a mi defendido. Y fue muy duro comunicar la noticia a su familia. Y, meses después, tras el funeral, su hijo me susurró que ya no creía en la justicia, ni en Dios, ni en el Ángel de la Guarda.
    Y esa noche, haciendo un análisis de todo lo sucedido, yo, llorando, me arranqué las alas.

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  • Imagen de perfilViejos, nuevos tiempos

    Esperanza Tirado Jiménez 

    Estimados colegas:

    He de comunicar una mala noticia a través de este moderno mensaje, en el que sin mi letra apenas me reconozco.
    Hemos llegado a un punto sin retorno en esta nuestra bendita profesión. De tal modo que la competencia a través de las redes se impone de manera feroz al tradicional cara a cara cliente-abogado. Qué tiempos aquellos en que la visita a un bufete era considerada una ceremonia casi sagrada.

    Tras un exhaustivo análisis de la situación, desde Dirección, los socios de mayor edad hemos decidido dejar por escrito nuestros informes y memorias, guardados y sellados dentro de una urna.
    Y de aquí a unos años, cuando nosotros faltemos, los jóvenes que se incorporen a la profesión podrán informarse sobre cómo se practicaba este noble arte de la Justicia en unos tiempos remotos, aunque no demasiado.

    Amigos, la otra Experiencia, la virtual, se nos lleva por delante.

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